
José Luis y Celeste en el Bar Cuco de Aldea de San Miguel
Reabren el bar de un pueblo vallisoletano de 200 habitantes y enamoran con un exquisito plato
José Luis, y su tía Celeste, han dado vida a un bar con 40 años de historia pero que permanecía cerrado desde hace año y medio. Los vecinos están encantados.
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La provincia de Valladolid pasa por ser una suma de municipios de gran valor, tanto patrimonial como histórico, que conforman una concatenación perfecta de aldeas, con sus costumbres, tradiciones y fiestas que brillan a lo largo y ancho de toda la geografía española.
Aldea de San Miguel es un pueblecito, que en la actualidad cuenta con una población de 218 habitantes, que se encuentra a unos 23 kilómetros de la capital de provincia. Uno de esos municipios que ha perdido población con respecto a 2019 (224 habitantes) pero que ha ganado con respecto de 2023 (215).
El lugar se encuentra delimitado por las carreteras que comunican Valladolid-Madrid (N-601) y la carretera Valladolid-Segovia (CL-601). Los pueblos más cercanos pasan por ser tanto Portillo, como La Pedraja de Portillo.
El 22 de noviembre de 2024, José Luis Gutiérrez dio vida al pueblo de nuevo. Todo tras abrir las puertas del bar del lugar, que había cerrado anteriormente más de año y medio dejando al lugar sin su punto de encuentro.
EL ESPAÑOL de Castilla y León charla con el salvador. De 41 años de edad y del pueblo de toda la vida, aunque se desplazó a Aldeamayor cuando se independizó con 27 años ante la falta de oferta de vivienda en su lugar de nacimiento.
Es su primera incursión en el mundo hostelero y ha conseguido sacar una sonrisa a sus vecinos.
José Luis y Aldea de San Miguel
“Me considero una persona a la que le gusta trabajar. He reabierto el bar al no haber ninguno en el pueblo y tras pensar que hacía falta uno. Todo, tras llevar muchos años trabajando en el mundo de la industria”, asegura, en declaraciones a este periódico, José Luis.
Ahora tiene 41 primaveras. Nació en Aldea de San Miguel. Vivió con sus padres todo el tiempo hasta que con 27 se independizó para encontrar una casa en Aldeamayor de San Martín, un pueblo cercano al suyo.
“Mi infancia la recuerdo con mucho cariño en Aldea de San Miguel. Era muy revoltoso. Iba con mis amigos con la bicicleta y nos encantaba hacer trastadas. Nunca pensé qué quería ser de mayor ni que cogería el bar del pueblo”, asegura.
Hay que ver cómo es la vida y las vueltas que da…
La reapertura
“El bar lo reabrimos el 22 de noviembre de 2024. Estaba cerrado desde hace año y medio. Me quedé en paro, porque me despidieron, y lo reabrí junto a mi tía Celeste. Yo estoy al frente de todo, pero ella me echa una mano”, confiesa nuestro entrevistado.

El bar de Aldea de San Miguel que ha reabierto sus puertas
Un bar que se ubica en la calle Olmos. En el número 1. Que, como confiesa el que ahora está al mando del mismo, cuenta con “unos 40 años de historia” y que “toda la vida se ha conocido como Bar El Cuco”, que es como se lo conoce en la actualidad.
“Contamos con unos 65-70 metros cuadrados de bar. Tenemos cocina. Abrimos todos los días salvo los lunes que tenemos que descansar. Los vecinos, y también el alcalde, están muy contentos. Todo el mundo estaba deseando que se reabriera”, explica.
No es para menos. Un bar da vida al pueblo.
La oreja adobada
“Los fines de semana ofrecemos hamburguesas y bocadillos. Todos los días, nuestros comensales pueden disfrutar de la oreja adobada, de oreja rebozada y de la tortilla. Quitan el sentido y lo hacemos con el mayor de los cariños”, explica José Luis.
Lo más requerido del lugar es esa exquisita oreja adobada. Se ha hecho toda la vida en el pueblo y el anterior propietario le ha dado la receta al nuevo. Platos que no se pueden perder y que sobreviven en el tiempo, gracias a Dios.

La oreja adobada
“Arrancamos en Navidad prácticamente y hemos tenido gente. Ahora vienen meses complicados hasta verano. Estoy contento y veo con futuro el bar. El objetivo y el deseo pasa por salir adelante y por ofrecer un servicio que es indispensable para nuestro municipio”, finaliza nuestro entrevistado.
Un bar que reabre sus puertas y esperemos que no tenga que volver a cerrarlas nunca más.