
Raquel Sanz Moro, una joven vallisoletana de 27 años que ha decidido marcharse a Irlanda en busca de oportunidades laborales tras una infructuosa búsqueda en España
De Valladolid al exilio laboral en Dublín: "Me da pena que necesitemos irnos para que nos valoren más en España"
Raquel Sanz Moro, de 27 años y diseñadora de moda, emigrará este 14 de enero hasta Irlanda en busca de oportunidades que en nuestro país no ha encontrado.
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Detrás de los números, de las estadísticas, esas con las que cada año en determinadas fechas los organismos nos bombardean, hay nombres. Nombres como los de la vallisoletana Raquel Sanz Moro, que el próximo año pasará a formar parte del recuento de españoles migrantes que han tenido que irse lejos para buscar oportunidades.
Como Raquel, son cientos, miles los jóvenes que se ven obligados a dejar atrás sus vidas en sus lugares de origen. A sus 27 años (21-7-1997), esta será la segunda vez que la vallisoletana se aleje de su familia. Primero tuvo que irse a Madrid. Ahora se ve abocada al exilio laboral en busca de oportunidades. Se marcha a Dublín (Irlanda).
Graduada en Diseño de Moda por la Escuela Superior de Diseño (ESI) de Valladolid y tras una infructuosa búsqueda laboral por España, Raquel Sanz ha decidido dar un giro en su vida que, en un futuro, pueda abrirle más puertas en su casa. "Me da pena que necesitemos irnos para que nos valoren más en España", confiesa a este periódico.
Será este martes, 14 de enero, cuando la joven cierre las maletas y emprenda su aventura laboral a casi 2.500 kilómetros de distancia de su ciudad natal. Una realidad que golpea no solo a Raquel, sino que es patente en el caso de, como ella, miles de jóvenes españoles.
Aunque consciente de estar en una rama en la que la oferta laboral, quizás, no sea la más abundante, la realidad de Raquel es compartida por otros tantos sectores y ramas profesionales. El denominador común no es otro que el de la juventud. Porque ese es uno de los problemas que la vallisoletana se ha encontrado.
CV leído, CV descartado
"Tu currículum se ha leído, tu currículum se ha descartado". Una secuencia que Raquel ha vivido durante meses y que se daba "al momento". Algo que le ha generado una "frustración" hasta el punto de tomar la decisión que ha tomado. "No entendía que es lo que había hecho mal. No sé qué es lo que buscan. Llega un momento de desesperación", apunta.
Abocada a las 'eternas prácticas', sin remunerar, por supuesto, Raquel se siente "obligada" a buscar las oportunidades en el país irlandés. "Allí hay empresas grandes y seguramente el haber estado en una allí, lo valoren más aquí", avanza la joven vallisoletana.

Raquel Sanz se siente "obligada" a dejar España para buscar trabajo lejos de nuestras fronteras
Graduada en Diseño de Moda, también cuenta con el bachillerato artístico en el IES Delicias y dos cursos en el Workshop de Granada de patronaje y confección y de diseño. Un currículum dedicado de pleno al diseño, que ha complementado con prácticas con diseñadores de renombre.
Fue durante el último año de carrera cuando decidió marcharse a Madrid para hacer las prácticas. Los primeros tres meses fueron con Moisés Nieto. La falta de oportunidades le llevó a hacer unas segundas prácticas, esta vez de seis meses, con Leandro Cano. "Cuando terminé pensaba que iba a encontrar más amplitud a la hora de trabajar en mi campo y no había nada", lamenta.
Mientras que en la gran mayoría de ocasiones la exigencia era una experiencia mínima, algo imposible de lograr sin oportunidades, la otra realidad de las ofertas era "más prácticas sin remunerar" con las que "no podía vivir". "Tampoco me ofrecían más oportunidades dentro de las prácticas porque al final son diseñadores, ateliers, y no cuentan con contratar a gente".
Durante su estancia en la capital de España, Raquel, para su supervivencia, tuvo que compaginar su trabajo en el taller de diseño con otros como dependienta. "Mi horario era de 09:00 a 14:00 en el taller y a las 16:00 entraba en una tienda hasta las 20:30. Era salir del taller, que siempre lo hacía más tarde, comer un sándwich en el metro y entrar en la tienda", relata.
Estando en Madrid, decidió ampliar la búsqueda de trabajo por otros territorios. Galicia o Barcelona fueron alguno de los que testeó. "Pedían bastante experiencia", insiste. Hasta que llegó el momento de plantearse la posibilidad de irse del país. A raíz de un amigo que tiene en Dublín, esta opción fue cogiendo fuerza.
"Debido a que lo que podía optar eran trabajos que nada tienen que ver con lo que he estudiado y no estoy motivada buscando en España, pues hago el mismo trabajo que puedo optar aquí allí y aparte estudio inglés, lo que seguramente me abra luego más puertas a nivel de diseño porque se habla mucho con proveedores", relata.
Sabe perfectamente que la búsqueda inicial en Dublín no será sencilla ni responderá a su objetivo principal, que es dedicarse 'a lo suyo', pero el comienzo le servirá para asentarse en el idioma, en algo de otro sector, para luego tratar de cumplir su fin principal.
A Dublín llegará "totalmente a ciegas", pero el tener gente conocida allí le facilitará los primeros días. "Mi idea es quedarme con mi amigo allí y buscar piso con otras tres chicas que están que conozco. Se debe encontrar trabajo a los dos días de llegar, vas entregando CV y enseguida te llaman", avanza.
Por supuesto, no está exento de incertidumbre y reconoce que su aventura puede durar "tres meses o cinco años". "No voy con el pensamiento de trabajar en lo mío al principio, pero sí que, en un futuro, manejándome en el idioma, allí hay empresas grandes", recalca.
En esta segunda etapa lejos de su casa, Raquel se muestra con "ganas" de estar "activa", sin obviar también que se siente "obligada" a hacerlo, a pesar de que "podría hacer lo mismo aquí". "En una academia aquí no estaría motivada ni aprendería lo mismo. Siento que sea Irlanda u otro sitio iba a tener que moverme", aclara.

La joven vallisoletana Raquel Sanz Moro tras la entrevista con EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León
Para la joven de Valladolid el problema es que las empresas están "obcecadas en buscar gente con experiencia". "Cuando nosotros la tengamos ya tendremos más de 30 años, en mi caso porque he terminado más tarde, y ya con esa edad vienen otras generaciones que han aprendido nuevos programas y te van a adelantar".
"Ahora mismo, a mi edad, es cuando más ganas de aprender tenemos y menos de acomodarnos y estamos más dispuestos", puntualiza. No obstante, lamenta el problema de la "estructura de las empresas" o la corriente de "coger gente en prácticas y no aprovechar y formarlas para quedárselas".
Entre los distintos destinos que tenía para elegir, Raquel optó por Irlanda principalmente por el idioma. "Barajé irme a Bélgica, pero ya es un idioma añadido, aunque hablen principalmente el inglés. Irlanda además está cerca y no me quería ir fuera de Europa", añade.
En definitiva, la sensación de "frustración" que le ha generado toda esta falta de oportunidades y el "no saber muy bien qué es lo que tienes que cambiar" han llevado a esta joven vallisoletana al exilio laboral que, como tantos otros, sueñan o desean volver en un futuro a sus casas para desarrollarse profesionalmente.