Teres Ungría Gayo, a la izquierda, en una de las visitas médicas domiciliarias en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia)

Teres Ungría Gayo, a la izquierda, en una de las visitas médicas domiciliarias en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia) Foto cedida

Valladolid

La experiencia de Teresa como médica en los campamentos saharauis: "España tiene una responsabilidad con ellos"

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Más de 2.300 kilómetros. Ese es la distancia que separa a Medina del Campo (Valladolid) y Tinduf (Argelia) y que Teresa Ungría Gayo (17-12-1987, Arévalo, Ávila) ha recorrido para participar como médica en un programa de cooperación internacional con la Fundación SEMG Solidaria en los campamentos de refugiados saharauis.

Natural de Arévalo, esta residente de Medicina Familiar y Comunitaria lleva dos años en el centro de salud Medina del Campo Rural. A la vez, participa con la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, a través de su fundación, en los programas que desarrolla desde hace 18 años en los campamentos en Tinduf (Argelia).

Unos programas que, según apunta en una entrevista con este periódico, viven ahora un "cambio generacional", del que ella forma parte. Precisamente, el pasado 28 de noviembre viajó hasta Tinduf por primera vez, donde estuvo hasta el 5 de diciembre con una comitiva formada por siete médicos, una enfermera y una técnico de proyecto.

Teresa junto a dos de los saharauis que conoció en Tinduf con una ambulancia local detrás

Teresa junto a dos de los saharauis que conoció en Tinduf con una ambulancia local detrás Foto cedida

El proyecto está cofinanciado junto a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores. La asociación de Teresa se caracteriza, precisamente, por ser "la única de atención primaria que tiene una rama solidaria". 

Además de en el Sáhara, su fundación ha participado hasta el inicio de los conflictos políticos en Nicaragua. Ahora, trabaja en el recambio generacional ya mencionado en sus viajes hasta Argelia. "Los compañeros nos van transmitiendo todo lo que conocen y lo que han hecho para que nosotros podamos continuar", apunta.

Tras esta primera experiencia en los campamentos de refugiados saharauis, que no inédita en materia de cooperación, ya que estuvo cinco meses en República Dominicana tras acabar la carrera gracias a una beca, Teresa Ungría se ha marcado "varios objetivos".

El primero de ellos es dar visibilidad entre la sociedad de lo que es la propia cooperación internacional. "Todo el mundo puede colaborar de alguna manera. Tenemos la suerte de vivir en un país con las necesidades cubiertas, pero hay muchos con necesidades extremas y es muy importante que exista la cooperación", subraya.

El segundo va en la misma línea, pero en este caso es dar a conocer el "papel importantísimo" de la Fundación SEMG Solidaria. "No todas las sociedades la tienen y es un punto extra, a favor, esa parte solidaria", recalca.

El tercer de sus objetivos responde más a una cuestión reivindicativa y es que Teresa subraya que "España tiene, de alguna manera, una responsabilidad, por lo que fue, con el pueblo saharaui".

Antigua provincia 53 de España, que se marchó de allí "de aquella manera" en la marcha verde del 1976, con la invasión del Sáhara por parte del ejercito de Marruecos. Desde entonces, casi 200.000 saharauis habitan un terreno cedido por Argelia en Tinduf, donde se instalaron los campamentos y donde Teresa ha estado.

Teresa, a la derecha del todo, en Tinduf junto a sus compañeros de proyecto y algunos locales saharauis

Teresa, a la derecha del todo, en Tinduf junto a sus compañeros de proyecto y algunos locales saharauis Foto cedida

"España, como compromiso y responsabilidad, tiene que seguir todavía haciéndose responsable de esta población", insiste la facultativa, que también reconoce que nuestro país "invierte desde hace mucho tiempo mucho dinero en la cooperación en estos campamentos".

Ahora bien, recalca que "parece que a veces se olvida" la situación de "vulnerabilidad, pobreza y de justicia" entre la sociedad española y recuerda que "siguen estando allí y viven de las ayudas, que estos últimos años se han cortado un poco".

"No olvidemos al pueblo saharaui, que formó parte de nuestro país y tenemos que tener presentes que siguen necesitándonos porque continúan en una situación extremadamente vulnerable", insiste Teresa.

1.100 consultas y formaciones

Durante su estancia de una semana en los campamentos de Tinduf, Teresa y la comitiva que viajaron hasta allí pasaron hasta 1.100 consultas, realizaron 180 ecografías y llevaron a cabo formaciones de farmacología durante el embarazo, patología psiquiátrica o insuficiencia cardiaca, entre otras.

La reducción de las listas de espera se las iban turnando mientras otros impartían las formaciones en la escuela que montaron en una especie de hospital comarcal. "Se trata de fortalecer las instituciones públicas, el sistema sanitario de allí porque nosotros nos vamos y ellos siguen allí trabajando con lo que tienen", asevera.

Teresa Ungría imparte una de las formaciones en los campamentos saharauis de Tinduf

Teresa Ungría imparte una de las formaciones en los campamentos saharauis de Tinduf Foto cedida

En la actualidad, el sistema sanitario de los campamentos de refugiados saharauis está sustentado por únicamente cuatro médicos, ya que son muchos los que emigran fuera de allí en busca de mejores oportunidades.

Lo que sí hay, puntualiza Teresa, es mucha enfermería, por lo que es a través de esta rama por la que se sustenta gran parte del sistema, apoyado por los cuatro médicos. "Desde el punto de vista médico-sanitario me ha sorprendido mucho y se lo hemos recalcado", apunta.

"Les hemos felicitado a los enfermeros y a los cuatro médicos por el trabajo que hacen. Es una labor encomiable. Hacen de todo. Acabas las charlas y te das cuenta de que saben muchísimo más porque son los que tienen que resolver los problemas día a día, controlan de todo", asegura.

Una experiencia que han ganado a través del "ojo clínico", ya que "no tienen tampoco pruebas ni radiografías para hacer". "Pudiendo irse fuera y trabajar en otros sitios con mejores condiciones han decidido quedarse allí por su pueblo", añade.

Un feedback similar ha recibido también por parte del pueblo saharaui, que ha sido una "sorpresa muy grande". "Son muy educados, personas muy discretas, superagradecidas, sencillas y humildes", relata la médica abulense.

Tal fue su hospitalidad, que en las visitas médicas domiciliarias se encontraron con una especie de tradición y/o ritual que les llamó la atención. A su llegada, siempre les recibían con tres bandejas. Una primera con leche de camello, en las casas más ricas, y leche normal en las más humildes.

También zumos o tés, algo esto segundo enormemente valorado en la sociedad saharaui. La segunda de las bandejas llega siempre con unos alimentos, habitualmente dátiles o aperitivos. Por último, la tercera es de cremas y colonias.

La comitiva de la Fundación SEMG Solidaria junto a algunos locales en los campamentos de Tinduf

La comitiva de la Fundación SEMG Solidaria junto a algunos locales en los campamentos de Tinduf Foto cedida

"Te ofrecen la bebida, la comida y lo que es para ellos lo más valioso y lujoso, las cremas y colonias. Te dan lo que tienen. Vas a una casa más pobre y en vez de 20 botes te dan uno que es lo que tienen", apunta la médica abulense.

Además, también se ha encontrado con un "muchísimo respeto a la mujer saharaui". "Es un país musulmán y tenemos el concepto de que en otros países tienen un papel más secundario. Allí no, es la que manda, hay muchísimas muy preparadas, que han estudiado y trabajan por su causa", explica Teresa.

Necesidades y situación

Evidentemente, en un contexto como en un campo de refugiados se han encontrado un problema generalizado de necesidades. El primero y más evidente es el del personal. Pero destaca también el material, de medios, y de medicamentos.

"No hay nada. Tienen muy poca medicación y muy poco material. Llegas a un consultorio y no tienes nada. No hay luz, no hay agua, no hay depresores, no hay guantes...", relata la médica residente en Medina del Campo.

En cuanto a los problemas de salud, se han encontrado muchas patologías infecciosas, digestivas, cutáneas y respiratorias, donde los antibióticos "son fundamentales".

El ambiente "tan seco y con tanta arena" provoca también muchas "patologías alérgicas dermatológicas" y a raíz de eso "irritación, bronquitis, asma y rinoconjuntivitis".

La facultativa de Medina del Campo estuvo una semana en los campamentos de Tinduf

La facultativa de Medina del Campo estuvo una semana en los campamentos de Tinduf Foto cedida

Otras enfermedades con las que tuvieron que lidiar habitualmente fueron la hipertensión y la diabetes, especialmente esta última. "Continuamente están usando mucho azúcar para el té. Y la leche de las cabras el primer día sabe rica, pero luego se va amargando y tienen que echar azúcar para poder bebérsela", apunta.

Un problema en relación a la alimentación que se extiende en su conjunto. "He visto mucha malnutrición. No hay opciones para comer. Su alimentación es muy limitada porque no pueden cultivar nada al ser arena del desierto", explica.

"Lo único de lo que disponen es de las cabras. No tienen verduras y legumbres, todo viene de fuera y son productos muy caros. Comen mucha pasta porque es lo más barato", asegura. Lo que sí encontraron es fruta, sobre todo de Argelia, como las "mandarinas, algunos plátanos y sus dátiles".

"Hay una necesidades de vitaminas y alimentos muy grandes", sentencia a este respecto.

Aprendizaje personal

Suele ser habitual en este tipo de viajes llevarse un aprendizaje personal. El de Teresa es claro, según muestra, y es el considerarse una "afortunada" al darte cuenta de la "suerte que tenemos de tener todo cubierto".

"Tenemos luz y agua caliente siempre. Necesidades básicas que nosotros tenemos cubiertas y que en países en vías de desarrollo no lo están. Tenemos que ser agradecidos, en España hay un sistema de salud maravilloso", recalca la facultativa.

Entidades que participan en los programas de cooperación internacional al desarrollo en los campamentos de Tinduf

Entidades que participan en los programas de cooperación internacional al desarrollo en los campamentos de Tinduf

Luego los amigos que se ha llevado, sus compañeros de comitiva, a quienes conoció en septiembre de manera telemática. "Cuando salió el grupo nos fuimos presentando, no nos conocíamos y una vez en el aeropuerto es como si fuésemos de toda la vida".

"Encajábamos como un puzzle", zanja Teresa tras esta experiencia que tiene claro que volverá a repetir y la cual tienen objetivo de hacer a partir de ahora cada seis meses en vez de una vez al año como hasta ahora, siempre que la financiación lo permita.