Es un auténtico rompecabezas de precios, de gastos, de habitaciones y de compañeros de viaje. Son las peripecias a la hora de encontrar un alquiler, siendo estudiante, en Valladolid, cuando vienes de fuera con las residencias y colegios mayores cerca del lleno y las residencias privadas a precios que no permiten ajustar presupuestos. 

Hay oferta, pero muchas de las viviendas son viejas, sobre todo en el centro, y generan un gasto extra de calefacción y otras energías. Los caseros alquilan ahora por habitaciones, con el fin de obtener el máximo beneficio posible del inmueble que alquilan, y que repercute en los bolsillos de estos estudiantes. Mejor dicho, en los de sus padres.

Charlamos con Mario Esteban Sancho, que estudia Ingeniería en Telecomunicaciones, con Sandra Ferradas, que está en segundo de Medicina, y con Laura Esteban Sancho, graduada ya en Derecho y que está estudiando para opositar, que nos cuentan sus vivencias a la hora de encontrar un piso y de alquilarlo, en la ciudad del Pisuerga.

“El precio del alquiler me parece elevado y va a subir más”

Mario Esteban Sancho es un joven de 19 años que estudia Ingeniería en Telecomunicaciones en Valladolid. Está en su segundo año de carrera, pero suma tres en la ciudad del Pisuerga y ha vivido en tres ubicaciones diferentes a lo largo de este tiempo. Él es de un pueblo de Segovia y amante de la música y la moda.

“Llegué el primer año, en septiembre de 2020, y lo tuve fácil. Conseguí un hueco en casa de un familiar en La Circular y pagaba 210 euros, con gastos incluidos. El segundo año me resultó más complicado. Me cambié de carrera y no conocía a nadie que tuviera un hueco en su casa. Busqué en Idealista y solo quedaban los pisos más caros y viejos. Finalmente, un amigo me dio el contacto de dos chicas que buscaban compañero y me fui con ellas. El piso estaba cerca de la Plaza de las Batallas. Pagaba 220 euros por la habitación más 10 de Wifi, luz, gas y agua. Casi 250 euros en total. En enero, con la calefacción y demás el precio se disparaba. Pagábamos casi 800 euros de alquiler por esta vivienda”, asegura nuestro entrevistado.

Mario Esteban Sancho, estudiante de Teleco en Valladolid

Mario asegura que este año “ha tenido suerte”. Ha encontrado una vivienda, junto a otros cuatro estudiantes en la zona centro de Valladolid, en la calle Santuario concretamente, y enfrente de La Salle. Él paga 250 euros, pero el alquiler total de dicho piso asciende, como confiesa, a “los 1.400 euros”.

“El precio del alquiler me parece elevado y creo que, de aquí a unos años, van a subir más en Valladolid. Mis padres me pagan el piso y, con lo que yo gano en verano cubro e intento pagarles lo que puedo”, asegura el estudiante de Teleco que añade que el piso en el que está hospedado este año “tiene dos baños, es amplio y no es agobiante” y que cuenta “con buenos compañeros y es un piso luminoso”.

“Conozco amigos y compañeros a los que alquilar les ha resultado muy caro”

Sandra Ferradas es una estudiante extremeña, concretamente de Badajoz, que llegó a la ciudad del Pisuerga hace dos años para estudiar Medicina. Está en el segundo año y tiene 19 primaveras. Amante de la lectura y de la música, con C. Tangana como protagonista, y de salir con sus amigos, lo ha tenido algo más fácil que Mario en lo que al alquiler se refiere.

“Mi abuela vive en Laguna de Duero y el primer año estuve viviendo con ella. Este segundo, en el que hemos comenzado las clases el 5 de septiembre, estoy en la Avenida Palencia viviendo con una amiga. No ha sido difícil porque es la vivienda de la abuela de esta amiga que nos lo alquila a las dos. Está a cinco minutos. Pago 230 euros y en total 500 entre las dos”, añade la extremeña, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

Nuestra entrevistada asegura que “ha tenido mucha suerte” porque conoce a amigos y a compañeros de estudios a los que alquilar en una zona como la Avenida Palencia, cerca de la zona de las facultades de Valladolid, “les ha resultado mucho más caro”. 

“Los estudiantes buscamos, sobre todo, pisos que estén bien. Viviendas hay muchas, pero en buena zona, cerca de la universidad y que no sean viejos y demás, es complicado”, asegura la estudiante de Medicina que como Mario “el pago del alquiler me lo financian al cien por cien mis padres” ya que ella “no trabaja” porque durante el curso “le resulta complicado”.

Sandra Ferradas, estudiante de Medicina en Valladolid

“Los padres de una amiga que vive con su hermana en Valladolid, en un piso, han llegado a decir que ven más rentable comprar un piso que alquilarlo durante los seis años que va a estudiar Medicina”, así que ante esto nos encontramos los estudiantes a la hora de pagar nuestro alquiler mientras estamos en la carrera”, añade la extremeña.

Sandra ensalza los valores del piso en el que vive ahora: “Está genial. Tiene dos habitaciones, dos baños, un salón, cocina y terraza” y no cierra las puertas a quedarse en Valladolid cuando finalice sus estudios: “Me gusta mucho la ciudad. La gente es muy agradable. Hay mucha fiesta y como ciudad es bonita”, añade nuestra entrevistada.

“En la zona centro se aprovechan del precio del alquiler”

Laura Esteban Sancho es otra estudiante que suma cinco años en Valladolid. Segoviana de nacimiento tiene 22 años y ha terminado la carrera de Derecho. En la actualidad se encuentra estudiando para opositar y es amante de las series: con 'La Casa del Dragón' como protagonista.

Ha estado de alquiler cada año en un piso salvo estos dos últimos que está con otras tres chicas en una vivienda ubicada en el barrio de La Rondilla. “No he tenido problemas para encontrar. Lo he buscado con otras chicas y no nos han puesto pegas. A veces resulta un impedimento para los caseros el hecho de que seamos estudiantes, pero es algo excepcional”.

La graduada ya en Derecho añade que “paga por habitación” y que “depende del tamaño de la misma”. “Yo pago 180 euros más gastos. Son cuatro habitaciones, dos grandes y otras dos más pequeñas. En total, entre las cuatro, pagamos 800 euros con Wifi incluido, pero sin luz, gas y agua, que van aparte”, apunta.

Laura Esteban Sancho, graduada en Derecho

Laura recuerda el tercer año de carrera, cuando vivía en un piso de la zona centroy pagaba 190 euros de alquiler, pero el precio le subía por la calefacción en los meses de invierno “al no contar con ventanas que aislaran bien”. “En la zona centro me parece que se aprovechan mucho del precio. El suelo es caro pero las condiciones de los pisos no corresponden con lo que te piden”, añade.  Nuestra tercera entrevistada asegura que el alquiler “se lo pagan sus padres”.

“Conozco muchos casos en los que el pago del alquiler es desorbitado. El hecho de que seas estudiante les viene bien a los caseros porque alquilan su vivienda por habitación y el precio se eleva. A veces, en la zona centro, es una salvajada”, afirma.

A pesar del precio del alquiler, Laura añade que “le gusta mucho Valladolid” porque “es una ciudad grande con todas las ventajas de una pequeña”. “Voy andando a comprar y el ocio es barato”, apunta. Otra estudiante a la que no le importaría continuar en Valladolid ejerciendo su profesión.

Tres estudiantes de fuera de Valladolid que pagan por un alquiler en la ciudad cuyo precio se ha disparado por el hecho de ofrecer, de forma individualizada, habitaciones para estos jóvenes que buscan formarse y a los que muchas veces les es imposible trabajar para financiarse sus estudios y alquiler, por falta de tiempo.