Algunas de las personas que se unieron al reto solidario de Ruby y Dave en Isla Mauricio

Algunas de las personas que se unieron al reto solidario de Ruby y Dave en Isla Mauricio

Valladolid

La historia solidaria de Ruby y Dave: recorrer Isla Mauricio para que los enfermos de cáncer vayan gratis al hospital

Han conseguido recaudar más de 10.000 euros y están "muy emocionados" por todo el apoyo que han recibido durante el trayecto

17 septiembre, 2022 07:00

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Ruby Vurdien y Dave Rixhan son los protagonistas de esta historia cargada de generosidad. Ellos son de Isla Mauricio e Inglaterra, respectivamente, pero llevan décadas asentados en Valladolid. Ruby lleva 34 años, desde el 88, y en el caso de Dave, desde el 81, es decir, 44 años. Sus caminos se unieron precisamente en esta ciudad y ya llevan media vida.

Hace solo unos días volvían de hacer un reto solidario que ha dado la vuelta al mundo. Ambos decidían recorrer Isla Mauricio a pie y recaudar fondos para la lucha frente al cáncer, que han destinado a dos asociaciones: Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y Link to Life. Las dos son para las personas que padecen esta enfermedad. Una la escogieron en España porque es donde llevan residiendo años y, la otra, en el país de origen de Ruby, donde tuvo lugar la acción solidaria.

“Nuestras madres murieron por esta enfermedad. La mía a los 57 años y la de Dave a los 58. Siempre hemos dicho que teníamos que hacer algo en esta línea porque en esa época no se investigaba mucho sobre ello. Quizá si hubiera habido más medios, nuestras madres se podrían haber recuperado”, ha asegurado la protagonista.

Ruby Vurdien y Dave Rixham

Ruby Vurdien y Dave Rixham

Una caminata muy solidaria que ha durado ocho días y ha comprendido 220 kilómetros. Hacían una media de 30 km diarios; “empezábamos a las 8:30 horas y terminábamos sobre las 15:00h”. Una ruta que Ruby recuerda como “amena” ya que se les iba uniendo gente por el camino: “Todos querían saber dónde estábamos y desde la fundación de Isla Mauricio, a la que hemos destinado los fondos, nos iban llamando para preguntarnos y poder informar a la gente y que nos pudieran acompañar. Se ha hecho muy llevadero porque íbamos hablando con ellos y han sido los encargados de hacer esta experiencia muy agradable. Estamos muy emocionados por el cariño que hemos recibido”.

Más de 10.000 euros han conseguido recaudar en total, aunque la mayor parte se ha quedado en Isla Mauricio. “Este proyecto permite que todas aquellas personas que no disponen de transporte para ir al hospital a recibir los tratamientos contra el cáncer puedan hacerlo de forma gratuita. Hemos cubierto seis meses de transporte para todos ellos”, ha afirmado Ruby.

Un camino que les ha servido para darse cuenta de que quieren seguir vinculados a las acciones solidarias frente al cáncer. Porque es un problema que les ha tocado vivir de cerca, no solo con el fallecimiento de sus madres, sino que Ruby, que es dueña de una academia de inglés, ha visto “a algunos alumnos pasar por esta terrible enfermedad”. Tristemente, “es algo que tienen muchas personas y queremos seguir ayudando en ello para que puedan tener una mejor vida y se investigue”. Por ello, consideran que estas personas son “quienes más lo necesitan”.

Un trayecto complicado, pero lleno de agradecimientos

El camino ha tenido algunas complicaciones. Ruby asegura que son carreteras estrechas y que se tenían que apartar para que los autobuses y camiones pudieran pasar. Sin embargo, “todo ha merecido la pena” cuando veía los abrazos que les daban y el agradecimiento que la gente tenía con ellos.

Además, esta iniciativa le ha servido a la protagonista para reencontrarse con el lugar en el que nació. Un sitio que ya apenas visita porque “no tiene a ningún familiar allí” y que, probablemente, hasta dentro de “unos cuantos años” no volverá a ver.

Finalmente, entre bromas, Ruby ha asegurado que, tanto ella como su marido, continuarán con estos proyectos. Ya han hecho el Kilimanjaro y el Camino Inca a Machu Picchu. Todo ello ha sido posible gracias a la gran base que tienen por haber sido corredores de fondo y haber hecho maratones.

Continuará, aunque por ahora no saben dónde ni cuándo: “Yo tengo 62 años y Dave tiene 69, ya no estamos para muchos trotes. No hemos decidido el próximo destino, pero sí que sabemos que habrá más y que los fondos serán para la lucha contra el cáncer”.