La Real Academia de Medicina y Cirugía ha reanudado sus sesiones científicas con la Pasión de Jesús de Nazaret. El doctor Resines analizó ayer la Pasión de Jesús de Nazaret bajo el aspecto médico y sus consecuencias posteriores por las gravísimas heridas sufridas.

Fue una interesante sesión científica en la sede de la Academia que, tras dos años de inactividad por el Covid-19, por fin se han vuelto a reanudar. Un día antes, se oficializó la designación como presidente de honor del que fuera presidente de la institución médica, doctor Ángel Marañón Cabello, catedrático de Medicina Interna de la Universidad de Valladolid.

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La presentación del doctor Resines estuvo a cargo del académico de número y actual vicepresidente de la Academia, doctor Antonio María Mateo, quién  comenzó haciendo una descripción del conferenciante, Dr. Rafael Resines Llorente, médico pediatra cuyo ejercicio profesional se ha venido desarrollando en Vitoria.

El doctor Mateo recordó con emoción la etapa que ambos vivieron durante sus estudios en la Facultad de Medicina de Valladolid, formando parte del curso con el doctor Marañón: “una promoción -dijo Mateo- que diera a la sociedad seis catedráticos, un rector y múltiples jefes de servicio”.

Tras describir los méritos del doctor Resines y los estudios de investigación, realizados para la consejería de Sanidad del Gobierno Vasco, el doctor Mateo pasó a considerar la especial afición del conferenciante por el estudio de los aspectos literarios e históricos que rodean a la figura de Jesús de Nazaret, relatando su visita a la exposición de la Sábana Santa en Turín, así como su interés por las investigaciones y publicaciones sobre la misma.

El doctor Resines, tras agradecer su invitación a la Academia y a su colega el doctor Mateo por su exquisita presentación, inició su exposición haciendo una serie de consideraciones sobre la citada sábana, sobre todo por las manchas de sangre y otros elementos que permitieron obtener las imágenes humanas que hoy se conocen en todo el mundo.

Destacó los análisis antropométricos de la sábana, que permiten afirmar que en ella estuvo envuelto un hombre de complexión atlética, raza semítica, pelo ligeramente ondulado, cejas oscuras, nariz fina y larga; poblada barba y una altura de 1,80 metros, junto a otras características descriptivas. Luego pasaría a describir las diversas etapas de la Pasión desde el Huerto de los Olivos, interrogatorios, flagelación, coronación de espinas, camino del calvario y crucifixión; deteniéndose en esta última para pormenorizar en los detalles de la técnica de este tormento.

El auditorio del Palacio de los Vivero, con lleno total, y a través de diapositivas, pudo escuchar y ver cómo y de qué manera se procedió a colocar los clavos y el sufrimiento que pudo ocasionar en su cuerpo tras la colocación y la suspensión del mismo. Como epílogo del todo el daño sufrido, el doctor Resines analizó el mecanismo de la muerte y las lesiones que pudieron causarla, deteniéndose en describir la lanzada que Jesús recibiera en el tórax, la dirección y efectos de la misma.

La conferencia resultó muy ilustrativa sobre un episodio histórico que relata los sufrimientos de uno de los personajes más importantes de la historia de la humanidad, y las lesiones que, bajo criterio médico, pudieron causarse a un hombre condenado a morir en la cruz tras múltiples modalidades de tortura.

Para ilustrarlo, presentó el análisis de las manchas de sangre en la sábana, con las heridas sufridas en cada etapa de la pasión, destacando por su brutalidad los daños causados por la flagelación y su consecuencia, traducida en la pérdida de sangre, dolor, daño muscular, liberación de mioglobulina y repercusión renal, sumado a la acidosis, hipoxia, taquicardia, hipotensión, etc.

Por último, el doctor Resines describió esquemáticamente todos los procesos que pudieron causar la muerte y los problemas respiratorios inherentes a la dificultad de movimientos del crucificado. No dudó en calificar de brutales los tormentos aplicados a Jesús de Nazaret, que superan con mucho a la idea general que se tiene de la Pasión de Cristo, según los episodios evangélicos.