Participantes en la carrera, a su paso por la Catedral de Valladolid.

Participantes en la carrera, a su paso por la Catedral de Valladolid.

Valladolid

La solidaridad de 2.000 personas alumbra el retorno de ‘Ríos de Luz’

La carrera popular nocturna transcurrió por el centro de la ciudad iluminando 18 lugares emblemáticos y sobre 5,3 km de distancia. La recaudación será donada íntegramente a los proyectos de las entidades Entreculturas, Red Íncola y Unicef

5 marzo, 2022 21:44

“Hemos recuperado con notable éxito una de las carreras más emblemáticas del calendario vallisoletano. Ríos de Luz fue la primera prueba deportiva que tuvo que suspenderse con la pandemia, por eso hay que estar más que contentos y emocionados. Nos debe sacar a todos una sonrisa pese a la época compleja que estamos pasando”. Con estas palabras, el concejal de Deportes, Alberto Bustos, daba voz a todos los participantes que se reunieron hoy por la noche en la línea de salida en la  Cúpula del Milenio.

Y es que había ganas. Muchas ganas de correr, de compartir y de disfrutar. La IX Carrera Popular Nocturna Ríos de Luz se celebró ayer, dos años después, como un símbolo de que a partir de ahora las cosas van a ir a mejor. El retorno a la luz ‘ilustrada’ volvió a alumbrar los monumentos de la ciudad, pero también el espíritu solidario de sus vecinos que, alrededor de 2.000 personas, se inscribieron para donar lo recaudado a las tres entidades beneficiarias Entreculturas, Red Íncola y Unicef. Organizada por la Fundación Municipal de Deportes y el Ayuntamiento de Valladolid, colaboraron CD Atletas Populares y Runva Sport. Además, como patrocinadores figuraron Coca Cola, Justo Muñoz, Centro Comercial Carrefour y Aquavall. Más de 300 vallas, 140 voluntarios, protección civil y policía, camión escenario…, todo estuvo en orden para llevar a cabo esta significativa  prueba.

Después del minuto de silencio en memoria de los fallecidos por el coronavirus, la salida se produjo desde la Cúpula del Milenio a las 20:00 horas para completar los 5,3 kilómetros del precioso recorrido urbano en una de las carreras populares más espectaculares de Valladolid. Algunos minutos después los más rápidos llegaban a la meta en la misma ubicación de esta carrera no competitiva.

La única cita popular nocturna desarrollada en la ciudad recorrió algunos de los lugares más emblemáticos de la llamada ruta ‘Ríos de Luz’, como la Catedral, el Teatro Calderón, el Archivo Municipal, el Palacio de Fabio Nelli, San Pablo, la Universidad, el Patio Herreriano o el Museo Nacional de Escultura, entre otros, hasta completar los 18 monumentos iluminados. En la memoria, la primera edición, celebrada el 12 de noviembre de 2011 y ‘Por la pobreza’, que se realizó de formas paralela a la Cumbre Mundial del Microcrédito. Allí participaron cerca de 800 personas y el coste de inscripción fue de un euro. Ese mismo año este evento logró el primer premio City People Light 2011 al mejor proyecto mundial de iluminación urbana en el certamen de la Asociación Comunitaria Internacional de Alumbrado Urbano (LUCI). Once años y nueve ediciones después ha vuelto, volvió hoy, para recuperar este evento singular que transcurre por los lugares más representativos de Valladolid

Junto a representantes de Unicef, Entreculturas y Red Íncola, Alberto Bustos, se mostraba realmente satisfecho. “Hemos logrado reunir alrededor de 2000 personas que recorrieron la ciudad en una de las más bellas carreras populares. Hay que agradecer el trabajo de los voluntarios, de las tres oenegés, del club Atletas Populares, y también de la Policía Municipal, Protección Civil, y del equipo técnico de la FMD. Todos ellos han vuelto a hacer que el deporte sea una herramienta para mejorar el ánimo de la ciudad”, indicó.

La recaudación de la totalidad de las inscripciones irá destinada al apoyo escolar a 233 niños en riesgo de exclusión de la Rondilla y Delicias, a través de Red Íncola; a la campaña de vacunación de Covid en países donde no llega la misma, mediante del mecanismo Covax y a través de Unicef, y al proyecto que Entreculturas tiene en Haití con más de 5.000 niños en un campamento de desplazados después del terremoto de 2010.