“No descartamos más peatonalizaciones siempre y cuando haya consenso con los implicados”. Ese es el mensaje que ha enviado hoy el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, durante la visita a las obras realizadas en el entorno de la calle María de Molina en la que el Ayuntamiento ha destinado 623.000 euros para la peatonalización de 4.758 metros cuadrados y la remodelación de la red de abastecimiento de agua.

Respecto a si está en sus planes peatonalizar todo el centro histórico, el regido ha aclarado que “ya se ha hecho en una gran parte y lo que hemos hecho hasta ahora es proceder de una manera racional”. En ese sentido ha añadido que “se ha conseguido que cada intervención de este tipo se perciba como algo plenamente justificado e incluso sean los propios comerciantes quienes lo solicitan”.

Y es que Puente cree que es “bueno que estas obras vayan precedidas de un cierto consenso, tanto ciudadano como empresarial y en este caso lo hay”. Por eso la idea del Equipo de Gobierno es “proceder a peatonalizaciones” cuando haya petición y posibilidad para ello.

Puente y Vélez durante la visita a las obras de peatonalización

Asimismo, el alcalde explicó que en la del entono de María de Molina los empresarios también solicitaron la peatonalización desde la calle San Lorenzo hasta la Plaza de Poniente. “Nos lo han pedido, pero no se ha podido hacer porque hay un parking público, con un número de plazas muy importante que ha retraído esta acción ya que dificultaba mucho la obra”. Eso sí, no abandona la idea de poder materializarlo en un futuro.

En este entorno, además, se ha utilizado el asfalto coloreado para hacer el espacio más agradable. Una fórmula “mejor” que la que se usó en el pintado de otras calles y que no descartan utilizar en futuras intervenciones. Además, el precio de este material, sobre el del adoquín, es sensiblemente más barato. Mientras un metro cuadrado de este asfalto cuesta alrededor de 30 euros, el del adoquín llega a los cien.

Pese a ello, en esta obra ha habido una parte que se adoquinado, la que está aledañas al Museo de San Joaquín y Santa Ana, porque “hemos querido mantener la construcción histórica que había anteriormente”.