Silvia Muñoz y la fábrica de El Campo en Sanchonuño

Silvia Muñoz y la fábrica de El Campo en Sanchonuño Fotografías cedidas a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Segovia

Silvia, una mujer líder al frente de una histórica empresa segoviana: "Apostamos por lo sano, seguro y sostenible"

Está al frente de un negocio que se ubica en Sanchonuño, en la provincia de Segovia, y destaca por su maíz dulce y remolacha roja envasada al vacío.

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Los orígenes de El Campo se remontan al año 1975. Fue entonces cuando Teodoro Muñoz comienza con la producción de zanahoria. Ya en 1992, la marca realiza una apuesta arriesgada para diversificar su actividad hacia la quinta gama de maíz dulce, remolacha y patata.

Desde entonces, la empresa ha experimentado un “crecimiento notable” en lo que tiene que ver con los recursos humanos y las instalaciones, pero siempre sin perder la identidad y los objetivos de excelencia que les han caracterizado a lo largo de estos años.

“Es imprescindible equilibrar nuestro desarrollo empresarial con la colaboración con la sociedad. Así lo reflejamos en nuestro compromiso social”, explica, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, Silvia Muñoz del Caz, la gerente de la Empresa Hijos de Teodoro Muñoz.

Una empresa que se ubica en Sanchonuño (Segovia), concretamente en la carretera Segovia número 44. Un pueblo que cuenta en la actualidad, y según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) con 1.027 habitantes.

Charlamos con Silvia sobre la historia de una empresa que suma años y años de actividad con productos sanos y de calidad que merece la pena probar.

Imagen de la planta de El Campo en Sanchonuño

Imagen de la planta de El Campo en Sanchonuño Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

Silvia, una líder

Me defino como una mujer emprendedora y líder que busca siempre dar el mejor producto a sus clientes. Así intentamos crecer día a día”, asegura Silvia Muñoz del Caz, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

Ella es la gerente de la empresa Hijos de Teodoro Muñoz y está al frente de El Campo. Nació en Sanchonuño y asegura que “tuvo una infancia feliz creciendo en el seno de una gran familia”.

Desde muy joven colaboró con sus padres en las labores de la empresa de zanahorias que su padre puso en marcha. Esto le inculcó valores como “el esfuerzo y la responsabilidad”. Más tarde continuó con su formación académica y se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Valladolid.

“Cuando era pequeña quería lo que he conseguido hoy que es liderar la empresa familiar”, asegura Silvia, amante del deporte, de la lectura y de los viajes.

Fue a la muerte de su padre cuando cogió las riendas de la empresa, allá por el año 2008.

Maíz dulce y remolacha roja

El Campo nace en el año 1992 cuando se diversificó la actividad de la empresa orientándola hacia la elaboración de hortalizas denominadas de quinta gama. Una visión de futuro que, una vez más, mi padre Teodoro Muñoz supo poner en marcha y propició la creación de la marca comercial El Campo”, afirma nuestra entrevistada.

33 años de historia de la empresa y desde 2008 con Silvia al frente, como segunda generación sacando, día a día, el negocio adelante con el cultivo de maíz dulce y remolacha roja.

Todo en unas instalaciones que suman más de 18.000 metros cuadrados y que están ubicadas en Sanchonuño, en la comarca del Carracillo, dentro de la provincia de Segovia, en una zona privilegiada para la producción de sus productos de verduras y hortalizas.

“La mayoría de nuestros campos se encuentran en un radio de 80 kilómetros alrededor de nuestra base. Sin embargo, para garantizar el suministro durante las épocas en las que no podemos sembrar localmente, recurrimos a campos ubicados en Andalucía y Extremadura”, explica.

Sus productos, tanto el maíz dulce, como la remolacha roja de mesa envasados al vacío se comercializan principalmente en España.

El maíz dulce de El Campo, envasado al vacío

El maíz dulce de El Campo, envasado al vacío Fotografía cedida a EL ESPAÑOL de Castilla y León

Aproximadamente el 75% de las ventas se realiza a través de Mercadona y los mercados nacionales. El 25% restante de la producción va a la exportación para países como Finlandia, Alemania, Francia, Suiza o Singapur”, añade.

Calidad y futuro

Tanto la remolacha roja como el maíz en mazorca de quinta gama que venden están envasados al vacío y destacan por “estar listos para consumir en cualquier momento y lugar”.

Ofrece “comodidad y calidad y un sabor natural manteniéndose a un precio asequible y estable durante todo el año” gracias a su “proceso de pasteurización” con el que “garantizan la seguridad alimentaria y una excelente conservación sin necesidad de conservantes”.

En estos momentos cuentan con un total de 90 trabajadores, de los cuales el 70% son mujeres.

“Creemos que el futuro se construye con trabajo constante. Afrontando cada día con ánimo, capacidad de adaptación y compromiso. Nos reinventamos continuamente para responder a los desafíos actuales y a las demandas de los consumidores. De las necesidades surgen las nuevas oportunidades”, explica nuestra entrevistada.

Su objetivo pasa por “avanzar hacia un modelo basado en la sostenibilidad y la innovación” y están convencidos de que ese es el “camino para afrontar el futuro con garantías”.

“Empresas como El Campo son fundamentales para impulsar la sostenibilidad ambiental, económica y social en los territorios que nos acogen y dan sentido a nuestro trabajo. Apostamos por lo sano, seguro y sostenible”, finaliza Silvia, orgullosa.

No es para menos con el trabajo que lleva a cabo.