Marcos Paredes Hernández, obispillo 2025 de la Escolanía de la Santa Cruz del Valle de los Caídos
El pequeño salmantino Marcos, de 9 años, nuevo obispillo de la Escolanía del Valle de los Caídos
Ha sido elegido a través de dos votaciones entre los escolanes veteranos.
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Cada 1 de mayo, la Escolanía de la Santa Cruz de los Valles de los Caídos celebra su tradicional Fiesta del Obispillo, una antigua tradición de origen medieval que ha sido recuperada por la comunidad educativa. Para esta edición, el elegido ha sido Marcos Paredes Hernández, un pequeño alumno de nueve años y natural de Salamanca.
Así lo han dado a conocer desde el centro educativo a través de un comunicado remitido a los medios de comunicación, donde han explicado que esta festividad aglutina el sentido lúdico y la profunda enseñanza espiritual.
Durante la jornada, Marcos será revestido como 'obispo', asumiendo de manera simbólica la máxima autoridad, en una representación que pretende estar cargada de significado evangélico. El salmantino ha sido elegido a través de dos votaciones entre los escolanes veteranos.
En la primera ronda, cada alumno propuso a un compañero que destaca por su respeto, disciplina, compañerismo y esfuerzo. De entre los tres que más votos tienen, en una segunda votación, se elige al obispillo, su vicario y su secretario.
Este proceso busca fomentar la implicación y el discernimiento de los niños, subrayando además los valores que "la Escolanía quiere transmitir", según destacan.
"El Obispillo representa lo que realmente importa: ser pequeño ante Dios, tener el corazón limpio y vivir con alegría y sencillez", ha afirmado Fray Miguel Torres, director del centro.
"Esta fiesta combina la tradición, la participación de los niños y el reconocimiento de su esfuerzo a lo largo del curso. Todo lo que se vive ese día forma parte del proyecto educativo y de comunidad que queremos fomentar en la Escolanía", ha añadido.
La fiesta, en la que participan monjes, padres, profesores y todos los escolanes, arrancará con la Santa Misa a las 11:00 horas, en la que el obispillo presidirá simbólicamente el acto desde el trono del Abad.
Seguidamente, se celebrará el rito del besamanos, una comida fraternal con todas las familias, la entrega de diplomas al mérito escolar y una representación teatral que llevan preparando durante todo el curso, en la que también participa alguno de los monjes.
El acto finalizará con un pequeño concierto de orquesta, interpretado por los propios niños. Esta fiesta, reservada en su mayoría a las familias de los pequeños, es uno de los actos más esperados del año escolar.
