José María Mateos Valiente, tamborilero de Robleda, y Cata, su mujer Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo
José María Mateos Valiente, tamborilero de Robleda, premio 'Encina Charra 2025' de Ciudad Rodrigo
El galardón se entregará, como es tradicional, en el transcurso de la Fiesta de la Charrada que se celebrará en la Plaza Mayor en la tarde del 19 de abril.
Más información: La Fiesta de la Charrada de Ciudad Rodrigo: un encuentro con las raíces
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El Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo, desde la delegación de Cultura, que preside Belén Barco, ha concedido el galardón 'Encina Charra 2025' a José María Mateos Valiente, tamborilero de Robleda, y a titulo póstumo a su mujer Catalina Sánchez Moreno, fallecida este mismo año.
Este máximo galardón que se concede a la trayectoria, promoción y defensa del folclore charro se entregará, como es tradicional, en el transcurso de la Fiesta de la Charrada que se celebrará en la Plaza Mayor en la tarde del día 19 de abril, Sábado Santo.
José María Mateos Valiente nació hace 68 años en Robleda. Junto con su esposa, también robleana, Catalina Sánchez Moreno (1959-2025), se inició en el aprendizaje y difusión del rico folclore de este pueblo de la comarca del Rebollar.
A los 29 años comenzó a tocar la gaita y el tamboril en la Escuela de Tamborileros de Ciudad Rodrigo, para posteriormente especializarse en los toques más característicos y singulares de Robleda.
Toques que habían conservado los últimos tamborileros tradicionales, Emiliano Marcos, Tomás Mateos, Miguel González, tío Luis Obispo y José Tanín. Como tantos tamborileros tradicionales, José María construye con gran maestría sus propias gaitas y castañuelas.
Cata su mujer y compañera, falleció en el pasado mes de febrero, fue una excelente bailadora y cantadora, siempre junto a José María, recuperaron y pusieron en valor la cultura tradicional más genuina del Rebollar.
'El Fandangu de Roblea'
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Crearon el grupo 'El Fandangu de Roblea' para mostrar las músicas, bailes y vestimentas en festivales, conciertos, exhibiciones y medios de comunicación. Han difundido sus conocimientos por las redes de internet para que llegaran a multitud de gente y han publicado tres discos: Cantaris antiguos de Roblea, Tonás de antis y Música tradicional de Robleda.
En sus trabajos siempre han defendido el habla característica o dialecto del Rebollar, la palra o chalra. Gracias a José María y Cata bastantes niños y jóvenes que desconocían sus tradiciones han podido aprender y rescatar sus raíces culturales.
Han sacado a la luz los viejos bailes robleanos, como el son, el fandangu, el ofertorio, que bailaban los mayordomos de Santa Barbara o de la Asunción, la jota corrida y la jota ligera o de dos pasos. Antañones toques como las alborás y los pasacalles. Antiguas vestimentas de la mujer como, el manteo de gala, o de fiesta y menos gala como, saya de tirana, de ruedo, o bordá.
Atuendos del hombre como, el sombrero de bridas y ala ancha, el sayo, las medias de peal, los zapatos de hebilla. Canciones religiosas y de fiesta o taberna, que se cantaban por Navidad, Carnaval, San Juan, o Nuestra Señora de Agosto; de trabajo como, la siega, arada y acarreo. Todo ello lo han enseñado José María y Cata con la más rigurosa autenticidad de su tierra del Rebollar, manteniendo su más pura idiosincrasia e identidad.