Desde hace más de 500 años, este marrano recorre las calles del municipio como un vecino más
El cerdo más famoso de España vive en La Alberca: la tradición que enamora al mundo
El emblemático marrano pasea por las calles del municipio salmantino, cautivando a vecinos y turistas mientras mantiene viva una tradición solidaria de más de cinco siglos.
Más información: El pueblo más bonito de enero de 2025 está en Salamanca
Cada 17 de enero, La Alberca se viste de fiesta para honrar a San Antón, patrón de los animales, en una de las tradiciones más emblemáticas y queridas de este rincón de la Sierra de Francia.
Las calles del pueblo, que ya de por sí rebosan historia y encanto, se llenan de vecinos y visitantes dispuestos a celebrar el día grande del marrano de San Antón, un símbolo de solidaridad que, generación tras generación, ha sabido adaptarse sin perder su esencia.
En el corazón de la Sierra de Francia, donde las casas de piedra y balcones de madera cuentan historias de siglos, La Alberca se alza como un símbolo de tradición.
Este pintoresco pueblo además de ser conocido por su arquitectura y paisajes, lo es también por una peculiar tradición que sigue sorprendiendo a vecinos y visitantes: el cerdo de San Antón.
Desde hace más de 500 años, este marrano recorre las calles del municipio como un vecino más, representando valores como la solidaridad y el apego a las raíces culturales.
Antón, el protagonista
Ha pasado los últimos meses convirtiéndose en una auténtica estrella local. Bajo el cuidado de José Cambronel, su fiel escudero, este cerdo siempre conquista a turistas y albercanos con su carácter dócil y afable.
“Antón es famoso como ninguno; se deja acariciar y parece disfrutar de la atención”, comenta José. Desde junio, el animal pasea cada mañana por las calles del pueblo, atrayendo a visitantes que no dudan en inmortalizar el momento con sus cámaras.
El alcalde de La Alberca, Miguel Ángel Luengo, destaca para EL ESPAÑOL de Castilla y León que esta tradición trasciende lo anecdótico: “Es una muestra más de cómo La Alberca mantiene vivas sus raíces. El marrano de San Antón es parte de nuestra identidad y un atractivo que, además, tiene un fin solidario”.
Antaño, el cerdo se rifaba para ayudar a las familias más necesitadas, asegurándoles alimento durante buena parte del año. Hoy, los fondos recaudados se destinan a organizaciones benéficas, manteniendo intacto ese espíritu solidario.
La fama del marrano no se limita al ámbito local. La tradición ha captado la atención de medios internacionales, llegando incluso a televisiones en Corea del Sur. Este fenómeno, lejos de desvirtuar la esencia de la costumbre, ha contribuido a dar a conocer el carácter único de La Alberca.
Una tradición que simboliza historia y solidaridad, pero también el esfuerzo compartido de los albercanos. Alimentado por vecinos y turistas con restos de frutas y pienso, vive como un auténtico VIP, aunque en los últimos meses ha seguido una estricta dieta para mantenerse en forma.
El día clave, la rifa
La cita congrega a cientos de personas que participan con entusiasmo en esta jornada festiva. Para los albercanos, es la oportunidad de rendir homenaje a su historia y compartirla con quienes llegan atraídos por esta curiosa tradición.
Es increíble que en pleno siglo XXI se mantengan costumbres así, más aún cuando tienen un propósito solidario”, comenta un turista impresionado.
En un mundo que avanza a toda velocidad, La Alberca recuerda que el pasado no tiene por qué quedar atrás. Antón, con su trote pausado y su carácter amigable, es mucho más que un cerdo; es un símbolo vivo de cómo la sociedad, la historia y la generosidad pueden convivir en perfecta armonía.
Y mientras camina por las calles, arrastrando algún saco que otro y robando sonrisas, nos enseña que las tradiciones además de preservarse: también se disfrutan.