El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León desestima íntegramente el recurso de apelación interpuesto por la representación procesal de O. R. R., contra la sentencia de fecha 14 de noviembre de 2022, dictada por la Audiencia Provincial de Salamanca. Mediante este auto del TSJCyL, condenan al procesado como autor criminalmente responsable de un delito de abuso sexual a menor de dieciséis años, y de otro delito continuado de exhibicionismo, a las penas de cinco años de prisión por el primero, y por el segundo, diez meses de prisión.

Además, prohíbe la aproximación a menos de 250 metros, respecto de las personas de las menores E.A. R., su domicilio, lugar de estudio y/o cualquier otro frecuentado por éstas y de comunicación con las mismas por cualquier medio, todo ello por plazo o tiempo de 6 años superior a las respectivas penas de prisión impuestas.

Hechos probados

La Audiencia Provincial de Salamanca y también el TSJ dan por probado que O.R. R., mayor de edad y sin antecedentes penales, venía manteniendo desde unos años antes al año 2020 una intensa relación de amistad con el matrimonio formado por F.A. R. y M. E. R. de S., en razón de que O. y F. fueron, en su día, compañeros de trabajo, merced a la cual durante el mes de noviembre del citado año acudía frecuentemente al domicilio de estos últimos en Salamanca, en el que muchas veces comía o pasaba largos ratos, sobre todo los fines de semana.

En concreto, el 28 de noviembre de dicho año, tras comer junto a F. y M. E. en la vivienda de estos, y siendo en torno a las cinco de la tarde, invitó a la hija de aquellos, llamada E. nacida el 30 de junio de 2013, a que se fuera a pasar un rato con él jugando con una tablet en su domicilio, a lo que accedió la niña, con el consentimiento de sus padres, dada la confianza que estos tenían en O.

Una vez el procesado y la citada niña se hallaban en este último domicilio, guiado por un propósito lascivo y libidinoso, le bajó los pantalones a la menor y, a continuación, le chupó su zona íntima (vagina), sin que conste con certeza que llegara a introducir la lengua en dicha cavidad, para luego, él mismo bajarse sus pantalones pidiéndole a la niña que le tocara el pene; tras lo cual la niña abandonó dicho domicilio, precipitadamente, y se dirigió a su casa, a la que llegó sobre las 17,30 horas, contándole a su madre, poco tiempo después, lo que acababa de sufrir.

Asimismo, en varias ocasiones, en fecha y hora indeterminada, pero, en todo caso, anterior y próximas al citado 28 de noviembre de 2020, O. voluntariamente, mostró su pene a la citada niña E. y, además, a la otra hija aún más pequeña de F. y M. E llamada E. y nacida en 2017, diciéndoles que no se lo dijeran a nadie.