Gran corrida de toros en Guijuelo, con Emilio de Justo, Morante y Diosleguarde a hombros

Gran corrida de toros en Guijuelo, con Emilio de Justo, Morante y Diosleguarde a hombros L. Falcão

Salamanca Toros

Triunfos, orejas y otras bajas pasiones en la corrida extraordinaria de Guijuelo

Los tres matadores, Morante de la Puebla, Emilio de Justo y Manuel Diosleguarde que reaparecía, abrieron la Puerta Grande, con una apetecible corrida de Capea

24 abril, 2023 01:02

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Tarde soleada de 'no hay billetes' para recibir a Morante de la Puebla, Emilio de Justo y Manuel Diosleguarde con toros de El Capea y Carmen Lorenzo en la plaza de toros de Guijuelo, de cuyos tendidos no paraban de manar ríos y ríos de gente. Para cuando salieron los alguacilillos nos dieron exactamente las 17:44 recién entradas, pero ojo, que no queda ahí la cosa, después del paseíllo y la ya tradicional Marcha Real, se les obsequió a los toreros del cartel con un jamón a cada uno, y entre besos, saludos, obsequios, la aparición del clásico diputado de Deportes, y demás ínfulas y floripondios nos dan las 17:57 para cuando quiere asomar el primer toro.

Toro de nombre 'Botinero', negro, herrado con el número 30 y de 495 kg, al que Morante recibe con sus típicos lances al aire, para templar la brusca embestida del astado hasta que coge el aire y comienza meciendo el capote con ese aire de majestuosidad, en el que te suena una danza lenta pero imperiosa en la cabeza. El toro sale algo hastiado de su suerte de varas y prende el capote del matador después de una media sensacional.

Destacados pares de banderillas que animan a la grada, deseosa de ver lo que puede dar la muleta del diestro sevillano. Don José Antonio recibe con la mano derecha pegando a tablas mientras se abría proyectivamente hacia el tercio, pegando muletazos de envergadura, pero con poca entrega por parte del toro, apagándose más y más conforme iba avanzando la suerte del trapo rojo, eso sí, sin abrir la boca. Estocada un pelín desprendida. Oreja con una pobre petición y protestada por algunos guijuelanos o guijuelenses.

Su segundo ya fue otra cosa, 'Veteranoriojano', el cuarto de la tarde, con un nombre, parece, inspirado en los buenos vinos salió de toriles con buen cuajo, es probable que Morante lo viese bueno de salida, puesto que nada más pisar los terrenos del diestro de La Puebla se apreció un toreo a la verónica de extraordinaria exquisitez, retando la serie de pases con medias al estilo gallesco, que hacían augurar un buen espectáculo con la muleta, y así fue, después de unos buenos pares de los platerescos Lili y Alberto Zaya. En el trasiego y brega de las banderillas pareció como si el toro perdiera una de las patas de atrás, en un pozo parecía estar el gozo de todos los morantistas, que vieron feliz al genio mundial del toreo, pero Morante pide calma con la mano izquierda, mientras enfila a meter en vereda al caprichoso burel, al que le saca unos muletazos de padre muy señor mío, enamorándonos a todos, viendo como el misterio se ha hecho carne. ¡Que Dios me perdone la blasfemia!, pero santo cielo, qué naturales, qué maravilla, qué gozada al son de una música a la que el torero demandó con esa exigencia y elegancia que solo pueden tener los genios, finalizamos con un abanico florido. Pinchazo a la primera y estocada delantera a la segunda. Dos orejas.

De Justo, una gran espera

Tremendo natural de Emilio de Justo

Tremendo natural de Emilio de Justo L. Falcão

El extremeño Emilio de Justo volvía a una de las plazas que más le esperaba y en la que tanta consideración se le tiene. Abría su lote 'Beterano', de 520 kilos, con tranco, morrillo estirado y actitud alegre, presumiblemente algo tocado de pitones, o quizá astigordo de las comunes pretensiones de rejones, que tanto tienen estos hierros murubeños, quién sabe. Recibe el extremeño con buenos lances capoteros al astado del Capea. Brinda el toro a su compañero de cartel, Manuel Diosleguarde, en un gesto bonito y que le honra al torero de Torrejoncillo. Cuando la tarde iba en un momento de transición, De Justo pegó unos muletazos tremendos con el compás abierto, con ambas manos y una ligazón bonita, trabajada por ambos pitones. Qué naturales y qué gozada, amigo mío, rematando con una trincherilla que quita el sentido. Estocada casi entera y delantera. Sonó un aviso mientras intentaba la práctica, cada vez más común, pero no menos torticera, de dejar enganchado el descabello después de errar en el primer intento, una malintencionada y deslucida acción que habría que erradicar de la faz de la suerte del verduguillo. Oreja tras aviso y vuelta al ruedo al toro.

En el segundo de su lote, Emilio de Justo pasó más de puntillas, palpándose en el ambiente la sobreembriaguez del público en el toreo caro de Morante de la Puebla, tan deseado como inesperado. Sale de toriles 'Gorrillo', del hierro de Carmen Lorenzo, recibido con verónicas del tercio al centro del ruedo con el compás abierto. Mal picado. Brinda al público Emilio de Justo e inicia la faena flexionando las rodillas con derechazos y ayudados, y completa con series de gusto, pero de poca transmisión, y con un público todavía exhausto de la escena anterior. Pinchazo a la primera y estocada media delantera. Oreja.

Manuel Diosleguarde, el regreso más esperado

Manuel Diosleguarde brinda el toro a la doctora Marta Pérez López, quien con su equipo en la enfermería del coso segoviano evitaron un trágico desenlace al conseguir cortar la hemorragia y estabilizar al herido hasta llegar a Valladolid

Manuel Diosleguarde brinda el toro a la doctora Marta Pérez López, quien con su equipo en la enfermería del coso segoviano evitaron un trágico desenlace al conseguir cortar la hemorragia y estabilizar al herido hasta llegar a Valladolid L. Falcão

Volvía, tras el escalofriante percance del mes de agosto en Cuéllar, Manuel Diosleguarde. Un torero muy querido en Guijuelo, y no dejó indiferente a nadie. Recibe al tercero de la tarde con el capote, sufriendo un resbalón pesquiso, del que se repuso fácilmente, deleitándonos con unos delantales tremendos después de la suerte de varas en la que el picador Alberto Sandoval se llevó una ovación. Brinda Manuel Diosleguarde el toro a la doctora que le atendió el día de la terrible cornada en Cuéllar, iniciando la muleta de rodillas pegado a las tablas, con mucha valentía y honor, ese del que solo andan sobrados los toreros, rematando elegantemente a la que se levanta tras un bellísimo cambio de mano. Mientras Diosleguarde emborracha con sus pases al tendido guijuelense, suena el pasodoble 'S.M. el Viti', la canción por excelencia de los toreros salmantinos, finalizando con mucho valor. Pone la plaza en pie en todos los sentidos y alternando la muleta con ambas manos en la cara del toro. Estocada pescuecera con la que el toro cae redondo degollado. Dos orejas.

El segundo del lote de don Manuel Francisco Sánchez García sale de toriles con menos alegría que el anterior, encontrándose un laborioso y bello capote emanado de las manos poderosas del joven torero salmantino, recogiendo unas chicuelinas de laboriosa estética al salir el toro del caballo, rematadas con una vistosísima revolera con las vueltas del capote. Pares de banderillas tan traseros como elegantes. Remata Diosleguarde la tarde, embriagada de triunfo, con unos muletazos arrasadores, mientras suena la música del 'Gato Montés', una mezcla de intensidad, superación y torería bárbara. Estocada de guardia. Oreja tras aviso.

FICHA TÉCNICA

Plaza de Toros de Guijuelo (Salamanca). Lleno de 'no hay billetes'. Seis toros de Capea y Carmen Lorenzo, algo tocaditos y bien presentados. Vuelta al ruedo al segundo de la tarde.

Morante de la Puebla: oreja y dos orejas.

Emilio de Justo: oreja y oreja.

Manuel Diosleguarde: Dos orejas y oreja.