Bea Jarrín, junto a la procesión de los caramelos en Villada (Palencia)

Bea Jarrín, junto a la procesión de los caramelos en Villada (Palencia)

Palencia

El pueblo preferido de la periodista Bea Jarrín con la Semana Santa más dulce

En este municipio palentino mantiene una tradición muy curiosa desde hace siglos en su principal procesión.

Más información: Bea Jarrín, la periodista leonesa que triunfa en Telecinco: “Mi vida tiene matices que no son fáciles de entender, pero me encanta"

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Pueblos en Palencia hay muchos, pero tan originales como este, pocos. Y es que con solo 830 habitantes, este municipio palentino puede presumir de tener la Semana Santa más dulce de toda España y, además, de que una conocida periodista mantenga las raíces de su abuelo. Todo en uno.

El protagonista de este artículo es Villada, un municipio que se encuentra en el valle del río Sequillo, en la comarca natural de Tierra de Campos. A solo 40 kilómetros de Palencia y a 80 de Valladolid, por lo que está situada en un enclave perfecto.

Villada es un lugar perfecto para celebrar cosas. Lo hace con su famosa Feria de la Matanza y con las fiestas patronales en honor a San Luis Gonzaga en junio. Ahora bien, en Semana Santa también tienen un momento muy especial, porque se podría decir que cuenta con una procesión que es la más dulce de toda España.

Son muchos los turistas que se acercan a este municipio, y entre ellos siempre está alguien muy especial. La periodista leonesa Bea Jarrín que mantiene raíces con este pueblo ya que su abuelo, ya fallecido, nació en Villada. Por eso siempre es especial su visita.

No en vano, la colaboradora de Telecinco ha sido una de las elegidas como mondongueras el pasado año en el pueblo. Algo que le hizo mucha ilusión.

En su currículum tampoco pasa inadvertido su paso por Hora Punta de TVE, Aruser@s de La Sexta, su etapa de radio en Cadena Dial, en el programa Atrévete, o en Radio 4G en el programa Defectos perfectos que hacía con Chenoa; ni mucho menos su participación en Gran Hermano, donde ejercía de azafata con "la misión de entregar el sobre con el nombre de los expulsados a Mercedes Milá, que fue generosa y maravillosa".

Y volviendo a la Semana Santa más dulce, está claro que Villada tiene algo especial durante estos días. Aquí se celebra la ‘Procesión de los Caramelos”. Así como suena. Una tradición, que aparece ya recogida en el siglo XVI según los registros de los que dispone el municipio.

Algo que es curioso porque si por algo se caracterizan las procesiones en Tierras de Campos es por el silencio sepulcral. Sin embargo, eran los propios hermanos de la cofradía de la Cruz los que repartían entre los asistentes.

No se sabe buscar una explicación a este acto, aunque mantiene cierta semejanza con alguna procesión de la Región de Murcia, pero lo que sí se sabe es que Villada es un pueblo que sabe mantener sus tradiciones, y con esto, también lo han hecho.

En la Procesión del Silencio, durante el Jueves Santo. tan sólo se oye el caminar de los hermanos y los papeles de los caramelos que son repartidos por los cofrades entre los presentes.

Jueves Santo

El Jueves Santo, tras los oficios, tiene lugar la plática o platiquilla en la ermita del Cristo de la Magdalena, a su fin comienza la procesión. Los hermanos aviados con túnicas blancas y pañuelo y cíngulo negros desfilan con hachones de cera durante el recorrido, explica a EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León, Francisco Calvo Manzanares, vecino del pueblo y gran conocedor de sus tradiciones.

“Está claro que hay un paralelismo con las procesiones murcianas donde tienen una parecida costumbre. Sin embargo, no hay una explicación clara sobre este consumo, pero lo que está claro es que Villada ha sabido conservar con mimo esta tradición durante muchos siglos”, explica.

Imagen de una procesión de Jueves Santo de hace años

Imagen de una procesión de Jueves Santo de hace años Francisco Calvo

El número de normas y requisitos necesarios para pertenecer a esta cofradía, que data de 1800 aunque su actividad es mucho anterior. En la actualidad son mínimas; se paga una cuota anual y es además obligatorio para todo cofrade menor de 65 años, vestir una túnica blanca con un pañuelo negro al cuello, el día de Jueves Santo, durante la procesión de la Virgen de los caramelos. De 65 años en adelante, esta norma será solo optativa.

De esta manera tan curiosa es como Villada recibe al Viernes Santo con el sonido de carracas, que rompían el silencio la mañana de la muerte del Señor.