Un cartel en Condado de Treviño reivindicando la anexión del enclave a Álava y una imagen de La Puebla de Arganzón, en un montaje de EL ESPAÑOL

Un cartel en Condado de Treviño reivindicando la anexión del enclave a Álava y una imagen de La Puebla de Arganzón, en un montaje de EL ESPAÑOL

Burgos

La nueva batalla por Treviño: el enclave de Burgos y feudo del nacionalismo vasco que Álava quiere conquistar en 2029

El diputado general alavés ha defendido que existe una "oportunidad" de anexionarse este territorio durante los próximos cuatro años y la Junta ha reiterado que seguirá perteneciendo a Castilla y León.

Más información: Álava ve una "oportunidad" para anexionarse Treviño en 2029 y Castilla y León responde: "El Estatuto es muy claro"

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El viajero que visite el enclave de Treviño, ubicado geográficamente en el sur de la provincia de Álava pero perteneciente a la de Burgos, descubrirá particularidades que captarán su atención. Aunque forma parte de la comunidad autónoma de Castilla y León, los carteles municipales están en castellano y euskera, y una notable proporción de sus habitantes habla la lengua vasca.

Este territorio ha generado intensas disputas, especialmente en el último siglo, entre quienes defienden su continuidad en la Comunidad y aquellos que abogan por su integración en Álava, y esta semana se ha desatado una nueva batalla en el marco de la eterna guerra por el enclave.

Por vez primera, la provincia alavesa ha fijado una fecha límite, el año 2029, para anexionarse Treviño, y ha hecho saltar todas las alarmas tanto en la Diputación de Burgos como en la Junta de Castilla y León.

El diputado general de Álava, Ramiro González, marcó un cambio de rumbo en el pleno de las Juntas Generales del pasado miércoles al declarar que el acuerdo de prestación de servicios con Burgos se renovará "por última vez", con el objetivo de completar en los próximos cuatro años la integración oficial del enclave de Treviño en la provincia de Álava.

González fue contundente y estableció un ultimátum implícito, afirmando que la situación actual resulta "demasiado cómoda" para la Diputación de Burgos, que "no presta servicios ni avanza hacia la integración".

Objetivo: anexión en 2029

El diputado general de Álava aseguró ver "una oportunidad" en el momento actual para resolver el "anacronismo" del enclave, que pertenece a la provincia de Burgos aún encontrándose físicamente en territorio alavés y más cerca de Vitoria que de la capital burgalesa, proponiendo su integración en Álava como solución.

En concreto, señaló que los convenios renovados con la Diputación de Burgos, que se extenderán durante cuatro años, se renovarían "por última vez" con el objetivo de abrir un plazo hasta 2029 para conseguir la integración del enclave en la provincia alavesa "con normalidad".

Una propuesta que fue respondida el pasado jueves por la Junta de Castilla y León. "El Estatuto es muy claro y nosotros vamos a seguir cumpliendo el Estatuto, al Gobierno autonómico no se ha dirigido en modo alguno y si se dirige a nosotros sabe cuál es la respuesta", afirmó el portavoz del Ejecutivo autonómico, Carlos Fernández Carriedo, tras la reunión del Consejo de Gobierno.

En el pleno de control de las Juntas Generales, González criticó duramente la postura territorial de la Diputación de Burgos, especialmente la de su presidente Borja Suárez, a quien acusó de "quebrantar la buena fe" y de faltar al respeto a Álava con sus declaraciones sobre los fueros y el debate amplificado por el nacionalismo vasco.

Según el diputado general, estas palabras suponen "una ofensa" al territorio y sus instituciones. El diputado alavés subrayó que los convenios con Burgos siempre han sido temporales y que su propósito ha sido garantizar a los habitantes del enclave servicios similares a los de Álava, como una medida de apoyo "excepcional".

Sin embargo, señaló que la Diputación de Burgos se encuentra en una posición "muy cómoda" y que el actual escenario es solo una "excepcionalidad" que podría revisarse en 2029. Una postura con la que difiere diametralmente la Junta de Castilla y León, que recordó que el Estatuto es "muy claro" al respecto y que consagra la pertenencia del enclave a la provincia de Burgos.

"Una ventana para segregar"

El presidente de la Diputación de Burgos, Borja Suárez, por su parte, consideró este jueves "alarmante" la "nueva intención del nacionalismo vasco, que dice que la ventana para segregar un territorio es Pedro Sánchez", en respuesta al diputado general de Álava, Ramiro González, quien en el pleno de las Juntas Generales celebrado este miércoles aseguró que se fija como objetivo anexionarse el condado burgalés de Treviño en 2029.

"Eso sí que salta todas las alarmas", exclamó, al tiempo que manifestó que "hemos asistido hace poco tiempo a ver cómo se privilegia al País Vasco frente a Castilla y León con respecto a la capacidad energética de su futura industria y ahora nos tememos que sea Pedro Sánchez, en este caso, ante esa necesidad de tener los votos del nacionalismo vasco al que se le pida que haga cualquier temeridad para saltarse".

Por otro lado, sostuvo que "la norma que también ampara la Constitución son los estatutos de autonomía" y que “para segregar un territorio de Castilla y León en otra Comunidad está negro sobre blanco en la disposición transitoria tercera". "Es así como se tienen que hacer las cosas", dijo, y añadió que "cualquier proceso que se salte nuestro Estatuto de Autonomía tendrá a Castilla y León delante".

Por eso, el también presidente del PP de Burgos hizo una "pregunta directa" al secretario general del PSOE en Castilla y León y candidato socialista a las próximas elecciones autonómicas, Carlos Martínez. "Si aquí va a estar con Castilla y León o va a estar con Pedro Sánchez y el nacionalismo vasco" porque la Comunidad, a su juicio, se está "jugando mucho".

Feudo del nacionalismo vasco

El enclave de Treviño es un auténtico feudo del nacionalismo vasco. En las últimas elecciones municipales, en las dos localidades del enclave, Condado de Treviño y La Puebla de Arganzón, los partidos que apoyan la incorporación al País Vasco obtuvieron una clara mayoría de votos, lo cual refleja el deseo de gran parte de la población de un enclave situado a solo 20 kilómetros de Vitoria, frente a los casi 100 que lo separan de Burgos, su capital provincial.

Pero La Puebla de Arganzón cuenta con una peculiaridad más: es el único municipio de Castilla y León gobernado por el Partido Nacionalista Vasco (PNV), desde que la formación jeltzale se impuso en los últimos comicios locales del 28 de mayo de 2023.

En aquella cita electoral, el PNV obtuvo 109 votos, un 43,42% del total, y cuatro concejales, frente a los 82 votos, un 32,66 %, y tres concejales de Euskal Herria Bildu. Todos los representantes del Consistorio, pues, pertenecen a formaciones nacionalistas vascas, ya que PP, con 22 votos, y PSOE y Vox, con 17, no obtuvieron ningún concejal.

La victoria del PNV dio la Alcaldía de este municipio burgalés a su candidato, Ángel Niño, que se convirtió en el primer regidor de la formación jeltzale en la historia de la localidad. Niño dimitió en diciembre de 2024 por motivos personales, siendo sucedido por su teniente de alcalde, Fran Muñoz, también del PNV, que ostenta en la actualidad el bastón de mando municipal.

El Gobierno municipal de La Puebla de Arganzón ha mostrado su clara voluntad de favorecer la incorporación del enclave de Treviño a Álava y en marzo de 2024 tanto el PNV como EH Bildu registraron una iniciativa para solicitar "la creación de una mesa de trabajo conjunta para la integración administrativa" en Álava del enclave.

"Consideramos que es hora de poner de nuevo sobre la mesa esta reivindicación y recuperar los compromisos entonces adquiridos", señalaron ambos partidos, recordando que en 2021 los ayuntamientos de La Puebla de Arganzón y Treviño "aprobaron una declaración en la que abogaban por su integración".

Fomento del euskera

La localidad cuenta con la única ikastola de toda Castilla y León, la Argantzon Ikastola, donde, además de impartir la educación Infantil y Primaria a los niños en euskera, se fomentan actividades de folclore y culturales para que los estudiantes conozcan las tradiciones y costumbres del País Vasco.

El Ejecutivo municipal del PNV, además, ha impulsado programas de euskaldunización para adultos, impulsando el uso social del euskera entre los vecinos en el deporte, la cultura y el ocio día a día, y ha mostrado su compromiso pleno con la defensa de la integración de Treviño en Álava.

Desde el Consistorio se ofrecen también clases de euskera para adultos y los bandos municipales se emiten en ambos idiomas, euskera y castellano. Con todo, curiosamente, la página web del Ayuntamiento solo puede consultarse en español, aunque algunas pestañas de la misma se encuentran traducidas.

Entre las asociaciones del municipio destaca una de clara impronta vasca, la Cuadrilla de Blusas Biotz Gaztea, y entre los restaurantes de la localidad se pueden encontrar desde algunos con el nombre en castellano, como La Plaza o La Legua, hasta otros como Bar Ansotegui, haciendo referencia a un apellido en euskera.

El ambiente en el pueblo deja claro el sentir mayoritario de sus habitantes y es que muchas viviendas se encuentran ataviadas con pancartas y carteles pidiendo la incorporación del enclave de Treviño a Álava. Además, cada vez más vitorianos cuentan con segundas residencias en el municipio y acuden habitualmente a La Puebla de Arganzón para desconectar de la vida diaria.

La Puebla de Arganzón, además, acogió en junio de 2018 la 38 edición del 'Araba Euskaraz', la fiesta del euskera de las ikastolas concertadas alavesas, que congregó a miles de personas en la localidad burgalesa y que tuvo como una de sus principales reivindicaciones que la educación en euskera para los treviñeses "se garantice hasta los 12 años".

Un pasado abertzale

La historia reciente de La Puebla de Arganzón también ha estado estrechamente vinculada a la petición de su incorporación al País Vasco y es que antes de la llegada al poder del PNV, el municipio contó con un Gobierno municipal dirigido por la formación de la izquierda abertzale EH Bildu, bajo la dirección de Pablo Ortiz de Latierro.

En las elecciones municipales de mayo de 2019, EH Bildu fue la fuerza más votada, con más de un 44 % de las papeletas, y el PNV logró el segundo puesto, con un 35,45 % de los votos. En total, casi un 80 % de los sufragios fueron a parar a partidos nacionalistas vascos y partidarios de la incorporación del territorio a Álava.

Unos resultados inclinados hacia el nacionalismo que se replicaron en los últimos comicios locales de mayo de 2023 en el otro municipio del enclave, Condado de Treviño.

En aquella cita electoral, la agrupación popular favorable a la incorporación del enclave al País Vasco, Treviño Día a Día, encabezada por el alcalde, Adolfo Estavillo, consiguió tres concejales.

A ella le siguió la Agrupación Independiente del Condado de Treviño, con dos concejales y el PP, con otros dos. Por su parte, el PNV logró un concejal y EH Bildu, otro. En total, cinco concejales favorables a la incorporación de Treviño a Álava en el Consistorio, configurando una mayoría absoluta proclive a que el enclave deje de formar parte de Castilla y León.

Una eterna disputa

El origen histórico del enclave hay que situarlo en la Edad Media, concretamente en el año 1190 cuando La Puebla de Arganzón recibió un fuero por parte del rey Alfonso VIII de Castilla. En 1200, solo una década después, este mismo monarca se hizo con el control del municipio del Condado de Treviño, la capital del enclave.

Estos hechos sirvieron de punto de partida para la configuración de un señorío de la corona, concretamente perteneciente a la casa de Manrique de Lara, quedando en manos de nobles castellanos y comenzando a vivir un recorrido histórico alejado del del resto del territorio de Álava.

Ya en el siglo XVII se observaron las primeras intentonas por parte de las instituciones de Treviño de integrarse en las Juntas Generales de Álava pero no llegaron a buen puerto y la división provincial de Javier de Burgos, en 1833, consagró de forma oficial la situación, dejando el enclave en manos de la provincia de Burgos.

Hasta entrado el siglo XX no llegaría la siguiente intentona de incorporación del enclave a la provincia alavesa.

Entre 1917 y 1919 la Cámara de Comercio de Álava intentó que el enclave se incluyera en el proyecto de Estatuto Vasco del conde de Romanones, aunque su caída en desgracia dejó el proyecto en papel mojado. En mayo de 1936, dos meses antes del inicio de la Guerra Civil Española, La Puebla de Arganzón solicitó su ingreso en Álava pero este intento también fracasó.

Iniciada la posguerra, en 1940, el Gobierno civil de Burgos organizó un referéndum en el que el 98% de la población del enclave se mostró partidaria de incorporarse a la provincia de Álava y, en virtud de estos resultados, los dos municipios pidieron iniciar el expediente de agregación del enclave.

Pero las autoridades no consideraron ese referéndum una actuación legal y, de nuevo, la intentona quedó en nada. Casi dos décadas después, en 1958, una polémica sobre la administración religiosa desembocó en una reunión municipal que pidió una vez más el cambio de provincia, con resultado de nuevo infructuoso.

La llegada de la democracia

Una vez finalizada la dictadura, se inició el período preautonómico en España y la redacción de los Estatutos de Autonomía de País Vasco y Castilla y León abrió de nuevo la contienda.

Los consistorios de los dos municipios treviñeses, La Puebla de Arganzón y el Condado de Treviño, aprovecharon la aprobación del Estatuto Vasco, en 1980, y la ausencia de un Estatuto de Castilla y León -que tardaría aún tres años en llegar, siendo el último de España en aprobarse- para intentar su incorporación a Álava.

Pero las peticiones no surtieron ningún efecto ya que el Gobierno de España se negó a tramitar cualquier modificación legal que afectase al enclave mientras no estuviera aprobado el Estatuto de Castilla y León.

Ante esta situación, el Gobierno vasco llegó a elevar un recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional en 1985 que sería rechazado al año siguiente, consagrando, de nuevo, la castellanidad del enclave.

El intento fallido de referéndum

Finalizando el siglo XX, en marzo de 1998, el consistorio del Condado de Treviño convocó una consulta en el municipio sobre la celebración de un referéndum acerca de la posible incorporación a Álava.

La preparación y celebración de ese referéndum fue recurrida por la Administración General del Estado ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) y el recurso fue estimado el 9 de julio de 1999, anulándose los acuerdos que condujeron a una consulta en la que la mayoría de la población, un 68%, se mostró favorable a la celebración de ese referéndum.

En marzo de 2013 el pleno del Ayuntamiento del Condado de Treviño solicitó la anexión a Álava, una solicitud a la que se opuso la Diputación Provincial de Burgos tres meses después.

Los dos municipios del enclave habían presentado, además, en mayo, una propuesta ante el Parlamento Vasco para que se propusiera una Ley Orgánica ante las Cortes Generales de cara a integrar ambos municipios a Álava.

Una Proposición de Ley que fue aprobada el 6 de febrero de 2014 y remitida a las Cortes Generales, aunque no salió adelante ante la oposición de PP y PSOE, que contaban, en aquel momento, con una amplia mayoría en el Congreso.

Además, los grupos municipales del PNV y EH Bildu presentaron en marzo de 2024 una moción en el Ayuntamiento de La Puebla de Arganzón solicitando la creación de una mesa de trabajo conjunta para la integración administrativa del enclave de Treviño en Álava y recordando que en 2021 "aprobaron una declaración en la que abogaban por su integración".

El anhelo de la anexión

El último movimiento en este sentido, antes de las recientes declaraciones del diputado general de Álava, se produjo el pasado 14 de mayo, cuando el pleno de las Juntas Generales de Álava mostró su apoyo y colaboración a las iniciativas que los ayuntamientos de Condado de Treviño y La Puebla de Arganzón pudieran emprender, sobre la base de "la voluntad libremente expresada por su ciudadanía".

Todo ello para "lograr el objetivo de la integración del enclave de Treviño en Álava y dar una solución a esta situación excepcional y anacrónica". Una iniciativa que contó con el apoyo de PNV, EH Bildu, PSE y Elkarrekin Araba, la abstención del PP y el voto contrario de Vox.

Los grupos junteros acordaron enviar copia de la moción aprobada al Congreso de los Diputados, al Gobierno Vasco, a la Junta de Castilla y León, a la Diputación de Burgos y a los Ayuntamientos de Condado de Treviño y La Puebla de Arganzón e instaron a la Diputación Foral de Álava y a las instituciones competentes a colaborar "dentro del marco institucional".

Menos de medio año después, el diputado general de Álava, Ramiro González, ha fijado un plazo concreto, los próximos cuatro años, hasta 2029, para conseguir la ansiada integración del enclave de Treviño en la provincia alavesa, aunque Castilla y León ha avisado de que no permitirá vulneración alguna del Estatuto. A pesar de estas iniciativas, de momento, el disputado enclave sigue perteneciendo a Burgos a pesar de la oposición de la mayoría de sus habitantes.