La Catedral de Burgos

La Catedral de Burgos Ricardo Ordóñez Ical

Burgos

La sorprendente historia y curiosidades de esta catedral gótica única en España considerada Patrimonio de la Humanidad

Se trata de uno de los monumentos más bellos e importantes del país y se encuentra en la comunidad castellano y leonesa 

11 julio, 2023 07:00

La Catedral de Burgos es uno de los más bellos monumentos del arte gótico, lo que le hace ostentar el título de Patrimonio de la Humanidad (1984). Pero no solo eso, es que de todas las catedrales españolas que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad, solo hay una que destaca por encima por poseer un distintivo propio, y es esta precisamente. 

En 1855 la catedral fue reconocida como Monumento Nacional y años más tarde fue declarada Patrimonio Mundial por la Unesco. Por tanto, se trata de la única catedral española con dicha distinción de la Unesco. Quiere decir que no está unida al centro histórico de una ciudad como pueda ser el caso de Salamanca, por ejemplo. 

A muchos les sorprende saber que no es la primera catedral que se levantó en el lugar, pero es que años atrás hubo otra de estilo románica que fue edificada entre 1080 y 1095.

Este espacio fue el palacio de los Reyes de Castilla, donado por el Rey Alfonso VI al obispo D. Jimeno. Un lugar muy significativo dado que en ella se celebró la boda del Rey de Castilla, Fernando III, con Beatriz de Suavia. Pero ¿por qué se hizo una nueva? Pues bien, Burgos estaba en constante expansión hacia Europa. Estaba reconocida como sede episcopal y un importante núcleo comercial que comenzaba a ganar fama más allá de las fronteras españolas puesto que se trataba de un lugar de paso del Camino de Santiago.

Fue entonces cuando se dieron cuenta de que necesitaban una catedral que estuviera acorde con el rango e importancia de la ciudad. Por esta razón, el Rey Fernando y el Obispo D. Mauricio decidieron levantar una nueva catedral de estilo gótico. Buscaban imitar las tendencias estilísticas europeas. El obispo había estudiado en la Universidad de París y era conocedor del arte gótico. Además, aprovechó que tuvo que marcharse hasta el Sacro Imperio Romano Germánico para concertar el matrimonio entre el rey de Castilla y la princesa germana, para levantar la que hoy es la primera catedral gótica de España.

La construcción fue rápida. Y es que en los nueve primeros años ya estaban concluidos el coro-ábside, la cabecera y naves de la girola con sus capillas absidales. De esta forma, quedó dispuesta para el culto en 1230, un año en el que se realizó la primera consagración. Momento en el cual se comenzó a derribar la catedral románica para dar paso a la que conocemos hoy en día. Las obras continuaron con la conclusión de la nave del crucero y sus portadas y se iniciaron la nave central y las laterales, que quedaron rematadas en 1260, año en el que se consagró todo el templo.

La construcción de la catedral vivió un gran récord, tan solo en 39 años estaba al completo. Sin embargo, no paró nunca de mejorar. En el último tercio del siglo XIII se remodelaron las capillas absidales y se van construyendo desde finales del siglo XIV hasta el siglo XVIII. En la segunda mitad del XV también se construyen tres obras importantes como son la capilla de los condestables, las agujas y el cimborrio.

En definitiva, la catedral de Burgos sintetiza mediante sus diversas capillas, vidrieras, sepulcros, retablos y bienes muebles las innovaciones artísticas de la Edad Media y el primer Renacimiento, que se contempla con ejemplos destacados de la época barroca. La arquitectura gótica en la que se integran armónicamente importantes ampliaciones y modificaciones del siglo XVI.

Un lugar en el que hay varios tesoros arquitectónicos, escultóricos y pictóricos en su interior. Por un lado, destaca el cimborrio gótico-plateresco que fue alzado por Juan de Colonia en el siglo XV y reconstruido por Juan de Vallejo en el XVI. También la Capilla del Condestable, de estilo gótico isabelino, en la que trabajó la familia Colonia: Diego de Siloé y Felipe Vigarny. 

Interior de la Catedral de Burgos

Interior de la Catedral de Burgos Ricardo Ordóñez Ical

El retablo gótico hispano-flamenco de Gil de Siloé para la Capilla de Santa Ana. El gran cuadro sobre tabla La Sagrada Familia de Sebastiano del Piombo. La sillería del coro o la renacentista Escalera Dorada. Destaca, también, la tumba del Cid Campeador y su esposa Doña Jimena.

Capilla de los Condestables en la Catedral de Burgos

Capilla de los Condestables en la Catedral de Burgos Ricardo Ordóñez Ical

Los restos del Cid Campeador y su mujer se encuentran en la Catedral de Burgos desde 1921. Se ubican bajo la bóveda, en el camino que va del coro al altar. Su sepultura había estado hasta entonces en San Pedro de Cardeña, un monasterio ubicado a las afueras de Burgos. Lo cierto es que hay varios sitios donde exhiben los huesos del héroe castellano, por ejemplo, en la Real Academia Española, que conserva una reliquia en sus vitrinas.

El Papamoscas de la Catedral

La Catedral no solo atrae visitas por su imponente fachada, sino que también son muchos los que se acercan a conocer el Papamoscas. Este autómata se ubica en la nave central de la Seo burgalesa, a unos 15 metros del suelo, y muestra una figura humana de medio cuerpo que surge de la esfera de un reloj. Viste con una casaca roja y hace sonar a la hora en punto su campana abriendo la boca al ritmo de los tañidos.

No hay una fecha concreta de cuándo apareció, aunque se cree que ya estaba a principios del siglo XVI. Uno de las cosas que más llama la atención de esta figura es el aspecto grotesco que tiene, muy típico de la Edad Media, durante la que imperaban los elementos de carácter cómico en las iglesias. 

La leyenda más popular sobre el origen del mismo recae en el Rey Enrique III que acudía de forma diaria al templo a rezar. En una de estas visitas, vio a una joven de la que quedó prendado y en uno de los encuentros, ella dejó caer su pañuelo al paso del rey. El monarca lo recogió y entregó el suyo a cambio. Sin embargo, no se atrevió a dirigirle ni una palabra a la joven y, antes de irse, lanzó un desgarrador lamento que conmocionó al Rey. 

Desde entonces, no volvió a saber nada de ella y decidió buscarla por cada rincón del templo hasta que optó por su casa. Una vez allí se encontró con un vecino que le dijo que no vivía nadie y que la familia de la dueña había fallecido años atrás. Por ello, el Rey mandó construir un reloj para la Catedral junto con una figura que le recordara a su amada y que emitiera un sonido similar al lamento de la joven.

El Papamoscas de la Catedral de Burgos

El Papamoscas de la Catedral de Burgos J.J.Matías Ical