El secretario general del PSCyL, Luis Tudanca, acude a la inauguración de la Escuela de Buen Gobierno del PSOE. En la imagen junto a la presidenta del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo y el secretario de Formación del PSOE, Javier Izquierdo.

El secretario general del PSCyL, Luis Tudanca, acude a la inauguración de la Escuela de Buen Gobierno del PSOE. En la imagen junto a la presidenta del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo y el secretario de Formación del PSOE, Javier Izquierdo. Juan Lázaro ICAL

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Tudanca aprovecha la caída de Izquierdo para ajustar cuentas con Ferraz: “Hoy no bastan palabras”

El exlíder del PSOE en Castilla y León eleva el tono ético y feminista tras la dimisión del dirigente con el que chocó por las primarias exprés y lanza un mensaje directo a la dirección nacional.

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El senador por Castilla y León y exsecretario autonómico del PSOE, Luis Tudanca, ha elevado este viernes el tono político y moral en plena crisis del partido por las denuncias de comportamientos inadecuados hacia mujeres, en un movimiento que muchos en el PSOE leen también como una revancha política largamente contenida frente a Javier Izquierdo y la dirección federal de Ferraz.

Hoy no bastan palabras”, escribió Tudanca en su cuenta de X (antes Twitter), reclamando al PSOE “proteger siempre a las víctimas y actuar hasta el final”, horas después de que Izquierdo —senador y miembro de la Ejecutiva Federal— presentara su dimisión, en un contexto de máxima presión interna por la gestión de los casos de acoso.

El mensaje no es neutro ni casual. Izquierdo fue el principal interlocutor —y adversario interno— de Tudanca en su último gran pulso con Ferraz, cuando en octubre de 2024 el entonces líder autonómico impulsó unas primarias exprés en Castilla y León, cuestionadas por la dirección federal por ir contra los estatutos del partido.

Fue Izquierdo quien, en nombre de Ferraz, advirtió públicamente de su ilegalidad orgánica y frenó el proceso, en uno de los choques más duros vividos en el socialismo autonómico en la última década.

Aquel enfrentamiento acabó con la anulación del calendario, el aislamiento político de Tudanca y, meses después, con su salida del liderazgo regional. Desde entonces, el senador burgalés había mantenido un perfil más contenido, hasta ahora.

La dimisión de Izquierdo —en plena tormenta por las denuncias internas— ha reabierto ese conflicto soterrado. En su mensaje, Tudanca no menciona nombres, pero sí dispara directamente al corazón de la dirección federal: “No es una cuestión de discursos ni de intereses electorales. Es una cuestión de ética, de los principios básicos del PSOE. De puro feminismo”, escribió, reclamando además “escuchar a las feministas con humildad y convicción”.

El tono y el momento refuerzan la lectura política del gesto. Tudanca habla cuando uno de sus principales antagonistas internos cae, y lo hace marcando distancias morales con la gestión que Ferraz ha hecho de la crisis, justo antes de la comparecencia de la secretaria de Organización, Rebeca Torró.

No es la primera vez que el senador sitúa el debate en términos incómodos para la dirección nacional. Anteriormente ya advirtió de que “ninguna estructura, ni partido, puede ser feminista en una sociedad machista”, aunque salvó a las “mujeres feministas valientes que siempre dan la cara” dentro del PSOE, alineándose con figuras como Adriana Lastra.

En esta ocasión, el mensaje va un paso más allá. Tudanca insiste en que la responsabilidad de los casos de acoso “nunca” es de las víctimas ni de las feministas, sino del “acosador” y de “quien lo oculte”, una afirmación que vuelve a poner el foco en las estructuras de poder y en quienes miraron hacia otro lado.

Tudanca no puede dar lecciones

Precisamente, el propio Tudanca es el menos indicado para dar lecciones a su partido. Recordamos que su grupo parlamentario hizo aguas acosado por graves imputaciones, y ha pasado tristemente a la historia por ser el líder del PSOE con más dimisiones por graves delitos tipificados en el Código Penal. Nada menos que tres bajas en el hemiciclo solo en la última legislatura.

Así, fue condenado por amenazas, acoso, coacciones y maltrato a su expareja, el exprocurador Ángel Hernández, quien además era secretario general del grupo, después de ser detenido en febrero de 2024 por gritar y golpear repetidamente la puerta de la vivienda de la que fuera su mujer.

Pero además, otro cargo de la máxima confianza de Tudanca, el exprocurador salmantino Juan Luis Cepa, está a la espera de juicio tras ser detenido en agosto de 2024 acusado de agredir sexualmente a un menor de edad al que había conocido a través de la aplicación de citas Grindr.

Además, como no hay dos sin tres, el procurador José Luis Vázquez, quién también estaba en la Ejecutiva de Castilla y León, está siendo investigado por el TSJCyL por supuestas irregularidades cometidas durante su etapa como alcalde del Ayuntamiento del Real Sitio de La Granja de San Ildefonso (Segovia) entre 2007 y 2019. 

Así pues, más allá del discurso ético, el movimiento tiene lectura interna: Tudanca reaparece cuando Ferraz está a la defensiva, reivindica autoridad moral y ajusta cuentas con una dirección y con un dirigente que, en su momento, le cerraron el paso. Esta vez, con el viento político soplando a favor.