El consejero Juan Carlos Suárez Quiñones en la presentación de la jornada

El consejero Juan Carlos Suárez Quiñones en la presentación de la jornada Miriam Chacón / ICAL

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Quiñones pide aplazar el Reglamento Europeo de Deforestación para que sea una "oportunidad" para las empresas

“No se le pueden aplicar los mismos requisitos y burocracia” a productos cuya trazabilidad tiene “un origen legal y sostenible” que a los de países terceros, señala el consejero.

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Juan Carlos Suárez-Quiñones ha pedido este lunes, 27 de octubre, un aplazamiento del Reglamento Europeo de Deforestación, cuya aplicación ya se retrasó el año pasado hasta este. La Junta de Castilla y León entiende que “hay que volver a retrasarla”.

Así lo ha argumentado el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio asegurando que tal y como está planteado “no supone una oportunidad para las empresas” ya que “no se le pueden aplicar los mismos requisitos y burocracia” a productos con “origen legal y sostenible como los de España o Castilla y León” que a países terceros.

Así lo ha asegurado en la inauguración del congreso internacional ‘El Reglamento Europeo de Deforestación’ que se celebra en Valladolid. Puso de manifiesto la “importancia” que tiene esta cuestión, en un momento de “reflexión”, a pesar, dijo, “de no haber entrado mejor en esta reglamentación europea”, que cuenta en su historial con “numerosas tensiones y opiniones muy críticas”.

Coincidió en que el antecedente es que la deforestación y la disminución de los bosques es un “fenómeno negativo para la vida y la calidad de vida de la ciudadanía en el mundo” y que en torno a 10 millones de hectáreas “se pierden todos los años por distintos motivos de una gestión no sostenible de determinados países en la obtención de productos madereros y no madereros”.

Todo ello, prosiguió Suárez-Quiñones, “produce consecuencias muy negativas para la biodiversidad, para el medio ambiente, para el comportamiento del clima y de la meteorología, lo que introduce determinadas tensiones en el agua, en ser menos resilientes ante las sequías e incendios forestales”.

“Es decir, hay una serie de consecuencias negativas por la disminución de los bosques. Hasta ahí estamos totalmente de acuerdo”, comentó.

No obstante, se mostró a favor de que la reglamentación planteada por la Unión Europea “pretenda contribuir a la no deforestación mundial con una serie de instrumentos muy intensos que determinarían la necesidad de justificar la trazabilidad de los productos que se ponen en venta”.

“Que aquellos productos que se comercializan en la Unión Europea garanticen que no proceden de ámbitos de deforestación. Y tratar de garantizar, por lo tanto, que en esa trazabilidad hay un origen legal, sostenible y perfectamente trazable de dichos productos, de esas materias primas y los productos que se han elaborado con esas materias primas”, defendió.

Sin embargo, reivindicó ante la UE que esta “oportunidad para las empresas, especialmente pymes”, no puede conllevar “más burocracia y dificultades” para las que sí cumplen con estos, porque en ese caso “sería una falta de apoyo a las madereras o cualquier producto que entre dentro de este reglamento”, reflexionó el consejero, quien adelantó que estará “muy atento” a las conclusiones del congreso de hoy porque “guiará y ratificará los pasos en este sentido que está tomando la Comunidad”.