Aviones de la Legión Cóndor en el aeródromo de Villafría (Burgos). Al fondo, un bombardero alemán Junker Ju-86 con la rotulación en su morro: FUMO 3

Aviones de la Legión Cóndor en el aeródromo de Villafría (Burgos). Al fondo, un bombardero alemán "Junker Ju-86" con la rotulación en su morro: FUMO 3 Archivo Municipal de Burgos

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Los aviones de la Legión Cóndor que bombardearon Guernica en la Guerra Civil despegaron de Castilla y León

Esta fuerza aérea de la Alemania nazi, que llegó a España para apoyar a Franco, contó con varias bases de primer orden en el actual territorio de la Comunidad.

Más información: El primer Gobierno de Franco se formó en Castilla y León hace 87 años

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La victoria del general Francisco Franco en la Guerra Civil, alcanzada el 1 de abril de 1939, estuvo protagonizada de forma especialmente relevante por tropas extranjeras que vinieron en apoyo de los sublevados y que jugaron un papel fundamental a la hora de diezmar al Ejército republicano, que solo recibió el sostén de la Unión Soviética.

Entre los países que apoyaron a Franco en la contienda destacaron la Italia fascista de Benito Mussolini, que envió al Corpo di Truppe Voluntarie (CTV), el Portugal de Antonio de Oliveira Salazar, que mandó a los Viriatos portugueses y, sobre todo, la Alemania nazi de Adolf Hitler que envió a la temible Legión Cóndor.

Esta fuerza germana, principalmente aérea, llegó a España a finales del año 1936, poco después del inicio de la Guerra Civil, y sirvió a Hitler para probar y mejorar sus aviones de cara a la ofensiva mundial que estaba preparando y cuyo inicio se produciría solo cinco meses después del final de la contienda española.

La Legión Cóndor jugó un papel protagonista en episodios de primer orden como la Batalla de Madrid, la de Teruel o la del Ebro y, especialmente, en la Ofensiva del Norte, con el terrible bombardeo del municipio vizcaíno de Guernica que dejó cientos de muertos y se convirtió en un símbolo del horror de la guerra.

En varias de estas operaciones, esta fuerza nazi, compuesta por 16.000 efectivos, 6.500 infantes y 600 aviones, utilizó bases aéreas ubicadas en el actual territorio de Castilla y León, jugando un papel crucial el aeródromo de la ciudad de Burgos, desde el que despegaron los aviones que redujeron Guernica a cenizas.

De Burgos a Guernica

La ciudad de Burgos fue la capital de la España franquista durante la Guerra Civil (1936-1939) e incluso mantuvo esta condición unos meses después de finalizar la contienda, hasta que Madrid se convirtió definitivamente en sede del Gobierno, en octubre de 1939.

Solo una semana después del golpe de Estado militar contra la II República, el 24 de julio de 1936, los dirigentes de la sublevación constituyeron una Junta de Defensa Nacional para coordinar la actuación de las tropas nacionales y "asumir todos los poderes del Estado" y ubicaron su sede en la capital burgalesa.

Escuadrón de trimotores Junker de la Legión Cóndor sobrevolando el río Arlanzón. Al fondo, la catedral de Burgos

Escuadrón de trimotores Junker de la Legión Cóndor sobrevolando el río Arlanzón. Al fondo, la catedral de Burgos Archivo Municipal de Valladolid

Los jefes de la sublevación escogieron a esta ciudad castellana por su lealtad a la causa, ya que fue una de las ciudades que más pronto se sumaron al golpe, y, además, por el hecho de que el cuartel general de la VI Región Militar se encontraba en la ciudad.

Esta situación política, y la ubicación geográfica de Burgos, ideal para funcionar como base para la Ofensiva del Norte, favoreció la implantación de la Legión Cóndor en la ciudad.

El 26 de abril de 1937, los aviones Junker Ju-52 de la fuerza expedicionaria alemana despegaron desde el aeródromo de Villafría, en Burgos, hacia la localidad vizcaína de Guernica para llevar a cabo el que se convertiría en el primer ataque aéreo indiscriminado contra una ciudad y contra su población civil en la contienda.

Avión Dornier Do-17 de la Legión Cóndor sobrevolando los alrededores de Gamonal (Burgos)

Avión Dornier Do-17 de la Legión Cóndor sobrevolando los alrededores de Gamonal (Burgos) Archivo Municipal de Burgos

El objetivo y la fecha del ataque se habían decidido también en la capital burgalesa, concretamente en el Palacio de la Isla, el cuartel general de los sublevados. El jefe de la Legión Condor, Wolfram Von Richthofen, los coroneles Emilio Mola y Juan Vigón, otros altos mandos militares y un comandante italiano, decidieron el brutal ataque.

La ofensiva aérea alemana duró alrededor de tres horas y media y tuvo lugar a través de diferentes oleadas que despegaron desde la ciudad. Después de los primeros ataques, aparecieron sobre la ciudad tres bombarderos más que habían partido desde Burgos y que lanzaron sus bombas a las 17:00 horas de la tarde.

Después, les sucedió una escuadra de aviones ligeros que ametralló a la población del municipio, a continuación un bombardeo pesado que se extendió durante media hora y, por último, un bombardeo ligero que estuvo acompañado de fuego de metralla.

La banda de la Legión Cóndor en un concierto en el Paseo del Espolón, con motivo de la toma de Madrid

La banda de la Legión Cóndor en un concierto en el Paseo del Espolón, con motivo de la toma de Madrid Archivo Municipal de Burgos

Durante su permanencia en Burgos, la Legión Cóndor protagonizó desfiles militares y conciertos en la ciudad haciendo muy visible su presencia en un territorio que fue la principal base aérea en la actual Castilla y León de esta fuerza nazi que acudió a España a apoyar a Franco, al ser entonces la capital, pero no la única.

Los aeródromos de Soria

La provincia de Soria también contó con dos aeródromos que sirvieron como base para los ataques de la Legión Cóndor durante la Guerra Civil: el aeródromo de La Rasa, ubicado junto a la localidad soriana de El Burgo de Osma, y el del municipio de Garray.

Desde aquellas dos bases sorianas también despegaron decenas de bombarderos en dirección a Guernica aquel fatídico 26 de abril de 1937, saliendo un total de 110 de Burgos y Vitoria y hasta 42 de Soria y Logroño. Además, de territorio soriano partieron también tres S-790 italianos que participaron en el brutal ataque.

La insignia de la banda de la Legión Cóndor en el Paseo del Espolón, con motivo de la celebración de la toma de Madrid

La insignia de la banda de la Legión Cóndor en el Paseo del Espolón, con motivo de la celebración de la toma de Madrid Archivo Municipal de Burgos

Después de finalizar la Ofensiva del Norte, en octubre de 1937, la Legión Cóndor se reorganizó con el relevo de sus mandos y renovó modelos de aviones y, con el objetivo de retomar las operaciones en torno a la Batalla de Madrid, una gran parte de sus efectivos se trasladaron en noviembre al aeródromo de La Rasa.

Además, esta fuerza aérea nazi estableció su cuartel general en el municipio soriano de Almazán. La ubicación de la provincia de Soria era idónea para las nuevas exigencias de la guerra, permitiendo cubrir los frentes de Madrid y Aragón y recibir apoyo logístico a través de la línea de tren Valladolid-Ariza.

El aeródromo de La Rasa contaba con un total de 845 metros en su parte más estrecha y 1.500 en la más ancha, tenía alojamientos, aunque sin luz ni agua, un depósito de combustible, un terreno arenoso y algo blanco y tres abrigos antiaéreos.

La estancia de la Legión Cóndor en territorio soriano sirvió a esta fuerza aérea para renovar sus aviones, con el objetivo de tener la capacidad de enfrentarse a las naves soviéticas de la aviación republicana. Desde La Rasa, además, partieron bombarderos a batallas de gran relevancia como la de Teruel, a finales de 1937.

Entre noviembre de 1937 y enero de 1938 se calcula que pasaron por este aeródromo, situado a siete kilómetros del municipio de El Burgo de Osma, el 60% de los aviones alemanes que componían la Legión Cóndor.

Presencia en Valladolid

La ciudad de Valladolid, a pesar de ser una urbe de retaguardia, también contó con presencia de efectivos de la Legión Cóndor. La capital vallisoletana contaba con una importancia fundamental para el bando sublevado al encontrarse en ella la jefatura del Ejército del Norte, primero a las órdenes del general Mola y luego a las de Dávila.

Además, jugaba un papel clave el Hospital Militar, en el Paseo de Zorrilla, en el que varios soldados alemanes se recuperaron de sus heridas, el Parque de Artillería, la Academia de Caballería y los regimientos de Caballería, Infantería y Artillería, que tenían su sede en la ciudad del Pisuerga.

En Valladolid, de hecho, se ubicó el parque y los repuestos del grupo de carros de combate, Imker Drohne, de la Legión Cóndor. 

Su centro de reunión en la ciudad era el Club o Círculo Alemán, que se encontraba en la Acera de Recoletos, junto a la Casa Mantilla, muy próximo al Viceconsulado de Alemania, ubicado en la calle de Miguel Íscar. Allí, precisamente, se celebró la despedida de los soldados alemanes en Valladolid el 16 de mayo de 1939.

La Legión Cóndor en León

La fuerza expedicionaria nazi que llegó a España para apoyar a Franco en la Guerra Civil tuvo como otra de sus bases más importantes en el actual territorio de la Comunidad la base aérea de La Virgen del Camino, que llegaría a convertirse en su cuartel general.

En este aeródromo leonés, que llegaría a convertirse en la base más importante de la fuerza aérea expedicionaria alemana, la Legión Cóndor preparó el terrible bombardeo de Guernica.

A León llegaron los cazas Heinkel He 50 y un bombardero en picado Heinkel He 51 y en febrero de 1937 comenzaron a montarse aviones Messerschmitt Bf 109. También pasaron por La Virgen del Camino los Junkers Ju 52 y los bimotores Heinkel He 111 y los Dornier Do 17.

Estos aviones se pusieron a punto en la base leonesa pero no despegaron de allí, sino de los ya mencionados aeródromos de Burgos y Soria. En La Virgen del Camino se ubicó, con todo, en un inicio, la sede administrativa de la Legión Cóndor y llegaría a convertirse después en el cuartel general de esta fuerza aérea.

La base leonesa fue el centro neurálgico del adiós de los soldados alemanes. El 22 de mayo de 1939, finalizada la Guerra Civil, Franco en persona acudió a la despedida de la Legión Cóndor en el aeródromo de La Virgen del Camino y en una ciudad de León completamente engalanada con banderas y estandartes nazis con esvásticas.

Las tropas de este cuerpo expedicionario alemán, que tanto había contribuido a la victoria de los sublevados en la contienda, desfilaron del paseo de la Condesa de Sagasta a la Catedral, atravesando Ordoño II y la Calle Ancha. Una despedida por todo lo alto para una fuerza nazi que estuvo estrechamente vinculada a Castilla y León.