Javier y una de sus piscinas

Javier y una de sus piscinas

Región

El Airbnb de las piscinas que triunfa en verano: “Hay gente que no puede irse de vacaciones y necesita un día de relax”

Conocemos todos los detalles de Swimmy y hablamos con un propietario en un pequeño pueblo de la provincia de Ávila

4 julio, 2023 07:00

Fue allá por el año 2017, en Francia, cuando a Raphaelle de Monteynard le dio por pensar. Ella vivía en una zona residencial al Sur del país galo y se percató de la cantidad de piscinas que se encontraban vacías, sin uso. A partir de aquí pensó en un sistema que consiguiera unir a los propietarios de las mismas y a los usuarios que quisieran disfrutar de ellas durante unas horas. Este fue el germen y así nació por aquel entonces la plataforma Swimmy, conocida como el Airbnb de las piscinas privadas.

Llegaría a nuestro país en el 2019 y no deja de crecer, año tras año. Cabe resaltar que Francia es el primer país del continente europeo en número de piscinas privadas disponibles. Llega, ni más ni menos, que a los casi dos millones (1,7). Nuestro país le sigue de cerca con el millón y medio.

“La mayoría de los alquileres se firman ahora para bodas, bautizos, comuniones, e incluso para reuniones de trabajo. Se trata de un espacio exterior con la piscina y los servicios que incluya el propietario para que el usuario disfrute de ellos”, explica en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León Estefanía Leyva, que es la directora de comunicación de Swimmy España.

Hay un total de 8.000 piscinas disponibles en la plataforma. 1.000 de ellas, en España. El precio medio, por persona y hora oscila los cuatro o cinco euros. En Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia ya es un plan más. En Castilla y León está costando algo más, aunque hay oferta disponible en León, Ávila, Salamanca y Burgos.

Uno de los propietarios es Javier Jiménez Canales. Se dedica al mundo del turismo, tiene 55 años y pone a disposición del que quiera dos piscinas en el pueblo abulense de Vega de Santa María. Nos cuenta su experiencia.

El Airbnb de las piscinas privadas

“Swimmy es una plataforma que lo que hace es poner en contacto a propietarios de piscinas privadas unifamiliares con usuarios que las quieran disfrutar. Nuestro lema es: la felicidad se comparte. Queremos generar conexiones y también momentos de felicidad”, asegura Estefanía Leyva.

Un sistema que es conocido como el Airbnb de las piscinas privadas y en el que lo que se alquila es el exterior de la vivienda. La piscina. Junto a ella puede haber extras como barbacoa, pista de tenis o tumbonas. Lo que el propietario del lugar ponga a disposición del usuario durante el tiempo establecido.

“Registrarse es muy sencillo, tanto para el usuario como para el propietario. Nosotros somos el soporte que comunica a ambas partes. La plataforma no interfiere a la hora de sellar el plan, los días, las horas… dejamos que lo hagan entre ellos”, confiesa la directora de comunicación en declaraciones a este periódico.

Todas las piscinas, eso sí, están cubiertas de un seguro por si hubiera algún desperfecto que, de momento, no se ha dado, confirman las mismas fuentes.

El caso de Javier en la provincia de Ávila

“Swimmy no tiene un perfil determinado. Las piscinas son puestas en alquiler por personas diversas mientas que los usuarios pueden ser familias, abuelos, padres o hijos, de diversas edades. Todo para disfrutar de un cumpleaños, de una fiesta, o de una comunicación, por ejemplo”, añade Estefanía.

Uno de esos usuarios de la plataforma que pone en alquiler sus piscinas es Javier Jiménez Canales, de 55 años. Reside en un pueblo de la provincia de Ávila que se llama Vega de Santa María. Se considera un “emprendedor rural” y es un “amante de la vida de pueblo”. Él, profesional del turismo, se vuelca en dar al cliente lo que necesita en cada momento.

Otra de las piscinas de Javier

Otra de las piscinas de Javier

El año pasado descubrió Swimmy. Desde ese momento ha puesto, en la plataforma, dos piscinas a disposición del usuario que lo requiera. Ambas en el pueblo abulense. La primera de ellas, de 8x4 metros, con agua caliente, zona acristalada y de recreo con caseta para niños. También dispone de barbacoa y mesa para comer. Una tarde, para un grupo de 12 personas, puede estar valorado, nos confiesa, en los 300-350 euros, unos 25-30 euros por cabeza.

La segunda de las piscinas que tiene publicada es de 6x3,5 metros. También cubierta. Ideal para bañarse por la noche con una zona alrededor para juegos y un patio con casita para los más pequeños. Solarium, terraza y mesa redonda para disfruta con una excelente barbacoa. El precio, el mismo.

“El objetivo pasa por dar uso a las piscinas cuando están vacía y, también, para que los que se acerquen hasta aquí conozcan un complejo hotelero del que dispongo que cuenta con 57 plazas en un municipio de 70 habitantes”, nos confiesa el abulense.

Otra piscina

Otra piscina

Javier espera la llamada de usuarios este año. De momento es pronto para recibirlas. Seguro que entre julio y agosto son muchos los que descuelgan el teléfono para disfrutar, una tarde, o el día entero, de sus piscinas. El año pasado las alquiló en tres ocasiones, pero llegó a recibir 25 telefonazos.

“Veo este sistema muy práctico y enfocado a la demanda. Hay gente que no puede irse de vacaciones por el dinero y necesita un día de relax. Es un complemento muy bueno que está en el mercado. Pienso que es el futuro”, finaliza Javier.

Nuestro entrevistado apuesta también por conseguir un dinero extra con estos alquileres dentro de una plataforma como Swimmy que no deja de crecer.