El vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, y el presidente, Alfonso Fernández Mañueco, en un pleno de las Cortes.

El vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, y el presidente, Alfonso Fernández Mañueco, en un pleno de las Cortes. Miriam Chacón ICAL

Región

La ambición de PP y Vox en Castilla y León el 23-J: consumar el giro conservador aupados por la vía libre a los pactos

Los populares aspiran a acercarse a los 20 diputados en la Comunidad mientras que los de García-Gallardo pretenden irrumpir en ocho de las nueve provincias

2 julio, 2023 07:00

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El Partido Popular y Vox, los dos partidos que conforman el Gobierno de coalición de Castilla y León, encaran las elecciones generales del próximo 23 de julio con el objetivo de consumar el giro conservador que se anticipó en los comicios municipales del pasado 28 de mayo. Los apoyos electorales de ambos partidos se vieron reforzados en una cita electoral que demostró que el acuerdo de Gobierno a nivel autonómico no ha pasado factura a ninguna de las dos formaciones y que sus votantes ven con buenos ojos la labor de este año y medio en uno de los principales feudos de ambos partidos.

El PP pasó de 484.265 votos en las elecciones municipales de mayo de 2019 a 513.643 el 28M, pasando de un 35 a casi un 40% de los sufragios en Castilla y León, mientras que su socio de Gobierno, Vox, aumentó sus 44.659 apoyos de 2019 hasta llegar a 96.384 votos en esta última cita electoral. Un aumento del 3,23 al 7,5% que ha consolidado a la formación dirigida por Juan García-Gallardo como la tercera fuerza política de la Comunidad.

Los dos partidos aspiran a aprovechar ese impulso electoral de las municipales, y su legado de gestión a nivel autonómico, en los comicios generales del próximo 23 de julio, con el objetivo de lograr la mayor parte de los 31 diputados al Congreso de los Diputados en liza en Castilla y León. En la actualidad, el PP cuenta con 13 representantes en la Cámara Baja por la Comunidad, mientras que el PSOE tiene 12 y Vox seis y el objetivo de los dos partidos es aumentar de forma notable su representación.

Ambas formaciones confían en incrementar esos apoyos el 23J aprovechando, además, la caída del PSOE, que perdió 57.000 votos en la Comunidad en las municipales, pasando del 33 al 31% de los apoyos. Un retroceso sumado al de la izquierda alternativa en ciudades de primer nivel como Valladolid o Burgos, en las que su fracaso condenó a la oposición a los regidores socialistas Óscar Puente y Daniel de la Rosa, a pesar de haber sido primera fuerza en las elecciones.

El Partido Popular y el reto de los 17 escaños

El PP, henchido de optimismo tras su abrumadora victoria en las municipales y la recuperación de varias plazas importantes en la Comunidad como Valladolid, Burgos o Segovia, se ha marcado como principal reto el de conseguir 20 s 31 que se disputarán en la Comunidad el 23 de julio. Una expectativa utópica, ya que para observar un resultado similar de los populares habría que remontarse a las elecciones generales de noviembre de 2011, en las que Mariano Rajoy logró mayoría absoluta y no existía aún pluripartidismo en España.

Un objetivo más realista para la formación conservadora sería el de tratar de emular los resultados de diciembre de 2015 y junio de 2016, que permitieron al PP mantenerse en el Gobierno a través de un acuerdo de investidura con Ciudadanos. En aquellas dos ocasiones, los populares lograron 16 y 17 representantes respectivamente en un contexto de irrupción de los nuevos partidos, con Podemos y Ciudadanos rascando entre cuatro y seis diputados entre ambos, y con un resultado de 137 escaños en el Congreso a nivel nacional para los populares, que se asemeja al que le otorgan las encuestas en esta ocasión.

Atrás quedarán los modestos resultados de una formación otrora hegemónica en Castilla y León en las dos elecciones que se celebraron en 2019, con el liderazgo aún endeble de Pablo Casado. En los comicios de abril, en los que el PP sacó el peor resultado de su historia, 66 escaños, y estuvo a punto de ser sorpassado por Ciudadanos, los populares sacaron tan solo 10 escaños en la Comunidad y fueron superados por un PSOE en ascenso, que obtuvo 12. En la repetición electoral de noviembre, en cambio, el PP recuperó terreno a costa de la desaparición de Ciudadanos y logró los 13 diputados castellanos y leoneses actuales.

Vox y el objetivo de entrar en ocho provincias

Vox logró un representante en el Congreso por primera vez en Castilla y León en las elecciones generales de abril de 2019, cuando obtuvo 24 diputados en total en toda España, pero multiplicó por seis ese resultado en la repetición electoral que se celebró solo seis meses después. En un contexto de auge de los de Abascal, impulsados por el proceso independentista catalán y la desaparición de Ciudadanos, la formación convirtió Castilla y León en uno de sus feudos y logró seis representantes, un número de diputados que nunca lograron ni Ciudadanos ni Podemos.

La formación, además, logró en la Comunidad un 16,8% de los sufragios, casi dos puntos más que la media nacional, que fue del 15,98%. Una nada desdeñable cifra de 230.743 votos de Vox, del total de 3.656.979 que lograron en todo el país, provino de las papeletas depositadas por los castellanos y leoneses aquel 10 de noviembre de 2019. La formación encara, pues, las elecciones del 23J con una posición de fuerza, en uno de sus bastiones en el que además forman parte del Gobierno autonómico con la Vicepresidencia y tres consejerías.

El objetivo mínimo del partido es el de mantener los seis diputados con los que cuentan en la región pero sus aspiraciones de máximos son más ambiciosas. En la actualidad, el partido solo cuenta con representación en seis provincias de la Comunidad: Valladolid, León, Salamanca, Zamora, Segovia y Ávila y aspira a irrumpir por primera vez en Burgos y Palencia, llegando así a penetrar en ocho de las nueve provincias de Castilla y León.

En la provincia burgalesa, el partido tratará de aprovechar el impulso de su pacto de Gobierno en la capital, en virtud del cual cuentan con la Vicealcaldía y tres concejalías, para tratar de lograr uno de los cuatro escaños en liza en ese territorio. Un objetivo realista ya que en los últimos comicios el partido se quedó a poco más de 1.000 votos de lograrlo. Más difícil tendrá Vox irrumpir en la provincia de Palencia, que solo reparte tres diputados, pero el objetivo no es imposible y superando el 15% de los apoyos en la provincia podría lograrlo. La provincia inexpugnable para el partido es Soria, en la que el hecho de que solo se repartan dos escaños, la pujanza de Soria Ya y su escasa implantación territorial hacen que sea casi imposible que obtengan representación.

Más de 20 diputados para el bloque conservador

Si PP y Vox consiguen sus objetivos de máximos, entre 15 y 17 y entre seis y ocho representantes respectivamente en la Comunidad, algo que para nada sería imposible, Castilla y León ofrecería un total de entre 23 y 25 diputados al bloque conservador de cara a conformar una mayoría de cambio en España que desalojase al presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez.

Una contribución nada desdeñable que convertiría a la Comunidad en una de las puntas de lanza de la mayoría parlamentaria que podría conformar un acuerdo de Gobierno similar al que existe desde marzo de 2022 en Castilla y LeónLas cartas están echadas y los dos partidos saben que cuentan con opciones reales de llevarse el gato al agua el próximo 23 de julio y que Castilla y León puede convertirse en uno de los principales escenarios de celebración en las sedes de PP y Vox en esa calurosa noche electoral.