Una bandera de España ondeando

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Opinión Te lo puedes quedar

España es charca

"Me preocupa que no haya socialistas pidiendo explicaciones a la cúpula de su partido. Me preocupa que a Mazón no se le caiga la cara de vergüenza en las comparecencias. Pero lo que más me preocupa de todo es la sociedad que sigue polarizándose a un lado y otro, tratando de abanderar algo que no hay por donde cogerlo".

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“Ser charca” me parece una expresión horrible porque fonéticamente no me suena bien y me recuerda que realmente existen, las charcas y los que las habitan, digo; pero me encanta que haya conceptos evolucionados de uno de mis adjetivos favoritos: ordinario. Ser ordinario es carecer de grado o distinción en su línea, según la RAE. Lo mismo que ser charca, estar encuadrado en un sitio, grupo o pensamiento y no poder salir del mismo.

Pues España es charca. Somos un país sin juicio ni iniciativa propia. Una masa acrítica que pasta cual corderitos en una era esperando ingenuamente a ser degollados. Me preocupa que no haya socialistas pidiendo explicaciones a la cúpula de su partido. Me preocupa que a Mazón no se le caiga la cara de vergüenza en las comparecencias. Pero lo que más me preocupa de todo es la sociedad que sigue polarizándose a un lado y otro, tratando de abanderar algo que no hay por donde cogerlo. ¿De verdad no os da bochorno?

Ya no hay ideologías, hay hooligans de partido. Esa gente que no piensa por sí misma y cualquier acción imperdonable la justifican (la mayoría de las veces con el “y tú más”) a cambio de una palmadita en la espalda de otro de su misma índole; es decir, alguien que nunca ha destacado por nada y cree merecer lo que sea por derecho. Luego se sientan en el bar, satisfechos con esa opinión infundada en populismo, mientras ven un partido de tenis y se sienten orgullosos de Alcaraz.

Charca también es quien comparte en redes vídeos sesgados de pensamiento pero que socialmente te posicionan en una ideología que consideran que está bien porque el resto de sus afines lo hacen. Sin ni siquiera investigar cuán verídico es lo que están ofreciendo como carta de presentación a su audiencia. Tampoco es preocupante porque normalmente quien lo ve, suele ser parecido. Gente que se sorprende cuando alguien como el Rey condena lo mismo porque, por supuesto, no cabe en su cabeza el sentido común compartido.

Y así estamos, en un país en el que habrá gente que vuelva a votar a Sánchez y a sus secuaces, acérrimos más al poder que a sus ideales. Un país con 19 millones de españoles que dependen del Estado contando con funcionarios, parados, pensionistas… Y aquí no pasa nada. Y no pasa nada porque mientras a los funcionarios los tengan entretenidos con la subida entre el 10% y 11% del salario en los próximos años y el resto siga chupando de las arcas del Estado, aquí paz y después gloria.