Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez.

Opinión

Negarlo todo

"Cuando el río suena agua lleva", asegura Miguel Cid tras la entrada en prisión de Koldo y Ábalos la pasada semana.

Publicada
Actualizada

A la vista de lo que estamos viendo y sobre todo oyendo, viene a mi mente lo que decía mi amigo, el general Sáenz de Santamaría, respecto a actuaciones delicadas de ámbito político: “hay cosas que no deben hacerse y si se hacen, no deben decirse y si se dicen, hay que negarlas”.

Por ello, concretamente ante la acusación a Pedro Sánchez de haberse reunido con Arnaldo Otegi en un caserío vasco para pactar el apoyo de Bildu, que éste preside, a su moción de censura a Rajoy que le aupó a la presidencia del Gobierno, Sánchez ha respondido con un “es mentira”, que me ha recordado el lema citado del general.

Y es que, “cuando el rio suena agua lleva”, aunque no siempre suene al son que unos u otros quieren. Porque ahora que la famosa bipolarización está en boca de todos, es menester exigir un poco de rigor en lo que se afirma cuándo afecta a terceros y no positivamente.

Pero es lo cierto que las pruebas indiciarias están ahí y, si no, véanos y oigamos las no menos famosas grabaciones de Koldo García, presunto chófer del vehículo que trasladó, según él, a Sánchez al citado caserío.

Pues bien, dichas grabaciones, aunque obtenidas irregularmente sin ningún requisito legal, están sirviendo, y de que forma, para encausar, investigar y empapelar a destacados personajes como Cerdán, Ábalos y el propio Koldo, que han dado con sus huesos y sus carnes en el también famoso presidio de Soto del Real, de rabiosa actualidad que tiene el nombre de un bello pueblo que, por cierto, se opuso con no menos rabia a la construcción en su término municipal del centro penitenciario de marras.

Pero, volviendo al “negarlo todo”, está claro que es una táctica que obliga a buscar pruebas, gráficas, testimoniales o escuchas telefónicas, que acrediten hechos reales que desmonten la citada táctica. Y en eso está la justicia del “dar a cada uno lo suyo (suum cuique tribuere)”, como decía nuestro derecho romano, padre de todas las leyes que nos regulan, en una convivencia cada vez más compleja y también confusa.

Por cierto, que al ya famoso Koldo habría que concederle por sus grabaciones una medalla al mérito policial o de la Guardia Civil, ya que está siendo, se diga lo que se diga, un valiosísimo colaborador de las investigaciones sin el cual éstas no progresarían e incluso ni se habrían iniciado. Porque el ya famosísimo Koldo se ha convertido en la fuente de inspiración de todos los procesos en los que ha intervenido. No es la primera vez que esto ocurre, pero de una forma tan decisiva sienta, desde luego, un importante precedente del “esto va a misa” a “esto lo dijo Koldo”.