Firmantes de la ILP que propone la derogación de la tauromaquia como patrimonio cultural.

Firmantes de la ILP que propone la derogación de la tauromaquia como patrimonio cultural. Europa Press

Opinión

Los toros siguen vivos

"Uno, que conoce de qué pie cojea el Partido Socialista, sabe que en su seno hay taurinos y antitaurinos y, sobre todo, indiferentes, por lo que es difícil llegar a una postura clara".

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El pleno del Congreso de los Diputados rechazó ayer por amplia mayoría la tramitación de la Iniciativa Legislativa Popular ILP, que pretendía la derogación de la ley de 2013, que declara a la tauromaquia patrimonio cultural de España en todo su territorio.

Para llegar a dicho resultado ha sido clave la postura del PSOE que con su abstención ha inclinado la balanza a favor del PP y VOX por amplio margen que, como era de esperar, han votado en contra de dicha iniciativa.

No obstante, ha habido nerviosismo hasta el último momento ya que la portavoz socialista no desveló cuál iba a ser el voto de su grupo. Sin embargo, el no definirse ya hizo pensar en la abstención, al igual que vienen haciendo cuando los toros salen a la palestra.

Uno, que conoce de qué pie cojea el Partido Socialista, sabe que en su seno hay taurinos y antitaurinos y, sobre todo, indiferentes, por lo que es difícil llegar a una postura clara.

Ello, a mi juicio, es un error, pues si la tradición socialista ha sido siempre estar con el pueblo, este ha estado siempre a favor de la Fiesta, por mucho anti que también haya.

En estos días previos a la votación del Congreso de ayer, 7 de octubre, se han dicho muchas cosas y uno mismo escribió una declaración en la que se rebatía un argumento muy en boga por los antitaurinos y animalistas como que ante la cuestión siempre planteada por los antitaurinos de los supuestos derechos de los animales, manifestar que estos no tienen derechos propiamente dichos, ya que estos son patrimonio exclusivo de las personas, pues no existen más derechos que los derechos humanos. Otra cosa es que frente a los animales tengamos deberes y obligaciones que, como dijo Kant, “constituyen deberes indirectos para con la humanidad”.

Por ello, la invocación que hacen los antitaurinos de la tortura o muerte del toro no supone quebranto de derecho alguno además de no existir aquella, ya que conviene recordar que a la crianza y selección del toro recogido también como Patrimonio Cultural en la citada Ley 18/2013, se dedican así 500 mil hectáreas que son auténticos parques naturales en los que, como dijo Oscar Wilde “el toro es el rey de la pradería” y para cuya selección y cuidado se utilizan numerosos animales de ganado vacuno y caballar, todos al servicio de conseguir el toro idóneo para su lidia en la que manifieste toda su pujanza y bravura.

En suma, como dijo el escritor uruguayo Eduardo Galeano, parodiando a Picasso, “el arte es una mentira que dice la verdad”, a lo que se añadiría una excepción, el arte taurino, donde todo es verdad, de aquí “la revelación maravillosa de una belleza viva que es la del arte de torear mismo”, en palabras de José Bergamín”.

No obstante, la rabieta de los antitaurinos no parará y seguirán a la carga, ya veremos cómo, pero, mientras tanto, los toros siguen vivos, que es precisamente lo que ellos quieren, aunque en sentido contrario en cuanto a espectáculo y, por ello, “la Fiesta sigue”. Nuestra Salamanca, Castilla y León y las demás regiones, podrán seguir sabiendo que criar, seleccionar y lidiar toros es patrimonio cultural de todos y para todos, con los beneficios, además, que ello comporta.