Digamos de partida y sin discusión posible que el Partido Popular ha ganado las elecciones municipales en España, en Castilla y León y en Valladolid, a pesar de que, una vez más, el señor Tezanos se empeñará hasta el último momento en afirmar lo contrario en su empeño de crear opinión que beneficiara a Pedro Sánchez, que se empeñó en liderar la campaña desde el bando socialista, aunque sin atreverse a pisar la calle y controlando el acceso al local en el que se celebraba el mitin, y muchas veces contra la voluntad de los barones socialistas y sus candidatos, a pesar de lo cual, Tezanos, que sigue sin dar una a derechas se mantiene al frente del CIS. Pero los hechos son tozudos:

El PP consigue 23.412 concejales, aumentando en 3.048 respecto a los comicios de 2.019 y el PSOE 20.784, perdiendo 1.557 respecto a la convocatoria anterior, o si lo comparamos en votos, el PP obtuvo 7.054.887 ganando 3.048, y el PSOE 6.291.812, perdiendo 1.557.

También ganó las elecciones municipales en la Comunidad Autónoma, y de los 12.012 concejales elegidos, 7.035 lo fueron en las listas populares y 3.394 en las socialistas, con una diferencia notable en votos: 513.643 populares frente a 401.188 socialistas, con lo que la amenaza de castigo por el pacto PP-VOX no se hizo realidad, sino todo lo contrario.

Y así mismo, se repitió el éxito popular en la provincia de Valladolid, donde de los 1.373 concejales electos, 751 lo hicieron en las listas populares y 374 en las socialistas, o si prefieren, el PP ganó 344 votos llegando a los 513.643 mientras el PSOE perdía 459 votos quedándose en 401.118.

Sería interesante analizar el resultado obtenido en los 20 municipios de más de 5.000 habitantes, y analizar por qué en algunos el crecimiento en votos y concejales ha sido notable y en otros han sido incapaces de mejorar los resultados. Y no me vale el pluriempleo de algunos alcaldes, y si lo duden miren los resultados conseguidos en Villalón, cuyo alcalde es diputado nacional, y en Simancas, donde el titular de la alcaldía es Senador: el primero ha barrido en su pueblo, y el segundo ha sumado cuatro votos, y los dos concejales que perdió la oposición, (PSOE y Ciudadanos) se fueron directamente a Vox, que ha triplicado su presencia en el pleno.

Y si descendemos a nivel del Municipio de Valladolid, aquí debemos reconocer una pírrica victoria del Psoe, que con sus 57.900 votos, perdió el 2% de los sufragios del 2.019, aunque mantuviera sus 11 concejales, superando los 58.142 del PP que creció un 14,7% sobre los votos conseguidos hace 4 años, igualando el mismo número de concejales que el Psoe.

El alcalde en funciones ya se ha nominado como número uno a la lista del Congreso por el Psoe, y como es el secretario general del partido en Valladolid… ahora se muestra dispuesto a volver en el 2.027.

Y aquí, permitidme una pequeña expansión personal: el candidato popular, Jesús Julio Carnero me invitó a cerrar la lista de candidatos del PP ocupando el número 27 de la misma, ofrecimiento que acepté inmediatamente, y creo que en la medida de mis fuerzas, y aún convaleciente de los graves problemas que me retuvieron hospitalizado más de un mes y recluido en casa otro tanto, he trabajado en la campaña electoral con la misma ilusión que lo hice en las siete ocasiones en las que encabecé las listas populares.

Pronostiqué desde el primer momento la victoria popular al ver la acogida cada día más favorable en la ciudadanía, y estoy seguro de que un par de días más de campaña nos hubiera dado la victoria.

En el tercer puesto nos encontramos a VOX, que para desesperación de la ultraizquierda española, multiplicó casi por tres los resultados de las anteriores elecciones municipales, demostrando que no son la extrema derecha, como les califican desde la izquierda extrema y la extrema izquierda, y estos sí que son extremos, como le gustaría llamar al podemizado SuperSanchez, que se ha inventado aquello de la extrema derecha y la derecha extrema sin mirarse al espejo, y que por cierto, a estas alturas sigue sin felicitar al partido ganador.

Su única respuesta ha sido, después de consultar con su conciencia, (tendrá conciencia el Presimiente?), disolver las Cortes y convocar las elecciones generales en mitad del verano, después de repetir una y otra vez que no las adelantaría y retar a un debate semanal a Feijóo, olvidando su negativa a debatir con Pablo Casado, y que su credibilidad en los debates es nula.

Y en un gesto que les honra, los dos concejales elegidos por VTLP, han anunciado que no recogerán el acta de concejal. Y es que en Valladolid, la extrema izquierda, que como en el Gobierno España exigió a la parte mayoritaria de la coalición plegarse a sus exigencias y son los responsables de muchos de los problemas que venimos padeciendo en estos últimos años: atascos, persecución al vehículo privado, carta blanca a ciclistas y usuarios de patinetes para circular de las aceras, supresión de aparcamientos, déficit de AUVASA tanto en ingresos como en usuarios…exigencias aceptadas por el alcalde. No critico la capacidad de trabajo de María Sánchez ni la bonhomía de Alberto Bustos, pero está claro que no todos los vallisoletanos comparten mi opinión.

Y me parece obligado hacer una referencia a Cecilio Vadillo, uno de los socialistas serios que quedan en Valladolid y que ha  puesto los intereses de los vallisoletanos por encima de las consignas sanchistas, consiguiendo casi tres mil votos en su cruzada por el soterramiento, a pesar de la escasez de medios económicos y la escasa presencia en los medios. Hará bien en vigilar si el PP y VOX cumplen lo prometido. Y Ciudadanos, como estaba cantado, se quedó fuera de la corporación.

Y me temo que la semana que viene seguiremos hablando de elecciones, aunque esta vez de las elecciones generales. Por cierto, sería bueno que los actuales parlamentarios nacionales expusieran ante los ciudadanos, o al menos ante los afiliados de sus partidos la tarea que han desarrollado en esta legislatura, y a aquellos que sueltan sus nombres a modo de globo sonda, los méritos profesionales y políticos para acceder a su nominación.

Me temo que, una vez más, seré la voz que clama en el desierto, pero estoy seguro de que muchos de mis lectores estarían de acuerdo con mi propuesta. Pero como estoy seguro de que ellos no lo harán, entren en la página web del Congreso y del Senado, y se enterarán de lo que cada uno de nuestros parlamentarios han hecho en Madrid.

Así que aquí lo dejo, hasta la semana que viene.