¿Qué ha pasado en las elecciones del 28 de mayo? Desde mi punto de vista ha habido demasiada campaña nacional tratándose como se trataba de una convocatoria autonómica en 12 Comunidades y en los 8131 ayuntamientos del país.

La primera herramienta que utilizó el PSOE fueron los Presupuestos Generales del Estado para 2023, con la adopción de medidas que a priori suponían la adhesión de los grandes colectivos como los pensionistas con la subida de sus prestaciones, la subida de los sueldos de los funcionarios, la del Salario Mínimo Interprofesional. En definitiva, decisiones encaminadas a que los grupos sociales más importantes del país mantuvieran su adhesión al Partido del Gobierno. Haciendo crecer la deuda de España de manera desorbitada, hasta el punto de que la Comisión Europea pidió explicaciones al Gobierno.

Promesas nacionales sin competencia

Continuaron avanzando los meses y se sucedían las promesas de calado público, como la decisión de construir más viviendas, de alcanzar la paridad en los órganos de gobierno públicos, el cine para mayores, la mejora de la atención primaria en sanidad... Se tomaban decisiones sobre competencias que ni siquiera son del Estado. En España la mayoría de las competencias son autonómicas: en vivienda, en sanidad, en cultura... ¿Entonces porqué de repente el Gobierno aparecía haciendo promesas que no iba a poder cumplir?

En este momento que la inflación se ha convertido en un palabro común que ha llegado a nuestras vidas para quedarse, tenemos inflación de promesas que han terminado dañando al PSOE en las urnas.

Pedro Sánchez en su afán por ocupar todo el espacio ha acabado perjudicando a sus candidatos autonómicos y locales. En las elecciones municipales el voto se dirige a un partido, a unas siglas, pero a diferencia de las generales, es aún más importante visualizar los compromisos del candidato a la alcaldía. Pedro Sánchez ha eclipsado a sus candidatos y lo peor de todo es que ha cosechado el voto en contra por desarrollar una campaña errática en la que durante varios días se centró el debate en Bildu y en la presencia en las listas electorales municipales en el País Vasco de exetarras. Esto ha determinado que se encendieran las alarmas de todos los ciudadanos sobre esta cuestión.

Enmienda a la totalidad a Pedro Sánchez

Ha cosechado un rechazo absoluto hacia sus políticas y se ha convertido en una moción de censura popular contra Pedro Sánchez, que se ha traducido en el rechazo a los candidatos que portaban sus siglas. El resultado ha sido que los beneficiarios han sido PP y VOX. No creo que haya sido tanto la decisión de votar a estos partidos sino más bien la de castigar a Pedro Sánchez por haber llevado al país a situaciones insostenibles como apoyar a la ministra Irene Montero, a pesar de las graves consecuencias de la Ley del “sí es sí” que dio lugar a la rebaja de las penas a violadores y en un amplio número de casos a su salida de la cárcel. Así como a sucesivos exabruptos de sus ministros podemitas, que más que gobernar han sido la oposición dentro del Gobierno durante estos ya casi cuatro años.

Ahora convoca elecciones para el 23 de julio. Solo tiene una intención: minimizar la sangría que se avecina para su partido. Inexorablemente crecerá la abstención, ya que, aunque muchos españoles hagan uso del voto por correo, ha pillado a la gente un poco cansada porque viene de un proceso electoral y muchos a nada que se descuiden se les pasara el plazo para ejercerlo.

España en verano

El 23 de julio seis millones de españoles estarán de vacaciones y por lo tanto crecerá la abstención. El electorado de izquierdas, estará movilizado después del descalabro sufrido. De manera habitual siempre se moviliza más que el de derechas. Esto le permitirá no perder hasta la chaqueta en estas elecciones.

Todo apunta a que tendremos un Gobierno del PP con VOX a partir del próximo otoño una vez que se constituyan las Cortes y se produzca la investidura del presidente.

Estas elecciones han cerrado definitivamente la oportunidad que Ciudadanos y Podemos tuvieron de aportar la forma de gobernar que tanto “vendieron” como diferente. Los primeros porque venían a terminar con los nacionalismos y resulta que cuando tuvieron la oportunidad, le dieron paso a todos a la vez por no aceptar entrar en el Gobierno de Sánchez, y los segundos porque iban a “asaltar el cielo” y han sobrevolado el suelo para acabar estrellándose. En la escena nacional ambos han durado lo mismo, nueve años, y han demostrado qué sin estructura de partido, sin lideres con convicciones basadas en el servicio, sin criterio, sin autenticidad, sin coherencia no se puede ofrecer nada a los ciudadanos. Lideres que basaron su razón de ser en SU EGO, sólo y exclusivamente en su ambición personal. No había vocación de servicio, no había voluntad de construir una sociedad mejor y así no se revalida la confianza de los ciudadanos.