El presidente de El Salvador, después de la eliminación de la delincuencia organizada, eliminará todos los impuestos sobre la renta, patrimonio, plusvalías y aranceles. Se lo está tomando en serio y a la contra de la supuesta nueva normalidad. Trump también está en la línea de defender a los padres y la familia, al cristianismo y a la gente honrada que trabaja, que se levanta por la mañana y hace país, frente a los que en pro de unos supuestos ideales o terrorismo progresista van arruinando a la sociedad y al país generando violencia, pues no son más que acosadores y odiadores profesionales que desde sus taras personales han decidido amedrentar a las verdaderas personas libres con la complicidad de una élite y chusma un tanto difusas u oscuras. El mundo siempre ha sido volátil, complejo, incierto y ambiguo, pero ahora estos adjetivos se van llenando de contenido e interés. Hay que estar muy atentos para adaptarnos a los nuevos escenarios que van surgiendo entre ellos el de la incipiente gran crisis económica y financiera que tendrá un coste impagable. La sociedad moderna que se está normalizando y construyendo de minipisos, bicicletas, chanclas, chándal perragordero, guetos, dependencia del estado, dinero digital, insectos y gusanos va camino de que la vida no importe nada ni siquiera para vivirla. Es como si nos prepararan para un pronto exterminio.

Tenemos unas ochenta y ocho mil palabras (RAE). Los jóvenes usan unas trescientas. El coeficiente intelectual está por los suelos. No hay que quemar libros para destruir una cultura, tan sólo hay que hacer que se dejen de leer libros. Aun más grave que este descenso  es el empobrecimiento cultural, peor educación, referentes cada vez más vulgares, mayor desconocimiento de la historia y el arte. Los chupintelectuales nos dirán que nuestra época es mejor que cualquier tiempo pasado. Una mentira repetida mil veces, se convierte en verdad para el que no razona, no tiene memoria y es incapaz de ver las cosas como son. Hemos creado problemas como el que Pepe se vista como mujer y se sienta una mariposa y éste nos imponga su fantasía en la sociedad, exigiendo además que se enseñe en la escuela como una normalidad, y pida privilegios por ello, mediante ley y dinero de los demás. Creando realmente una gran desigualdad con los que se visten por los pies. Habrá que empezar a llamar a las cosas como son antes de que la realidad se convierta en descorazonadora. El silencio debe dejar de ser el recurso de la gente sincera cuando no quiere lastimar con la verdad.

Con el beneplácito de algunos millones de ciudadanos, seiscientos mil catalanes, por poner un ejemplo, empiezan el ramadán, aunque curiosamente esos catalanes se denominan marroquíes. El resto de vacaciones a la costa. A los que nos quedamos nos toca asistir a las soflamas de que peligran las pensiones, la edad de jubilación y demás, pero no peligran nunca ni los sueldos de los que nos administran, las subvenciones a los medios de comunicación, sindicatos y las ayudas a un montón de colectivos que nunca han cotizado, etc. Aunque todo tiene explicación no nos la van a dar. La moción de censura lo ha dejado patente. Ni cuando estuvo Tamames en la cárcel por sus ideas estuvo rodeado por tantos golfos y gandules, ni debió escuchar tantas palabras huecas. El Banco de España ha avisado de que los alimentos se encarecerán todavía mucho más en los próximos meses. Esto debería ser una prioridad pero la realidad es como una liebre en el barbecho, no se quiere ver.

Después de aparecer comiendo tranquilamente en el escaño del congreso. Igualdad alerta del machismo en los termostatos inteligentes pues están configurados para hombres, no sabemos hasta qué punto es discutible esta afirmación o si habrá que pintarlos de rosa. Lo que sí está claro es que prácticamente todo lo que nos rodea está construido por la fuerza física de los hombres y por oficios en los que el noventa y nueve por ciento son hombres albañiles, electricistas, repartidores, mecánicos, incluso la bombona de butano la sube un hombre por las escaleras. Habrá que replantearse las tareas y sentarnos debajo de un árbol a verlas venir.

Parece que el año ha empezado con mal pie en Castellón. Es como si fuera mejor quemar bosques para poner placas solares y molinos de viento y no ha empezado el verano. Habrá que preguntarse también ¿qué significa que el agua comience a cotizar en el mercado de futuros de Wall Street? ¿Cuánto nos queda para que empiecen a cotizar las guerras del agua? El silenciado conflicto de Cachemira es uno de ellos. Si el CO2 es tan devastador para el planeta ¿por qué los dueños de los invernaderos compran generadores de CO2 para duplicar el crecimiento de las plantas? Y así con todo el que pueda que se coma unas torrijas, todavía no son muy caras de hacer en casa...