La convulsa situación política que estamos viviendo en España en estas últimas semanas como consecuencia de la obsesión de Gobierno Sanchezstein por controlar todas las Instituciones del Estado, me hacen recordar las advertencias que mis amigos venezolanos me hacían hace años, cuando los bolivarianos liderados por Chávez destrozaron la democracia y la economía venezolanas siguiendo las doctrinas que les inculcaron los muy bien pagados consejeros podemitas españoles y yo les respondía que eso no era posible en España, y ellos me contestaban: "eso mismo decíamos nosotros cuando nos advertían que la realidad cubana se repetiría en Venezuela, el país más rico de la America Española." Y qué razón tenían...

Y si allí todo comenzó con un intento de golpe de estado que terminó con Chávez en la cárcel para posteriormente acceder al poder a través de unas urnas manipuladas y seguidamente purgar a jueces, diputados, militares, y al más mínimo resquicio de oposición con aquel tristemente célebre "expropiese" de los líderes venezolanos, (Chávez y Maduro, tal para cual), aquí, poco a poco vamos siguiendo el mismo camino: nuestro Presimiente dio un golpe de mano, no en el Estado sino en el Partido Socialista, después de intentar lograrlo con urnas de cartón colocada tras una cortina en la sede de Ferraz, pero que al final terminó llevándole al poder a través de una moción de censura basada en una sentencia adulterada del Tribunal Supremo que afirmaba la corrupción del Partido Popular, afirmación que luego fue rectificada por el propio Tribunal sentenciador... pero ya era tarde. SuperSanchez, en contra de todo lo que venía negando con anterioridad, terminó pactando con podemitas, separatistas, golpistas bilduetarras y demás ralea, y la guinda la puso el PNV, traicionando a última hora al PP, al que había apoyado horas antes en la aprobación de los presupuestos.

Y ahí empezó todo. Bueno, por decir verdad, todo empezó con la gestión de Zapatero, del que Su Sanchidad ha resultado ser un alumno aventajado.

Controlado el Gobierno constituido por socialistas y podemitas, aquello con los que ni él ni el 95% de los españoles podrían dormir si estos entraban en el gobierno, y con los bilduetarras, "nunca pactaremos con Bildu, si quiere se lo repito veinte veces" y de constituir una mesa de diálogo con los golpistas catalanes, a los que sí prometió, y esta vez sí cumplió, indultar, desoyendo al Tribunal Supremo y haber negado la posibilidad de de indulto y de afirmar que lo de los delitos de los golpistas había sido una auténtica rebelión y ahora resultan ser tan sólo unos desórdenes públicos agravados.

En fin, pasito a paso, controlado el Gobierno, a pesar de las rabietas podemitas y el Congreso, a base de ceder a todas las exigencias de sus socios, se inicia el asalto al poder judicial, desembarcando en la fiscalía general del Estado a la ministra de Justicia a impartir doctrina, "de quién depende el fiscal general del Estado?, pues eso", y desactivar la abogacía del Estado, el paso siguiente es nada menos que asaltar el Tribunal Constitucional para asegurarse un dictamen favorable cuando le lleguen todos los recursos que a buen seguro le llegarán, contra las leyes, decretos-ley y demás aberraciones jurídicas de este Gobierno, y para ello quieren colocar allí al exministro de justicia que tramitó el indulto de los golpistas y a una catalanista ex directora general del ministerio de Presidencia.

Bien es verdad, que a este gobierno le preocupan poco los dictámenes del Tribunal Constitucional: quién ha dimitido después de que el TC declarara inconstitucionales las dos declaraciones de alarma con ocasión de la pandemia? Pues eso.

Visto todo lo anterior, cuya responsabilidad última es del Presimiente, es exagerado hablar de Pedro Sánchez y alta traición? Veamos: la alta traición es un delito que define un acto de extrema deslealtad respecto a un país o a su jefe de estado. Y yo pregunto si no es de extrema deslealtad modificar el código penal, haciendo desaparecer el delito de sedición, (de rebelión hablaba Sanchez) para rebajar escandalosamente las penas y hacer posible que los golpistas condenados puedan volverse a presentar y los fugados puedan a regresar a España, y como ellos mismos afirman lo volverán a hacer y rebajar las penas por el de malversación para que el volverlo a hacer les salga a precio de saldo Cuando menos me permitirán que lo califique de cómplice necesario. Con la rebaja de 15 a 5 años de prisión, todos los golpistas podrán volver a presentarse y los huidos volver libremente a España.

Vamos que estamos ante una amnistía encubierta con la que se avanza en el desmantelamiento del estado de derecho, y es que como dice Sanchez Lage no se pueden negociar las leyes con los golpistas. Como dice Libertad Digital, después de los indultos y de la desaparición del delito de sedición, triunfa el golpe de estado independentista, y se deja a la nación sin defensa jurídica ante los que quieren su destrucción y su transformación en una republica federal. Esto en Alemania sería juzgado como alta traición, con la posibilidad de condena a cadena perpetua, pues no es cierto, como se afirma desde el Sanchismo que la nueva regulación en el código penal nos aproxime a Europa.

No es de extrañar pues el júbilo de los golpistas de ERC ante las permanentes claudicaciones del gobierno y que proclamen sin tapujos que el último paso será el referéndum de independencia, y es que nunca en la historia de la democracia española un presidente del Gobierno haya sido cómplice de los golpistas, y conviene recordar que la responsabilidad del presidente y su Gobierno podrá exigirse, en su caso, ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo. Por eso es preciso controlar al poder judicial.

Y la desaparición del delito de sedición y el abaratamiento de la malversación, estamos al borde de la impunidad. De ahí, la prisa de SuperSanchez por aprobar reformas legislativas y por controlar el Poder Judicial y el Tribunal Constitucional. Los socialistas de verdad, entre ellos varios exministros, que no los sanchistas, han manifestado públicamente su desacuerdo con las últimas medidas sanchistas y tendremos que esperar que al final Europa ponga un poco de orden en este caos legislativo español. Y de la deslealtad del Gobierno para con el Jefe del Estaso prefiero no decir nada. Juzguen ustedes...

Por cierto, ayer jueves se vivió en el Congreso un día negro para la democracia española.

Hasta la semana que viene.