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El VRAC se pone serio para mantener el liderato

16 febrero, 2020 19:21

(FOTOGRAFÍA: JCR. Juan Carlos Rodríguez)

Al VRAC no le quedó otra que enfundarse el mono de trabajo para derrota a un Aparejadores Burgos con buena presencia y que salió muy duro al partido, tanto en ataque como en defensa, peleando cada jugando y complicando a un VRAC que una vez más pagó en los primeros compases el parón competitivo, pero que le fue tomando el pulso al duelo según iban pasando los minutos. El Quesos no se vino abajo pese a la buena versión burgalesa ni se puso nervioso en ningún momento. Tampoco cuando el marcador, al descanso, reflejaba un inquietante 7-7 que, por aquel entonces, hacía buena una victoria de cuatro puntos tal y como estaban las cosas.

Y es que la primera parte fue de poder a poder, con un UBU Colina Clinic que jugó durante los primeros 10 minutos de choque en campo azulón, buscando una marca que les alentase en su objetivo de aguantar vivos hasta el tramo final. Ese arreón inicial duró lo que tardó en llegar la primera melé, en la que el Entrepinares rescató un balón a escasos metros de zona de marca que evitó que Burgos inaugurase el marcador. Los vecinos castellanoleoneses se habían plantado en veintidós tras una carrera en solitario que un valiente Guillo Mateu logró corta con un certero placaje. La acción acabó con el jugador del VRAC expulsado temporalmente y una melé favorable a Aparejadores en la que, lo dicho, el Quesos recuperó el balón con una solvencia que sorprendió, primeramente, al rival, al que se le quitaron las ganas de volver a ver las caras en estático a la delantera vallisoletana, que marcaría la diferencia durante todo el partido.

Esa recuperación del oval dejaría paso a uno de los primeros ataques del VRAC, que ya sabía dónde estaba el punto débil de su contrincante. Así, con mucha paciencia, el VRAC iba reduciendo los metros para lograr su primer ensayo a base de fuerza y empuje. Y que mejor firma que la de KaloKalo Gavidi para adelantarse en el marcador (7-0). La marca no derrumbó al Aparejadores, que mantuvo el tipo y plantó batalla durante los sucesivos minutos. Al borde del descanso, y tras insistir por su ataque izquierdo, Jorge Fuente posó entre una montonera de jugadores y Mirat dio por buenos los cinco puntos, ratificados con el pie en una gran transformación por el ex del VRAC Tomi Carrió.

El ajustado 7-7 dejaba todo por decidir para un segundo tiempo que se presuponía muy emocionante, pero el equipo de Diego Merino rompió esa intuición general por la vía rápida. A los seis minutos de la reanudación, Pedro de la Lastra rescató con la palma de su mano una buena intención de Guillo Mateu que tuvo finalmente premio. El malagueño, en una gran temporada, consiguió a centímetro de que el oval se fuese por la línea tocar lo justo para que el asistente de Mirat validase el ensayo. Hooper no acertaría con la transformación, pero poco después pasaría dos puntapiés de castigo que valían otros seis puntos que otorgaban tranquilidad con el 20-7. El bonus seguía estando lejos, pero no imposible.

Con el cansancio haciendo mella y los primeros movimientos en los banquillos, el VRAC demostró superioridad en su segunda unidad. Burgos, por primera vez, mostró síntomas de debilidad y otros tres ensayos terminaron por decantar la balanza del lado quesero para, exitosamente, sumar el valioso y cada vez más costoso quinto punto.