Estudiantes de bachillerato

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Educación y Universidad

División en Castilla y León sobre la reforma educativa: “Rebaja el nivel y peligra la libertad”

Pasar de curso con suspensos, supresión de la Filosofía, Historia a partir de 1812...analizamos los pros y contras de la polémica Lomloe en la Comunidad

8 abril, 2022 07:00

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Las reformas educativas se han convertido siempre en arma arrojadiza para los Gobiernos. Ya sea de un lado o de otro, se modifican recibiendo matrículas de honor, aprobados y suspensos dependiendo de quién lo valore. Pues bien, el nuevo decreto de bachillerato aprobado el pasado martes por el Gobierno sirve para finalizar la reforma de las etapas educativas para adaptarlas a la ley que entró en vigor el año pasado, la famosa Lomloe, llega cargado de polémica a Castilla y León.

Los principales titulares de esta reforma son que con la nueva normativa, los alumnos podrán terminar el bachillerato con una materia suspendida si cumplen una serie de condiciones, desaparecen las notas numéricas y las repescas de junio, la asignatura de Filosofía pasa a formar parte de otra y la Historia se empieza a estudiar desde el año 1812.

En Castilla y León, la Junta usará el margen de decisión que tiene la comunidad autónoma, de un 40% para elegir materias, y de esta forma mantendrá la Filosofía como optativa en la ESO, y en bachillerato se estudiará la historia desde el punto de vista cronológico y no solo desde el año 1812. Asimismo, se estudiarán las competencias para el bachillerato general, para "no generar confusión a los alumnos", afirmó la consejera en funciones de Educación, Rocío Lucas.

También argumenta la consejera en funciones que la eliminación de las notas numéricas y la expedición del título de ESO sin calificación, devalúan la superación de estos estudios. «La normativa que regula estas enseñanzas no tiene homogeneidad alguna, es como si se hubieran puesto uno detrás de otro los textos de grupos de trabajo estancos sin coordinación entre ellos», afirmó Lucas en una de sus intervenciones hace unos días.

Mientras, los centros educativos de Castilla y León apuran los tiempos para adaptar sus programaciones, ya que su implantación será gradual para no perjudicar al alumnado Lomce que en septiembre pasará a segundo como paso previo a la selectividad. Así, las novedades entrarán en vigor el curso 2022-2023 para 1º de Bachillerato y en el curso 2023-2024 para el 2º curso. El Bachillerato tendrá cinco modalidades: Ciencias y Tecnología; Humanidades y Ciencias Sociales; dos bachilleratos de Artes (uno de Artes Plásticas, Imagen y Diseño y otro de Música y Artes Escénicas); y otro General.

Sindicatos

División de opiniones también entre los sindicatos. Mientras que CCOO valora positivamente el nuevo enfoque educativo de las enseñanzas mínimas en Bachillerato, pero pide una suficiente dotación presupuestaria en profesorado, personal educativo y medios materiales.

Por el contrario, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas, ha advertido sobre los efectos del nuevo currículo de Bachillerato, ya que reducir los niveles de exigencia entre el alumnado para lograr las titulaciones perjudicará a la educación pública en su conjunto. La reducción de la exigencia impedirá el progreso adecuado en la educación superior para el alumnado con menos recursos".

Con estas medidas, apuntan, “se pretende distorsionar estadísticas reduciendo tasas de repetición y aumentando la tasa de titulación, pero no se solucionarán los problemas endémicos del sistema educativo”.

Las polémicas sobre la promoción o la titulación con suspensos, según recuerda el sindicato, “no son solo parte de este Real Decreto sobre el currículo, aprobado hoy por el Consejo de Ministros, sino de la propia Ley educativa, la LOMLOE. Esto ya fue denunciado por CSIF, mientras algunos se dedicaron a hacer campañas contra la ley por problemas artificiales y no defendiendo la educación pública”, explican en un comunicado recogido por este medio.

Al igual que ANPE, que no están de acuerdo en que se obtenga el título de Bachillerato con alguna asignatura suspensa, ni siquiera en los supuestos excepcionales que incluye la norma. Para  Francisco Venzalá, presidente nacional de ANPE, manda un mensaje negativo de la "cultura del esfuerzo, del rigor, y del mérito en el que la ausencia de incentivos para lograr la excelencia académica resulta desmotivadora para el profesorado y el alumnado".

Colegios católicos

Tampoco han quedado muy satisfechos con la nueva ley de educación desde la concertada, ya que para Escuelas Católicas contiene “unas derivadas preocupantes para nuestro sector”. Es una ley “creada sin participación ciudadana, que también ha brillado por su ausencia en la elaboración de los proyectos de Reales Decretos de desarrollo de la ley y en la implantación de algunos de sus aspectos nucleares como la evaluación, promoción y titulación, algo que supone una confrontación con un modelo educativo de convivencia”.

Además, “la libertad de educación y de elección de las familias se pondrá en peligro con la implantación de esta nueva ley LOMLOE”, asegura Leandro Roldán Maza, secretario autonómico de Escuelas Católicas Castilla y León, quien también muestra su desacuerdo con el sistema de evaluación, promoción y titulación de una ley que va en contra de la cultura del esfuerzo,” ya que permitirá pasar de curso en Primaria y ESO con asignaturas suspensas y titular el Bachillerato con una asignatura no superada, todo para maquillar las cifras y las estadísticas de abandono escolar”.

Debido al retraso en el desarrollo de esta nueva normativa, desde Escuelas Católicas, al igual que la Consejería de Educación, se ha solicitado el retraso en su implementación un curso para que los centros tengan mayor capacidad de integrar estas reformas, y así evitar “que no se produzca un caos en centros, docentes, editoriales, alumnado y familias”.

Finalmente la asignatura de Religión se incluirá en el título de Bachillerato, “será evaluable pero no computable para la media exigida para acceder a universidad y otros estudios y para pedir becas. Es la misma fórmula que en la LOMCE, por lo que la situación no mejora. En la LOMLOE no aparece en el listado de asignaturas a elegir, lo que supondrá una carga extra para los alumnos, una ampliación de sus horarios”, apunta Roldán.