Un plato con sabrosas torrijas

Un plato con sabrosas torrijas

Castilla y León

Ni azúcar ni canela, el ingrediente que incorporan las abuelas de CyL a las torrijas para darle mucho más sabor

Es tiempo de disfrutar de un producto único por Semana Santa. Las abuelas de la Comunidad se esmeran por ponerle cariño y sabor para que queden lo más sabrosas posibles.

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Llega la Semana Santa y con ella las torrijas. Un postre que pasa por ser típico de España y que está especialmente ligado a esta fase del año. Se disfrutan en todos los puntos de la geografía española, tanto en el norte, como en el sur.

En Castilla y León pasa por ser un dulce esencial en las diferentes semanas de pasión de las nueve provincias. Son populares en cada una de ellas y raro es el que pasa la Semana Santa sin probar una.

Pastelerías y reposterías de Valladolid, Zamora, Salamanca, León, también de Palencia, Burgos, Ávila, Segovia y de Soria se esmeran por hacer las mejores para triunfar y que los clientes se deleiten con su sabor.

Las abuelas de Castilla y León preparan las torrijas siguiendo las recetas tradicionales que se acaban transmitiendo de generación en generación. No tienen grandes complicaciones, pero el sabor es perfecto por el cariño y el esmero que le ponen.

Con panes de distintos tipos, según la preferencia de la cocinera que se ponga el mandil, la mayoría le dan el toque con miel, canela y azúcar, pero hay un ingrediente que añaden para darle más potencia al sabor de la leche.

¿Qué ingrediente es este que añaden las abuelas de Castilla y León para potenciar el sabor de sus torrijas? Se trata de la piel, bien de la naranja, o bien de un limón. O, incluso, ambos. Aporta un aroma fresco y distintivo que realza el sabor de esta delicia en forma de postre.

Ingredientes y receta

Para elaborar unas sabrosas torrijas estos son los ingredientes que debes usar:

1 barra de pan del día anterior

1 litro de leche entera

1 rama de canela, o canela en polvo

100 gramos de azúcar, también se puede emplear el azúcar avainillado

4-5 huevos

Aceite

Miel

Agua

Y, por supuesto, la piel del limón o de la naranja. O, incluso, ambas.

Los pasos a seguir son muy sencillos:

1. Lo primero es infusionar la leche. En un cazo, la calentamos a fuego bajo con la canela, el azúcar y la piel de limón y de la naranja.

2. Cuando comience a hervir, toca retirarlo del fuego y dejar templar para que coja bien los aromas. Cuanto más tiempo, mejor. Incluso se puede hacer por la mañana y rematar la receta por la tarde o la noche.

3. Cortamos el pan en rebanadas gruesas.

4. Empapamos las torrijas sobre la leche.

5. Dejamos reposar unos minutos hasta que el pan esté bien empapado pero sin dejar que se deshagan.

6. Rebozamos y las freímos: batimos los huevos en un plato hondo.

7. Calentamos el aceite en la sartén.

8. Pasamos cada una de las torrijas por el huevo batido y freímos en aceite caliente hasta que estén doradas por ambos lados.

9. Muy importante el paso de colocar las torrijas sobre papel absorbente con el fin de eliminar el exceso de aceite.

10. Bañamos en miel: en un cazo, calentamos la miel con el agua para hacerla más líquida.

11. Bañamos cada torrija con esta mezcla o la sumergimos unos minutos en esa miel bien caliente.

12. Servimos el manjar. Las podemos comer tanto templadas como frías. Pero merece la pena esperar. Cada hora cogen más sabor.

Ahora ya solo queda disfrutar de una auténtica delicia para el paladar.