La vida de Carmen de Mairena se apagaba este pasado marzo a los 88 años. Y si bien la historia de esta famosa transexual se merece una serie al más puro estilo Veneno, por lo pronto habrá que conformarse con una audioserie de la plataforma Storytel titulada Una vida trepidante por detrás y por delante, narrada por Bob Pop y guionizada por Santi Villas.

Ambos concedían una entrevista a Ja m'entens de Catalunya Ràdio para contar más detalles sobre esta figura y sus similtudes con la vida de Cristina Ortiz "La Veneno".

Sobre si la televisón se aprovechó de ellas, o al revés, consideran que fue un "toma y daca" ya que "la televisión les dio el reconocimiento, eran dos mujeres que tardaron en reconocerse a sí mismas. La tele les dio esa imagen de espejo que les vino muy bien para aceptarse. No estaban en La Clave ni en programas muy intelectuales, pero jugaron a lo que les pedía el mercado"

Bob Pop destaca que ambas "eran mujeres que no quisieron erigirse como iconos de ninguna lucha, bastante tenían con sobrevivir ellas para erigirse reivindicadoras de derechos. Por su parte, Santi Villas explica que "buscaban el reconocimiento pero no a un nivel profesional, sino al literal, que las reconocieran físicamente, tal y como son y lo que querían ser siempre", y que no eran personas "que pudieran valorar entre 27 ofertas; o estaban en el parque del oeste o al final de las Ramblas".

Villas tiene claro, además, que la vida de Carmen de Mairena podría convertirse en una serie de televisión, y de un género muy similar al de Veneno. "Son personajes muy parecidos, incluso la vida de Carmen es más rica porque tiene más elementos y muchos más años, incluso le ha dado tiempo de vivir una pandemia mundial", añade.

Sobre Javier Cárdenas, el presentador que tantos momentos compartió con ella en televisión, Santi Villas asegura que "creemos que se reía de ella pero, y esto se explica en la audioserie, muchas de las cosas las proponía ella. Tuvieron una relación que traspasó de lo laboral a lo personal. Realmente le hizo muy bien porque fue más feliz que nunca a los setenta", contando además que sigue en contacto con la familia y que incluso le llevaba medicinas cuando estaba enferma.