Parece que a Kiko Hernández le gustan más algunas secciones que otras. O, al menos, le gusta mucho más cuando hablan algunos colaboradores que otros. Y las pruebas las recogieron las propias cámaras de Sálvame, que pillaron al colaborador del programa como nunca había salido.

En escena, Lydia Lozano. La colaboradora empezaba a hablar en el programa vespertino para comentar una supuesta traición de Javier Tudela hacia su hermana Ana Matamoros destapada por Rafa Mora. Ella parecía muy interesada en el tema, pero Kiko no tanto. 

De pronto, las cámaras del programa captaron demasiado color en la pantalla del móvil de Kiko y no parecía que estuviese buscando la última gran exclusiva del programa. El colaborador estaba jugando al conocido Candy Crush.

Se trata del mismo juego para móviles que jugaba Celia Villalobos en el Congreso y por el que terminó en las portadas de todos los medios de comunicación. Parece que Kiko Hernández tiene una buena maestra en eso de distraerse cuando algo no le interesa.