El ministro Iñigo Méndez de Vigo junto a directivos y presentadores de RTVE.

El ministro Iñigo Méndez de Vigo junto a directivos y presentadores de RTVE.

Televisión

Las palabras dimisión y decencia tampoco se conocen en RTVE

Para el tiempo que les queda dentro, algunos han decidido manipular sin descaro.

29 julio, 2017 08:03

Les da igual que tengan los días contados. Que el Parlamento haya decidido por unanimidad que RTVE debe volver a la pluralidad. Ellos van a morir matando, agarrados con fuerza a la silla que un día les regaló el partido en el Gobierno. ¡Cómo van a renunciar a un maravilloso sueldo público!

No conocen las palabras dimisión, decencia o pudor. Llegaron como comisarios políticos y ‘morirán’ como tal. Su objetivo está claro: si no les quieren, tendrán que echarles. Así harán el último favor a los suyos proporcionándoles argumentos que emplear en el futuro diciendo que todo partido hace sus cambios. Y de paso una indemnización a costa de las arcas públicas.

Su objetivo está claro: si no les quieren, tendrán que echarles

Pero no se equivoquen. Los despidos que llegarán con la nueva dirección de RTVE estarán más que justificados. Por manipulación, por dañar la credibilidad de nuestra televisión pública, por deteriorar día a día su imagen.

Ellos son los que, sin ningún tipo de decoro, ya no tratan de esconder cuál es su misión en la televisión pública. Ellos son los que este miércoles permitían que La 1 copara titulares en los medios por ser la única cadena generalista que no emitía en directo la comparecencia de Rajoy como testigo del caso Gürtel.

Y como no tenían suficiente con tamaño atropello, en la primera edición del Telediario, donde tampoco conocen la palabra vergüenza, decidieron intentar minimizar el impacto de la noticia ofreciendo una crónica sobre otros procesos judiciales de presidentes. Lo hicieron, además,  encargando una lista concreta de personajes, lo que provocó que dos de las tres piezas emitidas no se firmaran por desacuerdo con el enfoque.

"Hay que ser fresca"

Tampoco parecen ocultar su falta de decoro en Teledeporte. Este lunes, BLUPER publicaba que en la cadena pública habían decidido hacer caso omiso al 25 aniversario de la inauguración de los JJOO de Barcelona. Estando las cosas como están en Catalunya, mejor no darles demasiado protagonismo.

Sólo unas horas después, en un nuevo intento por dejar mal a este portal, sus directivos reaccionaban y se volvían como locos programando documentales en el prime time de su canal deportivo sobre Barcelona ‘92 emitidos hace ya más de cinco años.

Y ya mejor no hablarles de la parte de entretenimiento. Su directora Toñi Prieto dijo una vez que “en la vida hay que ser fresca”. Y así es. De 21 programas estrenados, 19 han sido un absoluto fracaso. Pero nadie ha tenido la decencia de dimitir. Ahí siguen como si la cosa no fuese con ellos. ¿Toleraría un hombre como Paolo Vasile estas estadísticas en Mediaset? Ya saben la respuesta.