La expulsión de Ángel Cristo de Supervivientes, que tuvo lugar este martes por la noche, ha sido uno de los temas más comentados en los programas de Telecinco de este 22 de mayo. Y también ha sido uno de los asuntos que se han puesto sobre la mesa en Ni que fuéramos Shhh, el nuevo Sálvame que se emite en Canal Quickie por diferentes plataformas.

Desde el programa que presenta María Patiño en directo han querido recordar cómo el hijo de Bárbara Rey aseguró en ¡De Viernes! que su madre le ponía orfidal en el biberón para que durmiese mejor. Y para saber si decía la verdad, han mandado a Belén Esteban a una farmacia para que le informen del año del lanzamiento de este medicamento.

En su camino a la farmacia, Belén se ha encontrado a una vieja conocida. “¡Angelines, dame un beso!”, le decía a una mujer, a la que todos, desde el plató, mandaban mensajes de cariño. “Angelines ha estado con nosotros 14 años y es la persona más buena y maravillosa que hay en el mundo” aclaraba Belén a los espectadores. Tras despedirse, añadía: “Trabaja en la cadena de enfrente, nos quiere un montón y nos saluda”. Recordemos que “la cadena de enfrente” es la forma en la que Ni que fuéramos Shhh se refiere a Mediaset.

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Más tarde, Belén pasó por un bar, donde se encontró con Gonzalo, un camarero que antaño servía a los trabajadores de Sálvame en el conocido bar La Muralla, ya desaparecido. “Qué buenas tardes, María, hemos pasado. Cuántas tardes buenas hemos pasado aquí”, recordaba la colaboradora.

"Algo se muere en el alma cuando un amigo se va"

“Hemos pasado muy buenas tardes aquí. Tengo ahí enfrente a la cadena. Contigo siempre, no sé cuándo”, decía también Belén Esteban, en referencia a Mediaset. Y en ese momento se arrancaba a cantar La Sevillana del Adiós, aquella que dice “algo se muere en el alma, cuando un amigo se va”.

En la farmacia no pudieron dar a Belén Esteban la información que necesitaba, y por eso, tenía que regresar al plató. “El pájaro vuelve al nido. Qué imagen más bonita esta que estáis viendo”, expresaba entonces la que fuese conocida en su día como la princesa del pueblo, justo enfrente de Mediaset. “Por ahí entrábamos y salíamos”, apuntaba María Patiño. “Lo que sí hago es mandar un beso, he vivido muy buenos momentos ahí, de corazón”, aseguraba Belén, que tiraba un beso al aire frente a la sede del grupo audiovisual, antes de dar por concluida su conexión en la calle.