Anatomía de, el nuevo programa que Mamen Mendizábal presenta en La Sexta cada domingo, regresa este fin de semana con una nueva entrega. Después de haber analizado en entregas anteriores cuestiones tan dramáticas como el atentado que sufrió José María Aznar en 1995 a manos de ETA, ahora se centra en un nuevo caso mediático: el 'timador del amor'. 

Una trama que se convirtió en noticia en España durante más de una década y que tiene en su centro a la figura de Albert Cavallé. Este personaje, conocido ahora como el estafador del amor, se dedicó durante años a contactar con diferentes chicas a las que fue quitando un dinero que les pedía porque, supuestamente, lo necesitaba para cuestiones importantes. 

Una lista de seis víctimas reconocidas que fueron engañadas durante más de 10 años y que provocaron que ahora Albert Cavallé tenga en su contra más de 40 denuncias. A algunas jóvenes les pedía en torno a 200 euros. Sin embargo, otras han llegado a darle más de 50.000. Todo mediante tácticas de extorsión y estafa con las que consiguió hacer una gran fortuna y, al mismo tiempo, ser perseguido por la justicia. 

["No sé si tengo edad para tener hijos", "nos separamos no de mutuo placer" y otras confesiones de Pocholo]

El caso del 'Timador del amor', en 'Anatomía de' en La Sexta

El programa Anatomía de que presenta Mamen Mendizábal en La Sexta cada domingo analiza una vez más uno de los casos más mediáticos que se han vivido en España durante años. Se trata de la historia del 'timador del amor'. Un hombre que se dedicaba a estafar a mujeres a las que conocía a través de aplicaciones y páginas web para ligar. 

Albert Cavallé usaba siempre el mismo modus operandi. Encontraba a chicas a través de estos campos, se creaba un perfil que pudiera cautivarlas y después comenzaba la función. Siempre aparentando ser una persona con un gran poder adquisitivo para así aumentar su capacidad de influencia sobre sus víctimas. 

Algunas de ellas ofrecen su versión de lo sucedido en un caso que duró más de 10 años y que terminó provocando que Albert Cavallé tuviera más de 40 denuncias en su contra. Siempre sin abandonar su actitud fanfarrona y provocadora, esa que no ha dudado en mostrar ante las cámaras de los medios de comunicación cada vez que ha aparecido en televisión. 

["El porno es ficción", "mi sábado era pillarme un gramo" y otras perlas de Nacho Vidal en La Sexta]

"Sigo siendo papá nena, sigo siendo papá" es su bravuconada más célebre, la cual se puede escuchar en uno de los audios que hace públicos el programa Anatomía de que se emite en La Sexta este domingo. Un perfil que concuerda y mucho con los testimonios que han dejado alguna de sus víctimas en el espacio de Atresmedia. 

La clave siempre era tener el plan perfecto para cautivar a sus víctimas y poder empezar a desarrollar su plan: "Sabía perfectamente cómo atraparme". Una vez había estrechado lazos y tenía su total confianza fruto de una relación amorosa, llegaba el momento cumbre: pedir el dinero. Sin embargo, el proceso siempre terminaba de la misma forma: sin dejar rasgo.

"Me seguía diciendo que necesita dinero y al final se lo pasé". Una vez Albert Cavallé recibía los ingresos, tardaba segundos en no dejar rastro. Una de las víctimas resume con resignación cuál era el final de la historia: "Desapareció". Sin embargo, el lado bueno del caso es que muchas de sus víctimas han conseguido superar el trance. "Él va a ir a la cárcel y a mí ya no me afecta". 

No obstante, no todas las mujeres que se han visto afectadas por las estafas del 'timador del amor' han conseguido tener la misma suerte y sí han tenido graves problemas por culpa de las malas artes que ponía en práctica Albert Cavallé. Cuando se encontraba con una mujer que no quería darle el dinero que este le pedía, comenzaban las amenazas para intentar conseguir su cometido por otra vía: "Eres una desgraciada. Tú sabes que esto va a ser largo tía, muy largo tía". Una táctica que, en algunos casos, completaba con intentos de extorsión rozando incluso las agresiones. Unas actitudes que Anatomía de, el programa de Mamen Mendizábal, pone ahora al descubierto. 

¿Cómo actuaba el 'timador del amor'?

El 'timador del amor' ha sido uno de los casos más seguidos en España en los últimos años. Una sucesión de estafas que llegaron a afectar hasta a seis mujeres y que derivaron en 10 años de persecuciones y en más de 40 denuncias. Pero siempre siguiendo el mismo patrón, una táctica que Albert Cavallé, el estafador en cuestión, llevó a la excelencia. 

La primera parte era crear un perfil diferente para cada chica. Siempre intentando hacer ver que se trataba de una persona que contaba con una gran fortuna, con mucho poder y con influencias. Un manual con el que deslumbraba e impresionaba a las chicas con las que contactaba. 

[Así fue el escándalo de España en los Paralímpicos de Sídney: llevó al equipo a jugadores sin discapacidad]

Por ello, a lo largo de sus andaduras, se hizo pasar por abogado, inversor, cirujano o incluso hijo de los dueños millonarios de una reconocida clínica de Barcelona. Y con cada cargo, un nombre diferente: Pablo, Angosto, Álvaro o incluso Albert Planas. Un sinfín de perfiles para justificar siempre una vida plagada de lujos y de una solvencia económica notable. Después, llegaba el momento de echar sus redes. 

Para ello, entraba en páginas de contactos y en aplicaciones como Badoo o Tinder y ahí conocía a las chicas que, tiempo después, se convertían en las víctimas a las que quitaba su dinero. Cuando entablaba relaciones con ellas y tenía la confianza suficiente, comenzaba a pedirles el dinero. En algunos casos comenzaba con peticiones de 200 euros mientras que en otros llegaban a ser incluso a 50.000 euros. Les hacía promesas de que les devolvería dinero, hecho que lógicamente nunca se producía. 

Albert Cavallé, el 'estafador del amor', atendiendo a los medios de comunicación EFE

Hace unos meses llegó a ser condenado a prisión por engañar y estafar a cinco mujeres por valor de decenas de miles de euros. Con mucho esfuerzo consiguieron sentarle en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Barcelona y se le impuso una pena de dos años y tres meses de prisión, pero no cumplió ni un solo día.

Se le acusaba de un delito continuado de estafa, otro de hurto y dos delitos de obstrucción a la justicia. Ahora se encuentra en busca y captura después de no presentarse a un nuevo juicio por otra estafa de 800 euros de la que ha sido acusado recientemente y por tener varias causas más pendientes. 

Pero lo más grave del caso es que ahora ha pasado de vivir de las mujeres a las que estafaba a hacerlo del estado, pues cobra 1.600 euros al mes a través de dos pagas. Recientemente, él mismo ha asegurado que "trabajar es de gilipollas". Un caso sin duda que tiene muchos capítulos en su interior.