El nombre de Ramón García empezó a sonar con fuerza en las últimas semanas después de que TVE aprobara el regreso de El Grand Prix para este verano. El mítico programa regresará con una dinámica renovada - no podrá tener vaquilla para poder cumplir la ley de bienestar animal-, pero la gran incógnita está en si el presentador aceptará la oferta de la cadena pública para volver a pilotar el formato.

Sin embargo, esta semana Ramontxu ha sido noticia por un tema mucho más surrealista. Como saben, En Compañía, el magacín que presenta cada tarde en Castilla-La Mancha Media, pone en juego un jamón entre su audiencia. El programa llama a un número al azar, y si la persona que coge el teléfono responde 'Ramón, me regalas el jamón', se lleva el ansiado premio.

Pero lo que acaba ocurriendo casi siempre es un momento surrealista digno de todos los zapping. Este lunes, Ramón García tuvo que aguantar que una señora le insultara en directo. La cosa empezó mal. "Cállate, cagueta!", soltó cuando el vasco insistía en que encendiera la televisión para entender lo que estaba pasando. "Ya he puesto la tele, pero ya ha terminado el Ramón, que parece medio mariquita, por eso se ha separado de la mujer", dijo después a carcajada limpia.

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"¿Qué soy medio mariquita?", preguntó extrañado él intentando reconducir la llamada y apuntando algo importante: "Señora, que estamos en directo y le estamos llamando ahora. Pero, ¿a dónde hemos llamado Dios mío? La señora no está bien". María Soledad, que así se llamaba la mujer, también insultó a la presentadora: "¿Qué quieres, chochona?".

Pese al 'chaparrón', los dos presentadores supieron salir muy bien del paso. De hecho, se mostraron cautos por si la espectadora pudiera tener algún tipo de problema, y así lo hicieron saber. "Compañeros de los programas de zapping, que estamos agradecidos de que nos saquen, pero sacad esta parte también", dijo Montoro.

"Le mandamos un beso muy fuerte y entiendo en esta llamada que esta señora no se encuentra bien. Por lo tanto, ni nos reímos nosotros ni faltamos el respeto. Le mandamos un abrazo y a quien corresponda en casa que le digan que no era una broma. Nos lo tomamos con sentido del humor y le mandamos este aplauso".