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Eppur si muove

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No cabe duda de que el ejemplo francés de los "chalecos amarillos" ha influido en las manifestaciones que, con motivo de lo que se ha denominado la "Ley de esclavitud", ha desencadenado las protestas contra el gobierno en Hungría. 

La citada Ley hace referencia a la ampliación de las horas laborales, 400 horas (actualmente establecidas en 250) que el empleador puede obligar a hacer al trabajador y lo significativo del caso que, estas horas extras, puede dilatarse su pago hasta tres años después de su ejecución.

Se acusa a la Ley que esta sólo favorece a las multinacionales y a la propia Administración del Estado que obliga a su personal a trabajar más. Como dato anecdótico hay que señalar que en Hungría los días laborables que quedan en un puente, que “se otorga por el gobierno” son recuperables, se utiliza para ello los sábados.

La protesta, que ya dura cinco días pese a las gélidas temperaturas, se ha seguido en las más importantes ciudades del país. Ha surgido de los trabajadores y la sociedad civil, a los cuales se han unido los parlamentarios de todos los grupos de la oposición, que escenificaron el jueves 13 de diciembre su rechazo en el Parlamento bloqueando la sesión.

Si tras las protestas de primavera, contra las sospechas de manipulación de las elecciones, la sociedad civil se había desmovilizado y distanciado de los partidos de la oposición, a los que se acusaban de legitimar el régimen si entraban en el Parlamento, parece haberse iniciado el deshielo, con motivo de la confrontación que conjuntamente  llevan a cabo contra esta Ley.

Sin duda a ello ha contribuido la participación activa de los parlamentarios de la oposición, Jobbik incluido en las protestas (partido de extrema derecha que intenta ahora orientarse hacia el centro), que elaboraron un documento de cinco puntos cuyo contenido se resume en:

    1. Que se revoque la Ley de la esclavitud.

    2. Que no se impongan tanta horas extras a los policías.

    3. Tribunales independientes (La creación de tribunales administrativos específicos significa que, en muchos casos, el juicio se quita del poder judicial ordinario para ser resuelto por de jueces nombrados por el gobierno).

    4. Que Hungría se una a la iniciativa de creación de la Fiscalía Europea.

    5. Medios de comunicación independientes.

Ayer por la tarde, Akos Hadházy y Szél Bernadett dos Parlamentarios entraron en la sede de la Televisión Pública Estatal con ánimo de que se leyeran estas reivindicaciones y fueron expulsados violentamente, pese a gozar de inmunidad, por la empresa de seguridad encargada de la vigilancia de este edificio.

En paralelo, los sindicatos, actualmente muy debilitados, han remitido una carta al Presidente de la Nación, nombrado por el gobierno actual, para que no firme, como es de trámite esta Ley.

Nos encontramos por tanto ante una nueva situación de cooperación entre los partidos de la oposición, que han hecho un frente común, y la sociedad civil, que comparte con "los chalecos amarillos" algunas características como su manifestación en todo el país; en cierto sentido llevan a cabo un discurso que reivindica la democracia directa por los ciudadanos, al parecer tiene intención de duración, y por último implica cierta deslegitimación de la clase política.

Habrá que estar atento a la evolución de los acontecimientos para ver si se consolida esta aproximación entre la sociedad civil, y los políticos de la oposición, que no participan de la visión monolítica del régimen autoritario que hoy gobierna en Hungría, y que ya ha socavado muchos de los valores y derechos políticos, económicos, sociales, culturales y humanos que declara, como seña de identidad, la Unión Europea.

Por cierto la respuesta del gobierno, la misma cantinela de siempre del enemigo exterior, estas manifestaciones están alentadas y pagadas por los agentes de Soros.