El plan de choque del PSOE

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez/Sergio Barrenechea/EFE

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez/Sergio Barrenechea/EFE

Por Alexander Martinez Kocmann

Primero me dan escalofríos y tras leerlo una segunda vez me da la risa. El PSOE ha presentado un programa de 40 medidas que va a servir como base para las negociaciones con otros partidos, y una de las medidas es:

"Aprobación de un Plan de Choque para reducir el paro a la mitad durante la legislatura."
Es decir, Pedro Sánchez va a plantear un Plan de Choque para reducir el paro del 22% all 11%. Más claro todavía, quiere crear 2,500,000 puestos de trabajo en cuatro años. Esto, como poco, sería un hito en la historia de España, una hazaña en la historia del mundo, y un récord por lo menos en el Brazo de Orión, que es la parte de la Via Láctea donde se asienta nuestro humilde planeta y nuestra arrogante especie humana.

Recordemos que en el ámbito de las promesas electorales, los partidos políticos suelen decir unas bobadas estrepitosas pero una de las más famosas en lo que llevamos de democracia debe ser la de los 800,000 puestos de trabajo que Felipe González prometió en la campaña del 82. La risa me viene cuando me acuerdo de Pedro Ruiz, aquel cómico español que más se acercaba al cabaretismo en aquella época, haciendo el chiste de que Felipe nunca dijo "ochocientos mil", sino "ochocientos o mil".

Bueno pues refresquemos la memoria del exitazo histórico del PSOE en materia de creación de empleo (según datos de la EPA que he encontrado en internet):

Felipe González (1982 - 1996): la tasa de paro sube del 15% all 22%.

Jose Luis Rodríguez Zapatero (2004 - 2011): la tasa de paro sube del 11% al 23%.

Esto quiere decir que con estos dos estadistas a la cabeza, el PSOE ha destruido más o menos 4,500,000 (cuatro millones y medio) de empleos en los más o menos 20 años que ha gobernado en España desde el 77. Ante esta realidad, o Pedro Sánchez alucina en colores, o se ha propuesto romper con una tendencia histórica de fracasos estrepitosos de su partido en materia de creación de empleo.

Sinceramente le deseo suerte, y me gustaría creerle. Me gustaría creer que lo va a conseguir, y me gustaría creer que él se cree que lo va a conseguir. Mucho me temo que ni la fuerza económica, ni el tejido industrial, ni la confianza de los mercados en España me permiten creer al Sr. Sánchez. Para eso hace falta estabilidad institucional, independencia judicial, y confianza de los inversores en que el país no se va a resquebrajar de un momento a otro. Para corregir el desastre que años de dejadez y de cobardía nos han dejado en ese aspecto, hace falta bastante más que una legislatura y un eslogan. Si además consideramos que entre las 40 medidas está el impulso de esa estupidez sectaria y revanchista llamada "Ley de Memoria Histórica", y que no se dice una sola palabra sobre la independencia judicial, las supuestas buenas intenciones quedan bastante en entredicho.

Así pues, Sr. Sánchez, sea serio, y tómenos en serio.