Charo (79), jubilada y viuda: "Mi marido cotizó toda la vida y me pagan la mitad de su pensión, no sé quién se queda el resto"
El Reino del Revés
Una columna de Francisco J. Jurado en EL ESPAÑOL relataba la situación de Charo Catoira, una señora viuda que cuestiona el motivo por el cual debe percibir el 52% del sueldo de su marido fallecido y no el 100% del mismo, cuando, no solo que aportó o cotizó toda su vida laboral, sino que, de no haber fallecido, estaría percibiendo la totalidad.
Ante esta realidad se pregunta:
¿Quién se queda con el 48% de ese sueldo que ella no percibe?
La respuesta es obvia.
Se lo quedan aquellas personas que no trabajan pero que quizás cobren un salario mayor al que percibía su marido.
Ello por el sólo hecho de militar en el populismo.
Seguramente una parte de lo que a la señora Catoira le extraen de su salario podría ser derivado a campañas políticas, a mantener indocumentados que jamás trabajarán ya que lo único a lo que se dedican es a complicar la calidad de vida de los españoles, o derivarlo a las personas que no realizan ningún trabajo productivo para España, pero son devotos a ultranza del populismo y obsecuentes militantes.
Me encantaría explicarle a la Señora Catoira que esta película ya la vivimos en Argentina con aproximadamente 30 años de populismo.
Ella afirma que percibe 2.300 euros al mes (1.400 euros de la pensión de viudedad y otros 900 euros de la pensión de jubilación).
Sin pretender ser irónico, si tuviera la oportunidad de mantener una charla con ella, sin dudar le diría que agradezca a Dios que aun el sistema le brinda la posibilidad de cobrar esa suma de dinero.
En Argentina, una persona que cotizó o aportó a las arcas del Estado toda una vida, la denominada "jubilación digna" asciende aproximadamente a 205€ (el equivalente a 350.000 pesos argentinos).
Aseguro tristemente que, para muchas personas, ese monto que perciben sólo les alcanza para la compra de medicamentos y algo de comida, pero sin dudar no llegan ni a mediados de mes, debiendo recurrir a la ayuda de sus hijos o familiares.
El populismo es una gran maquina de destrucción de la calidad de vida, de la cultura del trabajo, del futuro de los hijos y de los salarios dignos.
Donde se enquista nace la inseguridad, la protección del delincuente; silencian a la clase trabajadora dado que si hablan o se manifiestan en su contra, seguramente serán denunciados por violencia moral o psicológica, por xenófobo, discriminador, etc.
Pero si un grupo de personas violentas suspenden un evento como La Vuelta de España 2025 por protestas propalestinas, invadiendo el circuito, saltando vallas, rompiendo cercos policiales, vandalizando bienes públicos y lanzando bengalas, eso es digno de admiración y de respeto según el gobierno español.
Me solidarizo totalmente con la Señora Catoira y con el colectivo que ella representa, culminando esta columna con un mensaje dirigido a ella:
"Estimada señora, vivimos en el Reino del Revés", aludiendo a la canción de la famosa escritora María Elena Walsh, en donde describe un mundo al revés, donde las cosas son inversas a la realidad, la cual invito a escucharla dado que se sentirá muy representada con la letra de la misma, tal como lo que nos sucede a todas las personas que trabajamos, nos perfeccionamos cuando ese segmento populista nos trata como "gorilas" y nos insulta por tener bienes producto de nuestro sacrificio y esfuerzo.