Mar Roura en la panadería.

Mar Roura en la panadería.

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Mar Roura (44 años) salva la emblemática panadería de un pueblo de Aragón: "Aproveché el finiquito para invertirlo aquí"

La panadería Eva, en Calaceite (Teruel), continuará viva gracias a esta catalana que ha cogido el relevo del anterior propietario.

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Zaragoza
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Hace unos meses, Eulogio ponía el anuncio de “se traspasa” a su panadería, uno de esos negocios de toda la vida, de los que ya no quedan. Se trataba de la panadería Eva, en el municipio turolense de Calaceite, la cual fundó junto a su mujer en el año 1999. Viudo desde hace dos años, el dueño había tenido que coger la baja por enfermedad y, sin relevo generacional, estaba pendiente de un sucesor, o del cierre definitivo.

Entonces apareció Mar Roura, una catalana natural de Bañolas (Girona), pero afincada en Mazaleón desde hace tres años. Esta había soñado siempre con estar al frente de una panadería y así, ha cogido el relevo de un emblemático negocio en Calaceite.

Mar nunca se había dedicado a la panadería, pero era algo que le había gustado toda la vida. “Fue la oportunidad de cumplir un sueño”, cuenta la responsable desde el pasado 7 de julio. “Me quedé sin trabajo y aproveché el finiquito para invertirlo aquí”, confiesa.

Así pues, Roura se encuentra muy ilusionada con esta nueva etapa y confía en que con “ganas y empeño” pueda seguir los pasos del fundador y estar otros 25 años. “Tengo 44 años, ojalá me pueda jubilar yo también aquí”, señala con determinación.

Y es que, tal y como reconoció el pasado mes de mayo Eulogio a este diario, había sido el hombre más feliz del mundo trabajando en su panadería y le daba una pena enorme tener que poner fin a ese camino. Pero, en su caso, ya no podía continuar. 

Por otro lado, la de Girona reconoce que empezar en pleno verano, con tanto calor, no ha “ayudado mucho” en esa nueva etapa, pues hay que tener en cuenta la temperatura de los hornos. Además, la panadera se tiene que desplazar cada día a Calaceite desde Mazaleón, teniendo aproximadamente 20 minutos en coche.

Recibimiento en Calaceite

Sin duda, lo mejor de todo es poder estar junto a los vecinos de la localidad, que están muy satisfechos de seguir yendo a comprar el pan en esta panadería con más de 25 años de vida. A pesar de que hay otra más en Calaceite, “los vecinos están muy contentos, tenían ganas de tener el pan”, asegura Mar.

Además, cuenta que Eulogio le enseñó el oficio y mantiene las mismas recetas que hacía el matrimonio y que tan buena acogida tenían de los propios vecinos y de los visitantes.

Por último, Mar defendía la necesidad de animar a la gente a hacer los oficios “que nadie quiere”. “Son muchas horas, pero es algo que se demanda, y alguien tiene que hacerlo o se va a perder”, insiste.