El pequeño pueblo de Aragón en el que nació el famoso cineasta Luis Buñuel: conocido por sus melocotones E.E
El pequeño pueblo de Aragón en el que nació el famoso cineasta Luis Buñuel: conocido por sus melocotones
El pueblo aragonés donde nació Luis Buñuel y se cultiva el melocotón con Denominación de Origen más famoso de España, está en Teruel.
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¿Quién dijo que Aragón no era tierra de artistas? Lo que ocurre es que esta tierra peca de humilde y no presume lo suficiente de sus vecinos más ilustres, aquellos que han dejado huella tanto en las ciencias como en las artes. Un claro ejemplo es Luis Buñuel, uno de los cineastas más influyentes del siglo XX, y que muy pocos saben que nació en Aragón.
El pequeño pueblo de Calanda, en el corazón del Bajo Aragón, entre los valles del Guadalope y el Matarraña, fue la cuna de Buñuel. Este rincón turolense ha dejado una huella imborrable en la historia del cine.
Pero Calanda no es solo cine. También es sabor. Su nombre está ligado a uno de los productos más emblemáticos de la gastronomía española: el melocotón. Porque si es bueno, lleva apellido. Y ese apellido es Calanda.
Luis Buñuel: de Aragón al mundo
Luis Buñuel nació en Calanda en 1900. Su obra, marcada por el surrealismo, la provocación y la crítica social, es reconocida a nivel internacional. Buñuel mantuvo siempre un fuerte vínculo con su tierra, y no dudó en integrarla en su cine. En películas como La edad de oro o Simón del desierto se pueden escuchar los tambores de Calanda, un eco sonoro de su infancia.
Tras su infancia en Calanda, se trasladó a Zaragoza para continuar sus estudios. En el colegio de los Jesuitas despertó su amor por la literatura y las artes, una inquietud que lo acompañaría siempre. Años más tarde, su vocación lo llevó a París, donde se formó en la École du Louvre y se sumergió en los círculos vanguardistas. Allí conoció a Salvador Dalí y Federico García Lorca, con quienes compartió ideas y pasión artística. Fue en París donde consolidó su estilo único, radical y profundamente personal.
En el año 2000 se inauguró el Centro Buñuel Calanda (CBC), ubicado en la Casa Fortón-Cascajares, donde pasó parte de su niñez. Este centro cultural alberga un museo, exposiciones temporales y un espacio dedicado a la investigación de su obra.
El melocotón de Calanda: sabor con nombre propio
Además de por Buñuel, Calanda es famosa por sus melocotones, únicos en España con Denominación de Origen Protegida (DOP) desde 1999. Cultivados en 45 municipios del Bajo Aragón, estos frutos siguen procesos tradicionales como el aclareo y el embolsado manual, lo que garantiza su calidad.
El melocotón de Calanda destaca por su gran tamaño (mínimo 73 mm), su color amarillo crema y su dulzura excepcional, que supera los 12 grados Brix. Su temporada va de finales de agosto a principios de noviembre, y su producción limitada lo convierte en un manjar muy cotizado dentro y fuera de España.
Tradición y emoción: la Semana Santa de Calanda
La Semana Santa de Calanda es una de las más impactantes de Aragón. El momento más emblemático es la Rompida de la Hora, que tiene lugar el Viernes Santo al mediodía. Cientos de tambores resuenan al unísono, creando un estruendo que simboliza el luto por la muerte de Cristo. Esta tradición, que impresionó profundamente a Buñuel, aparece reflejada en su cine como un homenaje sonoro a su tierra.
Por otro lado, Calanda también es famosa por el milagro que realizó la Virgen del Pilar el conocido como 'Milagro del cojo de Calanda'. Miguel Pellicer, un joven jornalero de Calanda, tenía una pierna amputada desde hacía dos años, tras un accidente en el campo. El 29 de marzo de ese año, después de rezar durante meses a la Virgen del Pilar, según su testimonio, despertó en su cama con ambas piernas: la pierna amputada había reaparecido.
Cine, gastronomía, tradición y ¡hasta milagros! Calanda lo tiene todo. Realmente no solo es un pueblo bonito, es un lugar con alma. Ya sea siguiendo los pasos de Buñuel, saboreando sus famosos melocotones o viviendo la fuerza de sus tambores, una visita a Calanda es una experiencia que no se olvida.