
Fuentespalda. Turismo de Aragón
Parece Italia pero está en Aragón y es una joya: el precioso y desconocido pueblo con un gran patrimonio histórico
"La Toscana aragonesa" reúne 18 municipios que ofrecen una combinación de paisajes de olivares, cipreses y pueblos de piedra que parecen detenidos en el tiempo.
Te puede interesar: Una de las mayores Presas Romanas de España está cerca de Zaragoza y es una joya: "Visita obligada"
Cuando uno imagina campos de olivos interminables, caminos bordeados de cipreses y pueblos de piedra bañados por la luz dorada del atardecer, piensa en la Toscana italiana. Pero, ¿sabías que no hace falta cruzar fronteras para vivir esa experiencia? Basta con viajar al corazón de Teruel, para descubrir un rincón de España que parece sacado de una postal italiana.
A menudo soñamos con viajes por el mundo descubriendo parajes preciosos y desconocidos, pero ya sea por tiempo o por dinero, se nos hace imposible visitar esos lugares idílicos. Sin embargo, no hace falta cogerse un avión para asombrarse de la belleza natural o del patrimonio cultural y artístico.
Aragón y un coche son dos elementos que casan perfectamente para una auténtica luna de miel. El viaje de nuestros sueños está a menos de dos horas en coche desde Zaragoza. Una joya preciosa, pero desconocida, es la comarca del Matarraña; puede que no suene muy glamuroso, pero las apariencias engañan.
Bienvenidos a la Toscana aragonesa
La comarca del Matarraña, apodada cariñosamente como "la Toscana aragonesa", es un territorio donde la naturaleza, la historia y la arquitectura se dan la mano. Sus 18 municipios, muchos incluidos en la lista de los pueblos más bonitos de España, ofrecen un viaje en el tiempo entre callejuelas empedradas, plazas medievales y casonas de piedra con siglos de historia.
Aquí, cada pueblo tiene su propio encanto. Valderrobres, por ejemplo, despliega su imponente castillo y su puente medieval como carta de presentación. Calaceite enamora con sus casas señoriales y su vibrante vida cultural. Y Beceite, rodeado de montañas y ríos cristalinos, es el punto de partida perfecto para explorar parajes naturales como el Parrizal o las rutas de los Puertos de Beceite.

Panorámica de Calaceite (Teruel).
Pero Matarraña no es solo piedra y olivos. Es también gastronomía de kilómetro cero, con aceites de oliva virgen extra, vinos con carácter y platos tradicionales que conquistan el paladar. Es escuchar el sonido del agua en los lavaderos antiguos, el murmullo del viento entre los olivos centenarios y el canto de los pájaros al amanecer.
Cada visita es una invitación a desacelerar, a perderse sin prisas y a reconectar con la esencia de los pueblos auténticos. No es raro encontrar talleres de artesanos, pequeñas galerías de arte o alojamientos rurales que conservan el sabor de lo antiguo con las comodidades de hoy.
Patrimonio histórico
Entre los 18 municipios del Matarraña podríamos hablar ampliamente de todos. Cada uno esconde una gran belleza natural y un impresionante patrimonio histórico. Beceite, Fuentespalda, Cretas o Calaceite son algunos ejemplos de los pueblos que no puedes perderte en tu viaje.
Pero si hay uno que predomina, que está incluido en la lista de Los Pueblos más bonitos de España, y ha sido recomendado en más de una ocasión por la revista National Geographic, es Valderrobres. Un pequeño pueblo turolense que merece una visita con tiempo.
Al cruzar el ‘puente de piedra‘ y atravesar la muralla por el portal de San Roque, descubrimos Valderrobres, un pueblo declarado Conjunto Histórico. En sus calles medievales, llenas de hermosos rincones, destacan monumentos como la iglesia de Santa María, uno de los máximos exponentes de la arquitectura gótica en Aragón, el castillo-palacio de Valderrobres, también gótico, y el ayuntamiento, sobresaliente ejemplo de palacio renacentista aragonés.
Se sabe que la historia del castillo tiene sus inicios a finales del siglo XII. Durante la reconquista comenzó siendo un torreón defensivo y es ya en 1307, cuando el arzobispo de Zaragoza se convierte definitivamente en señor feudal de estos territorios e impulsa la construcción del Valderrobres más monumental.
¿Por qué visitar Matarraña ahora?
En un mundo donde lo auténtico es cada vez más valorado, Matarraña ofrece algo que no se puede comprar: la sensación de estar en un lugar genuino, donde la vida fluye sin artificios. Además, su clima mediterráneo templado invita a visitarlo durante todo el año, ya sea para disfrutar de los colores ocres del otoño, el verdor primaveral o los refrescantes baños en sus pozas naturales en verano.
Así que ya lo sabes: si buscas una escapada diferente, llena de belleza natural, cultura, gastronomía y pueblos que parecen suspendidos en el tiempo, apunta Matarraña en tu lista de destinos. Italia puede esperar. La Toscana aragonesa te está esperando mucho más cerca de lo que imaginas. Aragón y un coche, no necesitas más.