Fernando Tejero en Zaragoza.

Fernando Tejero en Zaragoza. E.E.

Cultura

Fernando Tejero, actor, confiesa su falta de autoestima: "Me cuesta valorarme, a veces no me creo ni yo la carrera que tengo"

El popular actor cordobés ha visitado Zaragoza para hablar de su último personaje en la película ‘El Cautivo’, dirigida por Alejandro Amenábar.

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Zaragoza
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Zaragoza ha tenido el lujo de recibir este viernes la visita de uno de los actores más populares y queridos de nuestro país, Fernando Tejero. El cordobés, principalmente reconocido por su papel en ‘Aquí no hay quien viva’ o ‘La que se avecina’, ha acudido al Paraninfo de la Universidad de Zaragoza para charlar sobre su último personaje en la película ‘El Cautivo’, dirigida por Alejandro Amenábar y en cines desde septiembre.

En concreto, ha participado en la sesión 245 del ciclo de conferencias ‘La buena estrella’ que organiza la Universidad de Zaragoza y que está presentada por el periodista Luis Alegre. Antes de encontrarse con el público aragonés, por tercera vez en el mismo ciclo (tras 2009 y 2012), ha reflexionado sobre su papel y trayectoria con los medios de comunicación.

‘El Cautivo’ está ambientada en el Argel de 1575 y narra cómo Cervantes, capturado en alta mar, encuentra refugio en su pasión por contar historias. Sus fascinantes relatos devuelven la esperanza a sus compañeros de prisión y llaman la atención de Hasán, el misterioso y temido Bajá de Argel, con el que empieza a desarrollar una extraña afinidad. A la vez, el escritor comenzará a idear un arriesgado plan de fuga.

Fernando Tejero encarna a Juan Blanco de Paz, un fraile dominicano extremeño que comparte con Miguel de Cervantes su cautiverio en Argel y que le hace la vida imposible.

Así pues, con el humor que le caracteriza, pero con humildad y sinceridad, Fernando Tejero ha explicado cómo vivió el proceso de la película. En primer lugar, el actor ha reconocido que en ese momento había decidido que hasta que no le ofrecieran un papel que le “interesara mucho”, no volvería al cine.

Entonces, le llegó la llamada de Amenábar, que evidentemente aceptó. “Tenía la certeza de que la película la iba a ver casi todo el mundo, incluso gente que no me había visto en drama. Era un personaje tan maravilloso”, ha contado.

Además, ha reconocido que es un personaje que ya le está dando “muchas alegrías” y en este punto, espera que sea “un empujón” para que le llegue el papel protagonista en un drama, algo que lleva esperando mucho. Eso sí, ha declarado que no ha pensado en cuál quiere e indica que prefiere que le propongan.

Sin embargo, y a pesar de su trayectoria, Tejero todavía peca de inseguridad o falta de autoestima. “Alejandro no me hizo pruebas ni nada. Cuando me llamó pensaba que sería para un personaje de 2 o 3 secuencias. A veces no me creo ni yo la carrera que tengo”, ha señalado.

Sobre su personaje Juan Blanco de Paz, al que Tejero no quiere definir como “el villano”, sino como “un superviviente”, el actor cordobés le guarda un importante cariño. “No puedo juzgar al personaje, tengo que quererlo. Para interpretarlo me invento su historia desde que nace hasta el momento de la película. Me inventé que sufría homofobia y no salía del armario, que tuvo una relación con alguien del pueblo y luego se siente en pecado mortal y su forma de acercarse a Dios es hacerse cura”.

En este aspecto, aunque rechaza hacer un papel tirando de su propio dolor, ha subrayado que esta situación la ha vivido (sufrimiento por ser homosexual) en su vida y sufre el dolor del personaje.

También ha repasado el proceso de selección del protagonista, finalmente interpretado por el joven Julio Peña, pero en el que hubo otras opciones como Álvaro Cervantes o Patrick Criado.

Igualmente, ha confesado que ‘El Cautivo’ ha sido un reto, pero cualquier trabajo lo es para él: “Intento que la última película que hago sea la mejor, mi mejor interpretación. A veces sale y otras no, a veces no depende solo de ti”.

“Quieras o no era una responsabilidad muy grande, es Amenábar y te exiges más a ti mismo. Pero viví el proceso, fue tan maravilloso y me lo pasé tan bien que me quedo con esto, es mi premio”, ha detallado.

Por último, Tejero ha incidido en su dificultad de valorarse a sí mismo, dándole importancia a las críticas. “Tenía siete críticas buenas y luego una mala y me importaba esa. He decidido dejar de leerlas. No quiero ni leer las buenas”, ha confesado.