Macarena Gómez, en la presentación de la obra 'Yo, Capote'

Macarena Gómez, en la presentación de la obra 'Yo, Capote' Isabel Méndez

Cultura

Macarena Gómez, actriz y productora de 'Yo, Capote': “Siempre produzco con el corazón, aunque pierda dinero”

La actriz y productora ejecutiva, presenta la obra 'Yo Capote' en Teatros Luchana de Madrid, todos los sábados hasta el 1 de noviembre.

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La actriz y productora Macarena Gómez se atreve con un reto que combina riesgo y pasión personal: producir la obra 'Yo Capote', un viaje a la última noche de Truman Capote donde el alcohol, los delirios y los fantasmas del pasado marcan el pulso de la escena. El espectáculo, con dramaturgia e interpretación de Dámaso Conde, se estrenó en los Teatros Luchana el pasado sábado, con gran expectación.

La actriz ha disfrutado de lo lindo produciendo la obra teatral de su amigo. En esta entrevista con El Español, Macarena repasa cómo se fraguó la propuesta, qué la motivó a lanzarse a producir teatro y cómo combina la amistad, la creatividad y la experiencia acumulada en cine y televisión para dar vida a un proyecto tan personal como arriesgado.

La obra 'Yo Capote', sigue en los escenarios de Teatros Luchana de Madrid durante 7 sábados más. Hasta el 1 de noviembre. La función es a las 22.30 y las entradas con un precio de 15,90 euros, pueden conseguirse aquí.

Yo, Capote.

Yo, Capote. Isabel Méndez

Entrevista a Macarena Gómez

El estreno de Yo Capote fue hace pocos días en los Teatros Luchana. ¿Qué balance haces de esa primera función?
La verdad es que fue muy emocionante. Empezamos el sábado 14 de septiembre y prácticamente se llenó la sala, lo cual fue una alegría inmensa. Como productora estaba muy nerviosa, así que no fui del todo consciente de lo que estaba pasando en el momento.

Pero luego, hablando con la gente que vino, muchos incluso de fuera de Madrid, recibí comentarios muy positivos y buenas críticas. El recibimiento ha sido muy cálido y eso te da fuerzas para seguir adelante.

¿Cómo nació el proyecto y qué te impulsó a producirlo?
En realidad, el interés inicial por Capote lo tenía Dámaso Conde, que además de actor es dramaturgo y uno de mis mejores amigos. Hace años, en unos cursos de interpretación, su profesora le sugirió que trabajara sobre el personaje de Capote porque le podía aportar mucho como actor. A él le fascinó y terminó escribiendo un libreto.

Cuando me lo enseñó, me pareció brillante. Se lo di a leer a otros dramaturgos y todos coincidieron en que era un texto muy bueno. Entonces le dije: “Termina de escribirla y yo te la produzco”. Fue una decisión de corazón, porque siempre produzco así, por amor al proyecto y a las personas. Mi deseo era hacerle feliz y darle la oportunidad de interpretar un personaje con el que llevaba tiempo soñando.

Una escena de la obra 'Yo, Capote'.

Una escena de la obra 'Yo, Capote'. Isabel Méndez

En tu caso, interpretas a Nina Capote, pero lo haces en pantalla. ¿Por qué decidiste aparecer en formato audiovisual?
Cuando Dámaso escribió el texto, inicialmente era un monólogo. Capote, en las horas previas a su muerte, en pleno delirio, dialogaba con personajes que habían marcado su vida: Perry Smith, su madre y sus amigas, las “cisnes” de la alta sociedad. Pero Dámaso decidió que solo Perry apareciera físicamente en escena.

El resto de personajes se integrarían de otra forma, y ahí entré yo con los audiovisuales. Al principio se planteó que yo apareciera en persona, pero era inviable porque estoy rodando fuera muchos fines de semana. Optamos entonces por grabar mi papel para proyectarlo. Y la verdad es que funciona muy bien: explica perfectamente la relación madre-hijo y aporta un tono espectral que encaja con el delirio final de Capote.

He tenido que empezar de cero, contactar con otras productoras, aprender qué teatros podían ser idóneos.

¿Cómo fue la construcción del equipo creativo y tu participación en el proceso?
Para mí ha sido una de las partes más gratificantes. Me encanta empezar un proyecto desde los cimientos y construir la casa paso a paso. Con Dámaso decidimos que Manu Velasco dirigiría la obra y que Jorge Monje sería su partenaire. A partir de ahí, fui eligiendo junto al equipo a las personas idóneas para escenografía, luces, vestuario o audiovisuales. A veces recurrí a colaboradores habituales, y otras veces a profesionales recomendados.

Aunque no pude estar tan presente en los ensayos porque estaba trabajando fuera, participé en decisiones importantes: desde qué biombo utilizar en el escenario hasta la música o la grabación de los audiovisuales. Manu me pidió específicamente que produjera esas piezas de vídeo y yo me encargué de contratar al realizador y de dar forma al material. Ha sido un proceso colectivo y muy enriquecedor, en el que he estado implicada tanto creativa como económicamente.

Una escena de la obra 'Yo, Capote'

Una escena de la obra 'Yo, Capote' Isabel Méndez

Has trabajado en cine, televisión y ahora también en teatro. ¿Cómo percibes la situación de la cultura en España?
Siempre digo que en este país tenemos muchísimo talento: actores, directores, directores de fotografía, dramaturgos… La preparación y la creatividad están ahí, lo que falta son los recursos, no tenemos dinero. En cine, las plataformas han generado un volumen de trabajo enorme y han supuesto un respiro para la industria.

Al principio hubo reticencias y algunos se echaban las manos a la cabeza, porque los distribuidores temían que las salas perdieran público, pero lo cierto es que se consume muchísimo contenido en plataformas y eso ha creado empleo. En teatro todavía estoy aprendiendo. Cuando decidí producir Yo Capote no sabía ni a quién acudir, ni cómo pedir subvenciones, ni qué distribuidores eran los adecuados. He tenido que empezar de cero, contactar con otras productoras, aprender qué teatros podían ser idóneos. Ha sido un proceso de aprendizaje continuo y lo sigo viviendo como tal.

Estrenasteis el 14 de septiembre. ¿Cuál es el calendario previsto para las funciones?
Tenemos ocho sábados seguidos en los Teatros Luchana, siempre a las 22:30. Después veremos si prolongamos según la recepción del público. Para mí, los Luchana son también un escaparate: quiero que otras distribuidoras vengan a ver la obra y se interesen por programarla en otros teatros. Incluso me han comentado que sería perfecta para el Centro Dramático Nacional. Ojalá se dé esa oportunidad, pero voy paso a paso, dejando que se corra la voz y que el proyecto encuentre su camino.

Has dicho que produces desde el corazón, más que desde la lógica económica. ¿Cómo vives esa faceta?
Es cierto, siempre me lanzo más por instinto y cariño que por cálculo financiero. Ya me pasó con el cine: durante la pandemia, por ejemplo, me puse a hacer cursos online de producción y acabé produciendo películas sin tener experiencia previa.

A veces pierdo dinero, sí, pero mi madre siempre me dice que piense en ello como “el máster de producción más caro de la historia”. Es su forma de consolarme y de recordarme que al final estoy aprendiendo. Y tiene razón, cada proyecto me enseña algo nuevo.

Mirando atrás en tu carrera, ¿qué trabajos consideras más determinantes?
El primero fue Padre Coraje, hace 26 años. Era una miniserie pionera en España y, gracias a la dirección de Benito Zambrano, todos los actores tuvimos la oportunidad de brillar. A mí me dio a conocer dentro de la industria.

Después llegó La que se avecina, que me dio popularidad entre el gran público. Mi personaje, Lola, me cae muy bien; siempre digo que si existiera de verdad me encantaría salir de fiesta con ella. Al principio la gente me llamaba “Lola” por la calle, y a veces podía resultar incómodo, pero con los años también me reconocen como Macarena Gómez, y eso es un regalo. Que alguien sepa tu nombre y valore tu trayectoria más allá de un personaje es el mayor halago que se le puede hacer a un actor.