La Virgen del Pilar completa su manto tras casi 18 horas de Ofrenda de Flores y más de 120.000 personas

Todas las miradas se han dirigido durante este domingo a Zaragoza por la celebración de su gran día, el Día del Pilar, y de la Ofrenda de Flores. El 12 de octubre, además del Día de la Hispanidad, es para Zaragoza sinónimo de ilusión, tradición y amor por su patrona, la Virgen del Pilar.

Así pues, desde las 6.30, miles de oferentes han pasado ininterrumpidamente para dejar sus flores a la Virgen del Pilar e ir completando poco a poco su manto, que ha concluido a las 00.19 con el último ramo de los Voluntarios de Zaragoza. En total, 17 horas y 49 minutos de Ofrenda, la más larga de la historia y que, por primera vez, ha terminado al día siguiente. 

La primera estimación del número definitivo señala que ha habido más de 120.000 oferentes, mientras que la plaza del Pilar ha registrado el paso de 440.000 personas durante el día más mágico y especial del año para Zaragoza.

La gerente de Zaragoza Cultura, María Uriol, ha detallado en el primer balance de la jornada, antes de las 11.00, que 25.000 personas habían pasado la Ofrenda a esa hora, confirmando la buena afluencia con el acompañamiento de la meteorología y el buen ritmo de paso.

A las 14.00, esa cifra casi se duplicaba, llegando hasta los 43.000 oferentes, un 13% más que el año pasado a esta misma hora, según ha indicado el Ayuntamiento de Zaragoza. A media tarde, ya eran 68.000 personas, y finalmente se han alcanzado los 120.000. 

Manto de la Virgen.

El grupo encargado de abrir la Ofrenda ha sido el de 'Las Costureras Malotas', un nombre que nace por el grupo de alumnas de indumentaria tradicional. Las 20 o 25 personas que lo forman han salido a las 6.30. Tras ellas, han ido pasando más asociaciones, pueblos, colectivos o empresas, así como personas individuales, todo el mundo luciendo sus trajes tradicionales, peinados y flores. 

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Uno de los que más ha madrugado ha sido el grupo de Villanueva de Gállego. Nacho, uno de los integrantes, confiesa que se ha "hecho duro". Sobre todo para su compañero que ha ido de empalmada a ver a la Virgen. A pesar del madrugón, el joven reconoce que es "una gozada" y no ha fallado ningún año desde el 2003.

Grupo de Villanueva de Gállego. E.E.

Desde Castejón de Valdejasa también madrugaban y aunque, esperaban más gente, cumplían con la tradición: "Llevamos 23 años saliendo", afirman las oferentes de este grupo.

Sin apenas sueño, otro grupo de mujeres, con sus ramos de claveles en mano, señalan que dejar las flores a la Virgen "merece la pena sea la hora que sea". "Tenemos la ilusión de pasarla siempre juntas, vivir la tradición juntas. La pequeña la pasó con tan solo 12 días", explica una de ellas.

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Cuando todavía no salía el sol pasaban la Ofrenda unas jóvenes de Alagón (Zaragoza). Con su traje de baturro y recogido en el pelo, confiesan que apenas les cuesta 20 o 25 minutos prepararse, ya que, después de tantos años, lo tienen "controlado".

Sobre las 10.00, Marisa hacía la Ofrenda junto a sus tres nietas, con la misma ilusión del primer día, que ya fue hace mucho. Tantos años que no recuerda cuántos. Ella es de Badajoz (Extremadura), pero lleva 39 años en Zaragoza y se considera una "extremaña". A mucha honra. 

Marisa junto a sus nietos. E.E.

Sin duda, el 12 de octubre es un día de tradición familiar y de reencuentros con aquellos que viven fuera, como María, residente actualmente en Madrid. Junto a su tía Sagrario y su prima Paula, han compartido juntas este momento lleno de emoción.

"Es muy bonito desde los preparativos los meses de antes, ir viendo que está todo y la culminación de ver a la Virgen y entregarle las flores", comenta antes de dejar sus claveles Sagrario, que lleva casi 50 años pasando la Ofrenda.

Sagrario, María y Paula durante la Ofrenda. E.E.

Antes del mediodía ha pasado Perú, país invitado este 2025, y también se ha colocado la Cruz de Lorena, un símbolo que representa la lucha mundial contra la tuberculosis.

Ramo a ramo y con lágrimas y devoción, el manto iba ganando color, principalmente blanco, y alegría. Cada grupo y persona ponía su corazón y su pequeño grano de arena para que todo saliera como debía y para que, de nuevo, la Ofrenda, sea un día inolvidable para Zaragoza.

En cada entrega, agradecimiento o deseos especiales, algunos muy emotivos. En ese aspecto, algo tiene la Virgen del Pilar que todos se encomiendan a ella, creyentes o no, como expresaban unos jóvenes.

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Los aviones caza han sobrevolado la Basílica del Pilar como marca la tradición y los bomberos han realizado un espectacular acto ondeando una bandera. Por supuesto, durante la Ofrenda no han faltado momentos especiales como las pedidas de matrimonio, una de ellas protagonizada por la Policía Nacional,  las primeras veces de los más pequeños o grandes actuaciones de jotas. 

Los caza sobrevuelan la plaza del Pilar. E.E.

Ofrenda de la corporación

A las 11.30 tenía lugar el minuto de silencio frente al Ayuntamiento por la posible agresión sexual a una menor. Este acto no se ha librado de la polémica con gritos de ‘fuera’ y ‘a la fila’ entre los presentes dirigidos a la corporación municipal que cortaba el paso unos segundos.

Tras unos instantes tensos, los concejales se han dirigido a la Virgen del Pilar a dejar sus flores. En ese momento, unos minutos después de los gritos de 'fuera', se han escuchado otros 'vivas' a la alcaldesa.

Natalia Chueca en la Ofrenda.

El traje de la alcaldesa de Zaragoza en su participación en la Ofrenda es una recreación de atuendo de mudar de clase acomodada, de finales del siglo XIX en el valle del Ebro.

Consta de interiores de algodón fino, saya de brocado de seda azul clara con decoración en dorados, jubón de seda en color dorado y un mantón de fondo crudo y bordado con escenas chinescas en colores suaves.

A las 12.00 se ha celebrado la misa mayor del día del Pilar dentro de una abarrotada Basílica, que ha comenzado con un recuerdo para los pueblos en guerra y con cientos de personas siguiéndola de pie.

Por su parte, el presidente de Aragón, Jorge Azcón, antes de la celebración de la Fiesta Nacional en Madrid, ha mandado su felicitación a los zaragozanos por el día del Pilar. "También celebramos la Hispanidad, que es celebrar la unidad. A España le va bien cuando trabajamos unidos".

Una tarde sin incidencias

Por la tarde, la Ofrenda continuaba su curso a un ritmo más veloz que en las primeras horas. A media tarde, la espera para los que pasan individualmente era tan solo de 10 minutos, mientras que para los grupos de 25 minutos. Eso sí, los retrasos se acumulaban hacía el final del día. 

Grupos de la tarde en la Ofrenda. E.E.

Los instrumentos, jotas o canciones típicas de otras zonas inundaban las calles principales de Zaragoza y la abarrotada plaza del Pilar. Por ejemplo, el grupo de los Gaiteros del Rabal amenizaba la espera entre música y baile, en la calle Alfonso I. 

También los bares se llenaban de aquellos que terminaban la Ofrenda y otros preparaban sus comidas y meriendas en los bancos.

Además, a todos aquellos participantes se unían los que querían acudir a ver el majestuoso manto de la Virgen o disfrutar de un ambiente festivo por todo lo alto. Estos, aunque no se vestían, portaban su cachirulo en honor a la patrona. 

Por supuesto, es imposible contabilizar las veces en las que los presentes han pronunciado ese 'viva la Virgen del Pilar'.