Concentración de la Asociación Stop Ruido en la plaza del Pilar
Miguel, víctima de acoso por denunciar el ruido en Zaragoza: "Me han llegado a perseguir por la calle y a amenazarme"
Los miembros de la Asociación Stop Ruido condenan la brutal agresión a un hombre por pedir que bajen la voz unos jóvenes en plena madrugada.
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Este lunes se conocía la brutal paliza que sufría un vecino de Zaragoza por pedir silencio a unos jóvenes que estaban montando barullo en la zona del parque de los Jardines de Lisboa en el barrio de La Almozara. Este hombre de 72 años tuvo que ser ingresado en el Hospital Miguel Servet debido a las heridas cometidas por los tres jóvenes.
"Se trata de violencia gratuita por querer dormir tranquilo", denuncian desde la Asociación Stop Ruido de Zaragoza. La realidad es que aquellos que reclaman que se cumplan las normativas de ruido son víctimas de acoso e insultos. Sin ir más lejos, tuvieron que cambiar su dirección fiscal porque recibían amenazas "constantes".
Aunque bien afirman que nunca han llegado al plano físico, no se libran de un acoso y derribo por hosteleros del ocio nocturno. Su portavoz, Miguel Morte, señala que lleva más de 21 años siendo víctima de estas prácticas: "Me han llegado a perseguir por la calle, grabarme y amenazarme", detalla.
Según cuenta, en varias ocasiones ha sido testigo de cómo le grababan con el móvil mientras paseaba por la calle o fotografías "sin esconderse siquiera" a modo de aviso.
Afortunadamente todo lo ocurrido no ha llegado más lejos y no ha sido víctima de agresiones como la conocida por este vecino de la Almozara. Aunque eso no quita que Morte haya tenido que enfrentarse a algún intento: "Llegó en una ocasión que tuvieron que sujetarle porque venía directo a pegarme". Sin embargo, todo ello no le ha librado de tener que sufrir "algún empujón".
A pesar de todo lo que lleva sufriendo a lo largo de 21 años, el portavoz de Stop Ruido dice que no va parar de denunciar algo que está amparado por las leyes y la normativa. Esta misma recala que el máximo es de 65 decibelios durante el día y 55 por la noche.
Miguel no ha sido el único ya que miembros de la asociación han sido víctimas de insultos o amenazas por pedir silencio o que reduzcan el volumen en zonas donde se congregan las discotecas o viviendas de uso turístico.
Muchas de esas amenazas les llegan a través de las redes sociales: "Este martes mismo el dueño de un local nos ha mandado un mensaje amenazándonos con que dejemos de trabajar porque estamos perjudicando su trabajo", cuenta Luis, miembro de Stop Ruido.
Aunque recalcan que al final este tipo de comportamiento se lo toman como "parte de nuestro trabajo": "Esta gente tiene este comportamiento porque no tienen ningún argumento para defenderse", manifiesta.
Asimismo, la asociación está viendo que el aumento del acoso está siendo un inconveniente a la hora de denunciar por vías policiales esta problemática: "Mucha gente se anima a contarnos su situación, pero a la hora de denunciar y poner su nombre se echan atrás", admite. A lo que añade: "La gente tiene miedo".
Igualmente, el pasado mes de abril hicieron un acopio de todas las denuncias detalladas por ruido registradas en 2025. Así, se sumaban más de 600 denuncias que fueron entregadas en mano a la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, en el pleno del mes aunque reclaman no haber tenido noticias por su parte.
Del mismo modo, manifiestan la falta de respuesta por parte del consistorio a la Justicia de Aragón quien ha presentado tres requerimientos por esta problemática en la que reclaman "no está habiendo respuesta".
Por todo ello, Luis detalla que en el caso de ser víctima de exceso de ruido o de estos comportamientos, tienen canales seguros para denunciarlo como la Unidad de Mediación de la Policía Local, como el cuerpo policial mismo, la Policía Nacional, el servicio de quejas del Ayuntamiento de Zaragoza, la Justicia de Aragón y la propia asociación Stop Ruido.