Luis, en la calle Mayor junto a uno de los locales de ocio nocturno de la zona. Zaragoza
Un vecino de Zaragoza, tajante contra el ruido en plena ola de calor: "Es insoportable dormir con las ventanas abiertas"
Con las altas temperaturas no solo se complican las rutinas diarias de los ciudadanos, sino también el descanso nocturno. Más aún con el ruido que provoca en algunas zonas el ocio nocturno.
Más información: El kebab más famoso de Zaragoza se queda sin licencia: "Me parece fatal, es necesario para los que salimos de fiesta"
Zaragoza, al igual que gran parte del país, sufre estos días una intensa ola de calor. Las temperaturas extremas no solo complican las rutinas diarias, sino que también hacen casi imposible descansar por las noches.
Y, si dormir con el termómetro superando los 26 grados ya es un reto, hacerlo con las ventanas cerradas se vuelve toda una misión imposible. Ahí, precisamente, es donde radica el problema para los vecinos de la Calle Mayor, una de las zonas más "castigadas" por el ruido del ocio nocturno en la capital aragonesa.
Con la llegada del verano, si hay una práctica tradicional en Aragón es la de tomar la fresca. No hay persona que no disfrute de una buena conversación en terrazas y a las puertas de los bares se prolongan hasta la madrugada, una costumbre para quienes disfrutan de la noche. Aunque, si uno le pregunta a los vecinos de la zona la historia cambia.
"Insoportable"
Luis es uno de ellos y asegura a este diario que "en esta calle es imposible dormir con las ventanas abiertas". Algo que, con el calor que hace estos días en Zaragoza, se vuelve "insoportable". Y no solo en esta zona, sino que señala otras zonas donde las quejas vecinales no faltan por este problema, "como en la plaza San Francisco".
"En estos puntos, bares y discotecas, como es el caso de La Casa del Loco en la calle Mayor, permanecen abiertos hasta las tantas de la mañana, horas en las que hay más gente en la calle que dentro de los locales", señala, y añade que "aquellos que tienen aire acondicionado pueden aguantar un poco más". Pero, si no, asegura que "no puedes pasar toda la noche encerrado", menos aún "después de gastarte entre 6.000 y 7.000 euros en ventanas acústicas que luego no puedes abrir".
La legislación marca un máximo de 65 decibelios durante el día y 55 por la noche. Sin embargo, Luis asegura que las mediciones policiales dentro de las viviendas "han llegado a superan los 37 decibelios con las ventanas cerradas, cuando deberían rondar los 20".
El ruido, sin embargo, no es la única molestia. Los vecinos denuncian comportamientos "incívicos" como "romper los contenedores a patadas o que estos aparezcan a varios metros de distancia porque se los llevan". Una serie de situaciones y daños en el mobiliario público que, "sin llegar a ser delitos graves, generan sensación de inseguridad" en la zona.
21 expedientes en 2025
De hecho, este mal estar a la hora de dormir por ruidos nocturnos cada vez se vuelve más común en la capital. O, por lo menos, así lo señala el número de expedientes que han presentado los ciudadanos al Justicia de Aragón en lo que va de año. (21, en total) acercandose a los 24 expedientes que se recogieron a lo largo del 2024.
"La institución ha instado al Ayuntamiento a actuar, por fin alguien nos hace caso", recama Luis, quien asegura que llevan "muchos años" reclamando este tipo de situaciones. "Esto no va de partidos políticos, ni de nada de eso. Solo pedimos que lo frenen de una vez porque se está volviendo insostenible y el descanso es un derecho necesario", denuncia.
Porque, como miembro de la asociación Stop Ruido Zaragoza, asegura que desde el Ayuntamiento "no han incluido ni una sola propuesta de los vecinos a la hora de rediseñar el nuevo mapa del ruido en la ciudad". "Parece que solo exista el bullicio de los coches y no otros también comunes en la capital como son el ruido industrial, el tráfico aéreo o el del ocio nocturno", añade.
A las molestias acústicas se suma la ocupación del espacio público por terrazas, lo que obstaculiza el paso de personas con movilidad reducida o invidentes. "Se pone tanta gente en las terrazas de la calle Mayor, o en las plazas como San Pedro Nolasco, España o San Francisco, que el peatón no puede circular más que por cuatro balosas que quedan en esta invasión de los veladores", denuncia Luis.
En este sentido, desde el vecindario aseguran que "no están en contra del ocio nocturno", sino que simplemente "hace falta más concienciación entre los ciudadanos, más presencia policial y un control efectivo por parte de las instituciones".