Un autobús de la línea 50 de Zaragoza. Barrio Jesús Zaragoza
Los barrios de la margen izquierda de Zaragoza rechazan los cambios propuestos para la línea 50 del autobús urbano
Los barrios de la zona consideran que las modificaciones planteadas para la frecuencia de este bus son "insuficientes y no cumplen con las necesidades de los vecinos".
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Cuando parecía que después de la tormenta de la línea 24, la 38 y la 41 iba a llegar la calma las asociaciones Vecinales de Arrabal, Barrio Jesús, La Jota y Picarral han manifestado su firme rechazo a los cambios propuestos por el área de Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza en relación con la línea 50 de autobuses urbanos. Desde la margen izquierda de la ciudad han considerado que las modificaciones planteadas para la frecuencia de esta línea son "insuficientes y no cumplen con las necesidades de los vecinos", especialmente de aquellos que dependen de este servicio para acceder a centros médicos y otros servicios esenciales.
Rafael Tejedor, presidente de la Asociación Vecinal Tío Jorge Arrabal, ha asegurado a este diario que la nueva propuesta de frecuencias "no soluciona el problema histórico de la línea 50", que ha sido objeto de quejas durante años, especialmente en los barrios de la margen izquierda.
En la nueva planificación de las frecuencias, que se incluirá en los pliegos del nuevo contrato del bus urbano que deberá presentarse antes de finales de marzo, se contempla una frecuencia de 15 minutos en horario matutino y 30 minutos en el resto del día para los días laborables. Los fines de semana se incluiría una mejora en las frecuencias, pasando de 25 minutos a 18,8 minutos, una modificación que, según los representantes vecinales, sigue siendo "claramente insuficiente" para satisfacer las necesidades de los usuarios.
"Una de las más importantes"
Tejedor subraya que la línea 50 es una de las más importantes para los vecinos de la zona, ya que conecta varios puntos clave de la ciudad, entre ellos el Hospital Royo Villanova, el Centro de Especialidades Grande Covián y otros lugares de interés, como el Centro Comercial GranCasa o la Escuela de Artes. Además, "es la única línea de autobús que circula exclusivamente por la margen izquierda del Ebro y conecta con la parada de tranvía en el entorno de la chimenea", asegura, por lo que es "fundamental" para la movilidad de muchos ciudadanos, especialmente aquellos que necesitan acceder a servicios médicos.
En este contexto, los representantes vecinales insisten en que la mejora de la frecuencia de la línea 50 no solo es una cuestión de comodidad, sino también de salud pública, ya que una frecuencia adecuada facilitaría el acceso al sistema sanitario, evitando el uso del vehículo privado y los problemas de aparcamiento en los alrededores de los hospitales.
Uno de los puntos más críticos que resalta Tejedor es la comparación entre la línea 50 y otras líneas de autobús de Zaragoza. Según los datos, la línea 50 tiene peores frecuencias que otras líneas, como la línea 60, que comparte una parte de su recorrido con otras rutas, como la 32 y la 28.
"La línea 50 conecta con el Hospital Royo Villanova, un centro sanitario fundamental para los vecinos de la zona, y sin embargo no ha recibido la atención necesaria en cuanto a su frecuencia. En cambio, otras líneas, como la 60, que no tienen la misma importancia en cuanto a la cobertura sanitaria, tienen una frecuencia más alta", indica Tejedor. Además, destaca que la línea 50 debería tener una mejor conexión con el Centro de Salud del Barrio Jesús, una de las principales demandas de los vecinos.
La Asociación Vecinal Tío Jorge Arrabal también ha hecho hincapié en el impacto positivo que tuvo en el uso de la línea 50 cuando, en su momento, se redujo la frecuencia a 15 minutos en las horas matutinas. "Este cambio aumentó en un 26% el número de usuarios de la línea, lo que demuestra que, cuando se ofrece un servicio adecuado, los ciudadanos confían en el transporte público", explica Tejedor, y añade que esta cifra debe servir como ejemplo de que, si se mejora la frecuencia, "la línea 50 será más atractiva para los vecinos, lo que redundaría en un beneficio para la movilidad en general".
Críticas del 'bus a demanda'
Por otro lado, las asociaciones también han criticado la propuesta del Ayuntamiento de incorporar un servicio de 'bus a demanda' en el nuevo contrato de transporte urbano, que se propone con una asignación de 200.000 kilómetros anuales. Este servicio estaría destinado a conectar a personas mayores y enfermos crónicos con los centros hospitalarios de la ciudad, pero los representantes vecinales consideran que este servicio, aunque útil para citas programadas, "no es adecuado para cubrir las necesidades de la mayoría de los usuarios que dependen del autobús a diario para sus desplazamientos".
En este sentido, las asociaciones vecinales de la Margen Izquierda han solicitado una mejora sustancial de la línea 50, pidiendo que se reduzca la frecuencia a 12 minutos en todos sus horarios de servicio, algo que consideran esencial para garantizar que los vecinos tengan un acceso adecuado y cómodo a los hospitales y centros médicos de la ciudad. Tejedor afirma que la mejora de la frecuencia de la línea 50 no solo es una demanda de los vecinos, "sino una necesidad para la movilidad sostenible y para mejorar la calidad de vida de los habitantes de los barrios afectados".
Ante la falta de una respuesta satisfactoria por parte del Ayuntamiento, las asociaciones han decidido llevar este asunto a la Comisión de Urbanismo de la Junta municipal, esperando obtener una respuesta oficial y soluciones concretas. Si no se consiguen avances, no descartan tomar "otras medidas y emprender acciones más contundentes" para lograr que se mejoren las condiciones de la línea 50 y el servicio de transporte público en general en la zona.